Antes del descubrimiento del COVID-19, el mundo era testigo de acciones con las que movimientos sociales reclamaban un cambio en los modelos económicos y políticos vigentes. Se cuestionaba la forma de ejercer democracia, los mecanismos de dominación y cooperación internacional, entre otros.

En ese pasado, del que solo hacen 5 meses, se exigían cambios estructurales. América Latina tuvo episodios en Chile y Ecuador que revelan algunas pistas importantes. La llegada de la pandemia y el confinamiento de gran parte de la población mundial, así como la paralización de las actividades productivas, han obligado a poner la mirada sobre esas exigencias.

Una vez superado el panorama actual de salud, las prácticas económicas y financieras deben ser revisadas, no solo para levantarse tras la recesión que ha previsto el Fondo Monetario internacional, sino para replantear las prioridades, hacia acciones que garanticen la preservación de la especie humana.

Al salir de esta crisis, «nuestra prioridad absoluta será la salud» dice el presidente de Francia

Sobre el tema y otras aristas, Hinterlaces.net entrevistó a José Gonzáles, Managing partner de la firma de asesoría financiera GCG Advisors para ofrecer a nuestros lectores una visión respecto al rumbo de las economías globales postpandemia.

1. Al menos 170 países tendrán un crecimiento negativo este año, según dijo la directora del FMI. ¿Cuáles son las perspectivas para la economía global, tras el paso del COVID-19?

Las proyecciones revisadas del Fondo Monetario Internacional para el 2020 acaban de ser publicadas, en virtud de la Reunión de Primavera del Fondo, el Banco Mundial y el Banco Interamericano de Desarrollo que este año se realiza virtualmente por la Pandemia de la COVID-19, bajo la denominación el “El Gran Encierro” en función de la diversas cuarentenas a nivel global, implementadas para “aplanar la curva” de infección en cada país, que han sumido a la economía global en una suerte de coma inducido.

Economía con coronavirus 2019Según el Fondo Monetario, la economía global se sumirá en una recesión profunda y aparentemente corta, que generara una contracción en la economía global del 3% con una recuperación del 5.8% en el 2021, dependiendo de la dinámica de la pandemia y de la posibilidad de encontrar, producir, distribuir y aplicar una vacuna a nivel global.

Ésta es la única vía a través de la cual se pueda detener el contagio de la COVID-19, retomando dinámicas sociales del pasado cuya suspensión, en virtud de la “distancia social”, seguirá afectando la producción y el consumo en prácticamente todas las economías del planeta.

2. Bill Gates asegura que, al mirar atrás, los países habrían deseado invertir más en salud, el presidente de Francia, Emmanuel Macrón dio unas declaraciones parecidas, priorizando el sistema de salud. ¿Son discursos coyunturales o es posible que las economías del futuro sean replanteadas?

La pandemia de la COVID-19 termina de cuestionar un modelo económico que privilegia el crecimiento a través del consumo, el individualismo y la acumulación del capital en desmedro del valor del trabajo y el bienestar social en el marco de debates académicos y de políticas publicas que han venido subrayando la inequidad en la distribución de la “riqueza” y el ingreso y la privatización, en ciertos países, de servicios y bienes que deberían ser de beneficio social e interés publico.

En los Estados Unidos, que ha estado menos preparado como país, Estado y sociedad que Europa, en términos de sanidad publica y asistencia social, para enfrentar la pandemia se debería plantear, luego de superada la crisis, la necesidad de un seguro de salud universal y de un sistema de salud publica que revierta la privatización de la salud, intento en el que fallaron dos administraciones demócratas, la de Clinton y Obama, por una oposición republicana de carácter ideológico que se ha opuesto históricamente al seguro de salud universal por considerarlo “socialista”.

En términos mas amplios, The Economist, una de las publicaciones mas liberales en términos económicos en Occidente, señala que la Pandemia forzara a que el “Capitalismo vaya a ser menos darwiniano”.

3. El tema del petróleo ¿qué rol juega en ese escenario?

El reciente colapso de los precios del petróleo refleja, precisamente, el “coma inducido” de la economía global que ha provocado que la demanda de crudo se contraiga en 20% en un plazo muy corto de tiempo, alrededor de 20 millones de barriles/día, que un recorte de la “OPEP”, que incluye a 23 países, de 9.7 millones de barriles/día no haya podido revertir.

La caída en los precios del petróleo por niveles inferiores a los US$20/bbl para el WTI genera presión fiscal en los productores de petróleo convencional y financiera en los productores de esquisto en los Estados Unidos amenazando con déficits fiscales y tensión social en los primeros y bancarrotas y perdidas en el sector financiero de los segundos en la medida del endeudamiento incurrido por las compañías privadas norteamericanas.

4. ¿Cuál es el impacto cultural y geopolítico que puede preverse tras la inminente depresión económica que se espera?

Mas que “depresión” es una “recesión” profunda cuya dinámica de recuperación dependerá de las medidas monetarias y fiscales de las distintas administraciones/gobiernos afectados por la Pandemia y de la actitud que los ciudadanos de cada país adopten de cara al consumo.

Lo cierto es que “apagar” una economía es relativamente “fácil” y súbito y reactivarla es un proceso largo y penoso en función que la vocación por el consumo va de la mano con el endeudamiento y confianza en el Estado y el futuro cuya ausencia de pago en un caso y fallas en la prevención en el otro modificarán, precisamente, la dinámica de ese consumo alrededor de la cual se establecieron modos de producción y de comportamiento.

Por otro lado, el shock de oferta que generó la pandemia, en función del efecto sobre la producción de China y de demanda en Occidente, reafirmará tendencias de “desglobalización” de la producción de ciertos bienes, “redundancia’ en la producción de otros y “sustitución” en otros tantos, reafirmando hegemonías competitivas en las que intervienen China, Rusia y la Union Europea vis a vis los Estados Unidos y los Mercados Emergentes optando por participar de distintas maneras con y en los distintos ejes.

En ultima instancia y pese a cierto pesimismo reinante, la Pandemia, precisamente por serlo, debería contribuir sin embargo a una actitud de cooperación y solidaridad a nivel global en la medida que la solución a la infección requerirá que la salud de unos demande la salud de todos.