El (ex) comunista Bersani, candidato a premier de Italia

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ELENA LLORENTE|Pier Luigi Bersani, 61 años, un moderado con una larga experiencia en la política, primero en el Partido Comunista y de ahí en más en las sucesivas formaciones que de él derivaron hasta el actual Partido Democrático (PD, del que es secretario), será el candidato a primer ministro del centroizquierda italiano en las elecciones de marzo próximo. Así lo decidieron los casi tres millones de electores que ayer, en la segunda vuelta de las primarias, lo favorecieron con el 60,8 por ciento de los votos.Página 12
El otro contendiente, Matteo Renzi, 37 años, actual alcalde de Florencia, también del PD, que montó su campaña electoral en la necesidad de renovación y de recambio de la vieja dirigencia partidaria, consiguió el 39,1 por ciento de los votos. El recambio generacional, y por ende de valores y contenidos, va más allá de un problema exclusivo del centroizquierda. Es un sentimiento reconocido y muy difundido entre los jóvenes que viven en este país y que ven negada la posibilidad de ocupar cargos de influencia o de dirigencia.

Bersani se presentó en el acto de cierre de las primarias en un teatro de Roma, aplaudiendo a la gente por varios minutos y agradeciendo a los 100.000 voluntarios que en todo el país hicieron posibles estas elecciones. Las primarias demuestran “que un gran partido popular como el nuestro debe tener siempre confianza en su gente”, dijo Bersani, que agradeció la contribución “joven y verdadera” de Renzi. “Tenemos algunos desafíos por delante”, agregó, mencionando la elaboración de un programa de gobierno y de cambio para el centroizquierda. También habló de una serie de medidas para dar espacio a las nuevas generaciones, demostrando haber incorporado el mensaje de Renzi. Y concluyó haciendo hincapié en una idea que muchos en Italia sienten como importante: “No se pueden ganar elecciones a cualquier precio. Tenemos que ganar sin contar cuentos, tenemos que ganar con la verdad”, dijo el secretario del PD en alusión a los gobiernos precedentes.

Renzi tomó la derrota con calma y sinceridad. “Queríamos llegar al gobierno pero no lo hemos logrado. Seamos serios, hay que reconocerlo abiertamente: no hemos podido convencer a la mayoría con nuestro mensaje. Llamé a Pier Luigi para felicitarlo. Fue una victoria neta y nadie puede ponerla en discusión. De todas maneras, fue justo intentarlo. Fue una magnífica aventura”, dijo Renzi luego de conocer los resultados.

En la primera vuelta, realizadas hace una semana, tres de los cinco candidatos se clasificaron con un nivel de votos considerable, Bersani con el 44,9 por ciento, Renzi con el 35,5 por ciento y Nicchi Vendola, del partido Ecología, Izquierda y Libertad, y actual presidente de la Región Puglia, superó el 15 por ciento. Evidentemente, los votos de Vendola en esta segunda vuelta, quien abiertamente dijo que votaría Bersani, favorecieron al secretario del PD. “Voté a Bersani porque en sus mensajes hay dos palabras fundamentales para afrontar la crisis de nuestro tiempo: trabajo y moral”, dijo Vendola.

Según el ex primer ministro Romano Prodi, gobierno del que Bersani fue ministro, “el PD sale reforzado de esta experiencia porque las primarias con una participación así de amplia son una prueba de democracia de la que tienen mucha necesidad los partidos”.

La jornada de ayer transcurrió mucho más tranquila de lo que se esperaba pese a que algunos comités de apoyo a Renzi denunciaron algunas irregularidades y comentaron con rabia que sólo 7000 nuevos votantes de esta segunda vuelta fueron aceptados sobre un total de más de 100.000. Se trata de personas que curiosamente quisieron votar en la segunda vuelta, argumentando que por algún problema no habían podido hacerlo en la primera. Pero sólo a los 7000 les fueron reconocidas causas justificadas.

Tampoco le hizo sombra por lo visto a Bersani el hecho de que la prensa publicara hace pocos días algunos datos registrados en la Cámara de Diputados sobre las contribuciones que han recibido los parlamentarios para sus respectivas campañas electorales. Y allí sale a relucir que Bersani recibió 98.000 euros del grupo Riva en 2006 y que la federación que agrupa a las productoras de acero del país, la Federacciai, le donó además 110.000 euros en cuatro años. Para comprender la dimensión de estos hechos hay que recordar que la familia Riva es la propietaria de ILVA, la primera productora de acero de Italia y Europa, actualmente parada por decisión judicial, acusada de haber provocado la muerte de varias personas por no haber respetado las normas anticontaminación en la ciudad de Taranto (sur de Italia), donde se encuentra la principal fábrica del grupo.