La reelección de Putin da el pistoletazo para el rearme europeo, sin excluir una guerra abierta con Rusia
Juan Antonio Sanz-Público
Los fabricantes de armas, sobre todo estadounidenses, pero también la ambiciosa industria europea de defensa, se frotan las manos con la victoria de Vladímir Putin en las elecciones rusas celebradas este fin de semana. El inevitable resultado de estos comicios dominados por la represión ofrece a la Unión Europea la excusa perfecta para cerrar filas contra un enemigo externo y apostar por una carrera militarista que no excluye un choque directo y suicida con Moscú.
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