Prioridades

 

Luis Britto García|

1

Sigue la crisis mundial del capitalismo derruyendo economías en todo el planeta, continúa el dumping de sobreoferta que abatió los precios del barril de petróleo venezolano de $96,14 en el primer trimestre de 2014 a $22,83 para comienzos de febrero de 2016. Sin embargo, el oro negro mueve al mundo; el jueves 18, la cesta Opep repuntó hasta $29,9 por barril. Los precios de la energía fósil subirán; mientras tanto, debemos conservar un poder político que a su vez conserve para los venezolanos la industria de los hidrocarburos.

2

Las importaciones fantasmas por empresas de maletín, el acaparamiento y los injustificados sobreprecios de alimentos y productos básicos provocaron la escasez que a su vez indujo a abstenerse de votar a una porción mayoritaria del electorado que en otras consultas se pronunció por el bolivarianismo. Ya sabemos los resultados de entregarle al adversario capitalista las llaves del marcapasos alimenticio. El retorno de esos votos depende de que el Estado socialista asuma de manera pronta, directa y eficaz la importación y distribución de bienes de primera necesidad, de que se apliquen en forma efectiva controles de precios y se destruyan las cadenas de intermediarios ilegítimos que impiden que el pueblo se beneficie de los cuantiosos subsidios que el gobierno le acuerda. ven empresa de maletin1

3

La inseguridad ha escalado de problema penal a comunicacional, económico y estratégico de primera magnitud. Una continuada infiltración paramilitar agrava el ataque continuado contra la ciudadanía con ofensivas de desestabilización terrorista en lo político, redes de contrabando de extracción en lo económico y aparatos de vulneración de las fronteras en lo militar.

4

La transferencia criminal del ingreso petrolero a mafias importadoras que nada importaron; el desangramiento por el contrabando de extracción, la proliferación delictiva se han hecho posibles por complicidades de las autoridades que han de ser implacablemente denunciadas, investigadas y sancionadas. Solo la sanción inflexible puede evitar que el delito se convierta en reincidencia, la convivencia en anarquía y la crisis en catástrofe.