Jorge Valero y la obra de Almao sobre Francisco Pividal

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Palabras del Embajador Jorge Valero, Representante Permanente de la República Bolivariana de Venezuela ante la Organización de las Naciones Unidas y otros Organismos Internacionales con sede en Ginebra, Suiza, en la presentación del libro “Coordinador del Movimiento 26 de julio. Francisco Pividal Padrón, Biógrafo de Bolívar”, de Alirio Almao (1).

Alirio Almao ha seguido el consejo del gran poeta latino Quinto Horacio Flaco quien en su Arte Poética aconseja: …Procura cuando escribas la sencillez y la unidad.

Es por esto que compartimos las palabras del Embajador Rogelio Polanco, quien fuera Embajador de la República de Cuba en nuestro país, y es prologuista del libro de nuestro camarada y amigo Alirio Almao Resultado de imagen para alirio almaro

Él afirma que: Este es un libro necesario. Su palabra es sincera y sencilla como la obra de su homenajeado. El lector no encontrará frases grandilocuentes ni una estructura compleja en su redacción. Está escrito con mucha devoción. La misma con la que el autor ha consagrado su vida a la lucha revolucionaria y a la solidaridad2.

Quien les habla ha mantenido durante muchos años estrechos vínculos políticos y de amistad con el autor de esta obra histórica, que invito a todos a leer.

Almao revela que desde 1948 hasta 1960 Francisco Pividal compartió con muchos venezolanos y venezolanas sus afanes revolucionarios. Fue el principal arquitecto y organizador del Movimiento 26 de Julio en nuestra patria que apoyó la heroica lucha de Fidel Castro Ruz y sus camaradas contra la infame pro yankee dictadura de Fulgencio Batista.

Pividal supo robarle tiempo al duro ajetrear de sus responsabilidades académicas y diplomáticas.

De ese esfuerzo investigativo dejó valiosos libros y más de dos centenares de artículos publicados en revistas, la prensa nacional e internacional.

Recordamos, entre otros: Bolívar: Pensamiento precursor del antiimperialismo (1977), con el cual ganó el Premio Casa de las Américas; Simón Bolívar: la vigencia de su pensamiento (1982); Bolívar: Primeros pasos hacia la universalidad (1982); Simón Bolívar (1989) y Movimiento 26 de julio. Sección Venezuela.

Francisco Pividal mostró siempre un profundo amor por nuestro terruño. Consideró a Venezuela su segunda Patria.

Y al hacer referencia al Movimiento 26 de Julio (M-26-7) –Sección Venezuela–, dice que éste... No debió su origen ni constitución a la iniciativa de persona, entidad o partido político alguno. Solo al pueblo venezolano con su elevado espíritu de solidaridad revolucionaria y lleno de gloriosas tradiciones heroicas nos apoyó moral y materialmente3.

Pividal valora el apoyo de nuestro pueblo a las luchas que en el campo y la ciudad libraban los patriotas cubanos liderados por el Comandante de la Revolución Cubana Fidel Castro. Así lo plasma en su libro:

, aunque la Sierra Maestra fue el foco esencial de la lucha revolucionaria de la cual emanó todo el resplandor ideológico y político, no es menos cierto que hasta allí llegó también el aliento entusiasta, militante y combativo de hombres y mujeres anónimos que vivos o muertos y desde los más apartados rincones de la geografía venezolana contribuyeron con su modesto esfuerzo al triunfo de la Revolución Cubana4.

Recordamos con satisfacción la campaña denominada “Un bolívar para la Sierra”, destinada a recaudar fondos en apoyo al glorioso ejército revolucionario Movimiento 26 de Julio.

Un humanista gesto que coadyuvó a estrechar los lazos de solidaridad entre dos pueblos que desde hace muchos años han estado hermanados.Resultado de imagen para francisco pividal

A raíz del derrocamiento de la dictadura de Marcos Pérez Jiménez se constituyó una Junta de Gobierno presidida por el Vicealmirante Wolfgang Larrazábal. Un hombre de profundo talante democrático y que abrazaba un ideario progresista y libertario. Mantenía estrechas relaciones con los líderes del Partido Comunista de Venezuela (PCV); Unión Republicana Democrática (URD), en particular, con Fabricio Ojeda quien había presidido la Junta Patriótica; y con sectores pro izquierdistas de Acción Democrática (AD) que crearían, en abril de 1960, el Movimiento de Izquierda Revolucionaria (MIR).

Otra hubiese sido la historia contemporánea de Venezuela de haber resultado electo Wolfgang Larrazábal en las elecciones de diciembre de 1958, en las cuales Rómulo Betancourt obtuvo la victoria.

Durante su gobierno Larrazábal dio un apoyo irrestricto a los insurgentes cubanos. El Capitán de Navío Carlos Alberto Taylhardat, jefe del Apostadero Naval de La Guaira, fue designado por Larrazábal para que coordinara una serie de viajes clandestinos a la Sierra Maestra desde Caracas a fines de 1958, con el propósito de proveer armas, alimentos y medicinas a quienes combatían contra la dictadura de Fulgencio Batista.

Resultado de imagen para francisco pividalEl Nuevo Herald hizo una entrevista a Taylhardat en Caracas y la cual fue publicada el 01 de enero de 2008. Éste rebeló que:

Se realizaron cinco puentes aéreos, donde viajaron varios expatriados cubanos para incorporarse a la lucha guerrillera entre ellos Manuel Urrutia, el traslado de los heridos de los diversos frentes guerrilleros, recibieron tratamiento médico en clínicas privadas de Caracas, por cuenta del gobierno venezolano…

Según Taylhardat: La orden de Larrazábal era que había que buscar todo lo que podía ser de utilidad para Fidel Castro.

Las armas venezolanas fueron utilizadas en la histórica y decisiva Batalla de Maffo, que se iniciara el 10 de diciembre de 1958 que tuvo 20 días de duración, y la cual fue dirigida personalmente por el Comandante en Jefe Fidel Castro.

Wolfgang Larrazábal también dio luz verde para que los principales dirigentes cubanos del Movimiento 26 de Julio decidieran, en el Hotel Tamanaco de Caracas, el futuro político de la isla.

El gobierno de Larrazábal fue el único que promovió y financió abiertamente al movimiento antibatistero como política exterior en América Latina.

Fidel visitaría a Venezuela el 23 de enero de 1959, en el marco de los actos celebratorios del primer aniversario del derrocamiento del dictador Pérez Jiménez.

Fidel aterriza en el aeropuerto de Maiquetía a la 1:25 de la tarde. Lo esperan miles de venezolanos y venezolanas que gritan emocionadamente: ¡Viva Cuba! ¡Viva Venezuela! ¡Viva Fidel!”. Entre los que acuden a darle la bienvenida están el Vicealmirante Wolfgang Larrazábal y Fabricio Ojeda.Resultado de imagen para francisco pividal

Fidel participa en un multitudinario mitin realizado en la Plaza del Silencio de Caracas. La prensa de la época reseña que en el acto participaron más de 300 mil personas. Los oradores fueron, entre otros, Fabricio Ojeda, Wolfgang Larrazábal, Gustavo Machado (máximo líder del PCV), Jóvito Villalba (máximo dirigente de URD); José Enrique Mendoza, Orestes Valera y Luis Orlando Rodríguez, venezolanos que habían combatido en la Sierra Maestra.

En su discurso Fidel hizo referencia al pensamiento unitario de Bolívar y Martí. Estas son palabras suyas:

¡Ojalá que el destino de nuestros pueblos sea un solo destino! ¿Hasta cuándo vamos a estar en el letargo? ¿Hasta cuándo divididos, víctimas de intereses poderosos? Si la unidad de nuestros pueblos ha sido fructífera, ¿Por qué no ha de serlo más la unidad de naciones? Ese es el pensamiento bolivariano. Venezuela debe ser el país líder de los pueblos de América (…).

En su intervención en el Consejo Municipal de Caracas, que en Sesión Solemne lo declaró Huésped de Honor, Fidel agradece la distinción expresando: ¡…la historia de América se ha escrito con dolor, con sudor, con lágrimas, con sangre!

Y en el acto celebrado en el Aula Magna de la Universidad Central de Venezuela, bajo la rectoría del Dr. Francisco de Venanzi, intervino el poeta chileno Pablo Neruda quien leyó su poema “Un canto para Bolívar”.

En su discurso Fidel hizo referencia a la génesis y a la orientación estratégica de la Revolución Cubana. Subrayó la necesidad de apoyar la lucha del pueblo dominicano contra la dictadura de Rafael Leonidas Trujillo, y planteó la pertinencia de crear una agencia informativa al servicio de la democracia y de los pueblos americanos.

Francisco Pividal no sólo interpretó correctamente los signos de su tiempo histórico, sino que desplegó una praxis política que lo caracteriza como arquetipo del hombre nuevo. Del hombre nuevo del cual nos hablara Ernesto “Che” Guevara.

Sus cualidades como patriota cubano fueron reconocidas por el Comandante Fidel Castro quien lo nombró como primer embajador de la Revolución Cubana en Venezuela.

Cuando Fidel le propuso que asumiera ésta representación diplomática, Pividal… aún abrumado por su designación para el cargo, y al intentar una excusa por no haberse desempeñado antes como diplomático, recibe entonces la contundente respuesta de Fidel:…Yo tampoco nunca he sido Comandante.5

Nuestro Comandante Eterno Hugo Chávez solía citar los grandes aportes de Francisco Pividal sobre el pensamiento antiimperialista de nuestro Libertador.

El joven Chávez estudió, en profundidad, la obra de Pividal titulada Bolívar: Pensamiento precursor del antiimperialismo.Resultado de imagen para francisco pividal

Expresa el líder de la Revolución Bolivariana: Yo era un joven oficial cuando llegó a mis manos ese libro y cuánto me ayudó a entender mejor el pensamiento de Bolívar.6

Pividal señala: Bolívar fue, por tanto, el precursor del pensamiento antiimperialista hispanoamericano, porque el preimperialismo fue el germen del actual imperialismo de la era monopolista7.

Francisco Pividal es señero protagonista de otra interpretación de la historia. Aquella que analiza los procesos societales como hechos vivos, gestados por los pueblos, que son en definitiva los que hacen la historia.

Pividal estudia al Libertador Simón Bolívar como un ser vivo. Como un actor protagónico que se propone, conduciendo a su pueblo, transformar la opresiva realidad que prevalecía en la colonia en función de construir una Nación de Naciones: La Patria Latinoamericana emancipada del Imperio Español. Pero iba más allá. Tuvo claro que para alcanzar ese propósito era necesario producir un deslinde y actuar al margen del naciente Imperio del Norte.

Estos considerandos nos permiten afirmar, a la luz de Pividal, que estamos en presencia de un Bolívar verdadero, el antiimperialista, aquel que con la misma fuerza que luchó contra el imperio español lo hizo contra el imperio estadounidense.

El libro de Alirio Almao sale a la luz en un momento crucial en la historia de la humanidad. Vivimos tiempos difíciles. El águila imperial ha vuelto a abrir sus alas y, con toda su irracional furia, pretende apoderarse del mundo.

Desde los tiempos de la Independencia, patriotas nacidos en Cuba dieron su concurso por la causa Nuestramericana. El 5 de Julio de 1811 el presidente del Ejecutivo Triunviral declara la Independencia de Venezuela y lee el Acta final de su Constitución como Estado. La firman 38 Diputados. El número 22 corresponde al cubano Francisco Javier Yánez.

Iluminado por una metodología de la historia y de la crónica Alirio Almao buceó en fuentes bibliográficas, hemerográficas y orales. Con criterio analítico y conciso estudió, careó el choque de elementos, engranajes y variables que configuran el hecho histórico.

Alirio reivindica el sentido y el objeto de la historia. Sobre todo, en este tiempo en que el Imperio pretende mantener su dominación hegemónica, a través de sus prácticas políticas supremacistas basadas en su criminal y genocida poder bélico.

Rememorar un hecho histórico de tan significativa importancia como lo fue la fundación y establecimiento del Movimiento 26 de Julio en nuestro país es de una gran pertinencia.

Resultado de imagen para francisco pividalEl libro de Almao es también un registro conciso de las relaciones bilaterales entre Cuba y Venezuela, en los primeros tiempos de la Revolución Cubana.

Nos recuerda Almao los hechos que determinaron la ruptura de relaciones diplomáticas de Venezuela y Cuba.

Almao subraya que Betancourt:

, como buen ´cachorro´ de Norteamérica, se empeñaba en reforzar el colonialismo, al impulsar a ´trocha y mocha´ la fundación de la OEA, el joven Fidel Castro, muy por el contrario, se esforzaba en levantar las banderas del canal de Panamá para los panameños, las islas Malvinas para los argentinos y la independencia de Puerto Rico8.

La fobia de Betancourt contra la Revolución Cubana era tanta que cuando Fidel vino a Venezuela el 23 de enero de 1959, para no recibirlo argumentó que tenía que asistir a unas maniobras navales, programadas en Puerto Cabello en esa fecha de su visita.

El Partido Comunista de Venezuela convocó a un acto para celebrar, en octubre de 1959, el 42° aniversario de la Revolución Rusa. Fueron invitados Raúl Castro y Ernesto “Che” Guevara, sin embargo, estos líderes de la Revolución Cubana no pudieron estar presentes dado que, según explica Alirio Almao:

Haciendo gala de su obsesiva beligerancia anticomunista, Betancourt montó en cólera, ´(…) llamando por teléfono al canciller cubano Raúl Roa, para decirle sin cortapisas: Si Castro y Guevara aterrizan en el aeropuerto de Maiquetía, desafiando la decisión ya tomada por el Gobierno venezolano, no tocarán tierra. Serán regresados a La Habana en el mimo avión que llegaren´9.

Abundando en consideraciones Alirio Almao narra que, Pividal, contrariando la negativa oficial de impedir las visitas de Raúl y el “Che”, insistió persistentemente tratando de revertir dicha medida, por lo que fue considerado como impertinente. Por asumir esta firme posición y con el pretexto de ser un infatigable propagandista de la Revolución Cubana, Betancourt lo declaro persona non grata10

Acción Democrática y su gobierno hacían gala de un furioso anticomunismo en Venezuela. El diario El Nacional, en su edición del 4 de enero de 1960, publicó un titular en el cual se lee: EE.UU. deben reafirmar la doctrina Monroe, salvando América de la amenaza comunista11.

Venezuela, sin embargo, siempre ha sido cuna de hombres dignos que defienden causas justas. Más allá dé…esta conducta servil, resalta la posición asumida por un venezolano en la reunión de ministros de Relaciones Exteriores de América Latina… en agosto de 1960 en San José de Costa Rica, donde se juzgó y condenó a Cuba por haber firmado convenios económicos con la Unión Soviética. En esta asamblea de la OEA, Ignacio Luis Arcaya, en representación de la patria de Bolívar, se negó a firmar dicha resolución, y renunció, adquiriendo desde entonces el calificativo de Canciller de la Dignidad12.

El Imperio se había planteado derrocar al Comandante Fidel Castro, para detener la consolidación de la Revolución Cubana y su influjo libertario en nuestra región.

En agosto de 1960, el gobierno pro imperialista de Betancourt promovió una Resolución aprobada en la VII Conferencia de Cancilleres de la OEA, que condenaba la supuesta injerencia de la Unión Soviética (URSS) en la isla.

El gobierno venezolano rompió relaciones diplomáticas y comerciales con La Habana el 11 de noviembre de 1961. Argumentando la supuesta injerencia cubana en Venezuela, el gobierno lacayo de Betancourt logró que Cuba fuese suspendida de la OEA el 31 de enero de1962.

El presidente Raúl Leoni (1964-1969) continuó con la política antipopular, represiva y servil al Imperio norteamericano.  Los subsiguientes gobiernos, sin embargo, tendieron a normalizar las relaciones Cuba-Venezuela.

Pero con el triunfo electoral del Presidente Hugo Chávez (1998) las relaciones entre Cuba y Venezuela alcanzaron una nueva dimensión caracterizada por la solidaridad. Se inauguraba una nueva era histórica.

Un nuevo rumbo comenzó a configurarse en el mapa político latinoamericano y caribeño. Bajo el influjo de Fidel y de Chávez se crearon instancias de integración solidaria como el ALBA, UNASUR y la CELAC.

Por eso el Comandante Fidel Castro Ruz habita el corazón del hombre nuevo. Su obra estará sembrada para siempre. Él bebió en las fuentes del humanismo universal. Se consagró a las mejores causas de la historia humana.

Por eso trasciende, pues trascender es acampar en el alma de los pueblos.

Hugo Chávez Frías fue tu mejor amigo -lo dijiste, Fidel-, con memoriosa fe en la causa del que sueña, del que comparte los tesoros de su alma, del que regala preseas de bondad.

Bolívar y Martí, Fidel y Chávez, entonan, en este nuevo tiempo histórico, cantatas de porvenir.

Consigno, aquí, con sagrada palabra, el compromiso de los que soñamos con la fraternidad humana -en un mundo de iguales-, de continuar un sublime peregrinar hacia la utopía posible.

Fue el 13 de diciembre de 1994, cuando el Comandante Fidel Castro, Presidente Constitucional de la República de Cuba, y el entonces Teniente Coronel, recién salido de la Cárcel de Yare, Hugo Chávez Frías, se encontrarían por vez primera. El escenario fue el Aeropuerto Internacional José Martí de La Habana.

Desde ese día se inició una sincera amistad y un profundo compromiso político entre dos gigantes. Ambos, profesantes de quimeras por la redención humana.

Fidel se había aquilatado con la experiencia de la Revolución Cubana. Chávez siguió su ejemplo en Venezuela. En la Venezuela de sus sueños. Porque no es otra cosa lo que deja al descubierto su Juramento ante el “Samán de Güere”, junto a sus compañeros de quijotescos andares.

Lo que se propuso el líder bolivariano con la insurgencia del heroico 4 de febrero de 1992 está plasmado en sus innumerables discursos y proclamas: un verdadero legado político, filosófico y ético para Venezuela y otros pueblos del mundo.

Fidel, el Maestro; Chávez, el Alumno aventajado.

Fidel y Chávez colocaron en un plano superior el pensamiento Nuestroamericano. Sus infatigables quehaceres impactan las luchas por la liberación, más allá de los confines regionales.

Su relación dio impulso a una nueva era revolucionaria. La utopía se hace realidad. Aviva un nuevo despertar del pueblo latinoamericano y caribeño que emana de lo más profundo de sus heroicas epopeyas por la libertad.

Con Fidel y Chávez la idea del socialismo alcanzó una nueva dimensión. Se le dio un nuevo rostro y un nuevo imaginario que reivindicó sus fundamentos emancipadores. Al Socialismo del siglo XXI había que reimpulsarlo como alternativa al inhumano capitalismo, renovando su ideario democrático, participativo y popular, como fundamento para la liberación de la especie.

El legado ideológico, político y ético que han dejado Fidel y Chávez sobrepasa el tiempo presente y el espacio histórico. No hay lugar en el mundo en donde no se hable de estos apóstoles del bien común.

Recordar es vivir, dice el dicho popular. Y, recordar el inicio de la Revolución Cubana, tal y como lo hace nuestro camarada Alirio Almao, es hacer presente la lucha de un pueblo que se propuso, por encima de todo, ser libre y soberano. Que se planteó fraguar su propio destino, su propio futuro.

Cuba, la heroica Cuba. La Patria de José Martí, de Fidel Castro, de Ernesto “Che” Guevara, de Camilo Cienfuegos, de los poetas José Lezama Lima y Nicolás Guillen, de la bailarina Alicia Alonso, la Patria de Francisco Pividal.

Ambos pueblos, el venezolano y el cubano, hoy liderados por Nicolás Maduro Moros y Miguel Díaz Canel levantan exitosamente las banderas de la revolución social, para que también en el mundo impere la justicia, la igualdad, la solidaridad y la dignidad humana. Los hijos de Chávez y de Fidel están asumiendo, con dignidad y valentía, su compromiso ante la historia.

El aporte que hace el investigador Alirio Almao, al compilar estos documentos acerca del periplo por Venezuela de Francisco Pividal, representa una significativa contribución al acervo histórico-bibliográfico venezolano y cubano.

En ese contexto, hago oportuna la presentación de este libro para sugerir, con todo respeto, al Superior Despacho del Ministerio del Poder Popular para las Relaciones Exteriores, integrar esfuerzos con entes como el Centro de Estudios Latinoamericanos “Rómulo Gallegos” (Celarg), y la Fundación Biblioteca Ayacucho, para realizar una investigación, con rigurosidad científica, sobre la importante contribución de intelectuales que han ejercido funciones diplomáticas. Que no sólo han robustecido y colocado en elevados sitiales la cultura nacional y los valores de la patria, sino, que han sido autores de brillantes páginas que enaltecen la cultura universal.

Tales son los casos – entre muchos- del insigne poeta Andrés Eloy Blanco, quien fuera Canciller de la República; Ignacio Luis Arcaya, Canciller de la Dignidad; José Antonio Ramos Sucre, Cónsul en Ginebra; Mario Briceño Iragorry, Embajador en Costa Rica y Vicente Gerbasi, Premio Nacional de Poesía. Me asistes amigo Gustavo Pereira: . . . por allí cabalgan, por los Cuatro Horizontes del Cielo.

Notas

1 Alirio Almao (2019): Coordinador del Movimiento 26 de julio. Francisco Pividal Padrón. Biógrafo de Bolívar. Ministerio del Poder Popular para la Cultura.
2 Idem.
3 Idem.
4 Idem.
5 Idem
6 Idem.
7 Idem.
8 Almao. Ob. Cit.
9 José M. Abreu Cardet y Michel Emilio Cordero (2009):. Dictadura y revolución en el Caribe. Las
expediciones de junio de 1959. Editorial Oriente, Santiago de Cuba. Citado por Almao en Ob. Cit.
10 Almao. Ob. Cit.
11 Almao. Ob. Cit.
12 Idem.