Decálogo del economista neoliberal
(Con dedicación especial al Dr. Felipe Pérez Martí)
SIMÓN ANDRÉS ZÚÑIGA| El acoso interno e internacional al proceso bolivariano y chavista, ha contado con un ataque feroz de los economistas de derecha. El objetivo último de esta campaña es borrar de la faz de la tierra la herencia histórica de los últimos 15 años de un proceso político de resistencia antineoliberal y anticapitalista.
Para los poderes del capitalismo mundial, Venezuela no sólo es una geografía a reconquistar, por sus recursos naturales, sino que es una amenaza por el ejemplo de soberanía, independencia y por atreverse a retomar el socialismo como promesa, para los pobres de la tierra, de una vida justa.
Borrar la memoria histórica es un requisito previo para la domesticación de la revolución. Crear la sensación de caos y terror es un requisito necesario para desconocer al Gobierno y retomar la conducción del Estado por parte de los capitalistas.
Es importante hacer notar la siguiente constatación: previo a las guarimbas, al ataque de la contrarrevolución y del paramilitarismo, se difundieron manifiestos de los economistas alineados con la defensa del capitalismo y de los sectores dominantes. Durante las guarimbas continuaron difundiéndose una serie de artículos –de venezolanos y extranjeros-apuntando a un objetivo más inmediato: posicionar la percepción de caos, de desquiciamiento y colapso de la situación económica. Este objetivo, de corto plazo, está inscrito en lo que correctamente ha denominado el economista Julio Escalona la estrategia imperial de ingobernabilidad permanente[1].
Estamos en una fase de la “Doctrina del Shock” descrita por Naomí Klein, donde luego del caos aparecerán los salvadores: los economistas neoliberales.[2]
De esta forma, se busca favorecer varios escenarios posibles: desde derrocar al gobierno, a través de diferentes vías, hasta obligarlo a negociar (vender) el modelo político a través de la negociación del modelo económico.
Cuentan a su favor con la situación de desabastecimiento e inflación que ellos mismos han contribuido a crear desde 2003. A través de ataques al bolívar, de la especulación, del sabotaje y del acaparamiento programado de bienes básicos para la vida cotidiana de la población. También cuentan con los errores y omisiones que el gobierno ha cometido.
En esta guerra asimétrica, de Cuarta Generación, tanto los medios corporativos de comunicación de masas (nacionales e internacionales) como los economistas neoclásicos son parte de los batallones más destructivos. Por tal motivo, los de la Sociedad de Economía Política Radical, elaboramos una guía para deconstruir el discurso económico dominante, utilizado por economistas neoclásicos. Es algo así como un primer decálogo para identificar vampiros, tanto visibles como encubiertos.
1-El sector privado es inocente, es un actor más en un juego;
2-El Mercado es sagrado y el Estado, por antonomasia, es obsceno. El gasto público es malo por definición; el déficit público es el demonio a dominar.
3-Los trabajadores organizados distorsionan el mercado. Los sindicatos, u otra organización de los trabajadores, son como los monopolios capitalistas, que imponen precios (salarios) que vulneran el mecanismo de “la mano invisible” del mercado;
4-La libertad es la libertad de los mercados, las libertades económicas están por encima de las libertades políticas;
5-La principal causa de la inflación es, en todo momento y en cualquier lugar, la cantidad del dinero
6-El pueblo, no es el pueblo: el pueblo es “la población”. No hay clases sociales, hay “factores productivos”;
7-La patria no existe, ni menos la nación, no somos Patria somos “mercados”. En el lenguaje del Banco Mundial, del FMI y de los recién graduados en economía de la UCV, UCAB, la ULA, la UC y “la Metro”, somos “mercados emergentes”. La palabra “patria” les causa hilaridad a la mayoría de esos jóvenes formateados y drogados por la ideología neoclásica;
8-Los militares no son Pueblo; deben ser instrumentos, que en todo caso, deben estar en los cuarteles o, en caso de emergencia, defendiendo los intereses de los capitalistas y terratenientes reprimiendo al pueblo trabajador, como lo hicieron en la IV República;
9-Los que saben de economía son los economistas, especialmente aquellos que se gradúen en “reconocidas” universidades del norte capitalista; y,
10-La economía es una ciencia exacta y la realidad, según ellos, es un modelo matemático que los políticos echan a perder cuando se les ocurre intervenir.
La guerra asimétrica y los economistas puros
El Gobierno es el único culpable según los economistas neoliberales. Ciertamente, todo gobierno tiene una alta responsabilidad en la política económica. Nuestro Gobierno Bolivariano no es la excepción. Nosotros, por el hecho de apoyar a este proceso político chavista-bolivariano, no debemos eludir la crítica-propositiva a los errores y omisiones que se han cometido en estos 14 años.
Sin embargo, hay dos acotaciones que tenemos que hacer al respecto. Primero, se puede ser crítico de la política económica del gobierno, terminando en una crítica de derecha. Esto es lo que hacen los diferentes economistas que se ubican en la oposición al proceso bolivariano, quienes terminan recomendando que la única salida es aquella donde se cambie radicalmente el modelo económico y se sustituya por las políticas económicas “modernas” enmarcadas en el Consenso de Washington.
Segundo, el ejercicio responsable de la crítica revolucionaria y de la autocrítica, está muy lejos de llegar al extremo de disociarse totalmente con la realidad, como cuando se hacen afirmaciones como las siguientes:
-“La inflación es responsabilidad fundamental del gobierno, no del sector privado”
-“Culpar al sector privado de la inflación es totalmente erróneo”
Eso es lo que, por lo general afirman economistas neoliberales declarados y confesos como Alexander Guerrero, Maxim Ross, Emeterio Gómez, y de forma sutil, José Guerra. Sin embargo, para sorpresa de algunos y confirmación de otros, la cita anterior es tomada de una respuesta de Felipe Pérez Martí a los camaradas de Marea Socialista[3] . En recientes declaraciones en los diarios 2001[4] y El Nacional[5], reafirma este punto de vista.
El economista Felipe Pérez Martí, con post-grado en la Universidad de Chicago, ex-profesor del privado Instituto de Estudios Superiores de Administración( IESA), utiliza con frecuencia su condición de ex-ministro de Planificación del gobierno de Chávez (2002, justo después del Golpe de Abril de 2002, hasta mediados de 2003). Se declara revolucionario, comunista utópico y guardián de la herencia de Chávez.
Cuando fallece Chávez, inmediatamente, resucita con fuerza Felipe, difundiendo un documento con título nada original (¿Qué hacer?), que se inscribe en su estrategia de confundir y manipular con una suerte de bipolaridad política que le hace atraer a cierta izquierda, despistada e ingenua, mientras logra espacios de resonancia a través de diarios de dudosas buena intención: El ABC de España, la columna Runrunes de Nelson Bocaranda en El Universal, el diario 2001 y, recientemente, el declaradamente golpista El Nacional.
Ciertamente, la única coincidencia que tiene Felipe con los comunistas es en la desaparición del Estado y de la competencia monopólica. Odia a Bill Gates, y a todos los monopolios. Pero por una razón diferente: cree con fe dogmática en el mercado. De ahí la simpatía que logra entre algunos anarquistas irresponsables.
Los neoliberales se mueven en un mundo irreal donde no hay confrontación, ni clases sociales. La referencia a que la especulación cambiaria es una expresión de la pugna distributiva por la renta petrolera, les suena una pistolada teórica. Banalizan el poder político que ejercen los que controlan el poder económico, porque en su mundo de fantasía, el “sector privado” es un “agente económico” que se mueve por expectativas racionales…De tal manera que, el que no comprenda esto, es un bruto ignorante de la “ciencia económica”.
De ahí que el ex-ministro de Planificación Felipe Pérez muestra “una gran valentía” cuando, fiel a sus conocimientos en las ciencias (económicas) ocultas aprendidas directamente de los sumos sacerdotes de la Chicago University, llega al extremo de desearle la cárcel no sólo a algunos de los ministros del Gobierno Bolivariano, sino al propio presidente Nicolás Maduro. Tal como se lee en la siguiente cita:
“A quien hay que meter preso por este inmenso crimen contra el pueblo, y contra la inteligencia, es al equipo económico, y al presidente mismo. Son los responsable directos.”
Arremete contra la dirección de Marea Socialista, tratando de ridiculizar su interpretación de la guerra económica. Aunque, como él mismo lo reconoce, es un desconocedor del marxismo.
Ciertamente, utiliza críticas que pueden ser la miel para atrapar abejitas incautas. Se vale del descontento y la preocupación existente en colectivos e individualidades revolucionarias para sembrar sus propuestas que se encuentran en el camino con las propuestas promovidas por la opositora MUD en su programa de gobierno o por los poderes del capital financiero internacional como el Bank of America.
Tanto el diagnóstico de los neoliberales, cargados del “individualismo metodológico” que les caracteriza, como las recetas que recomiendan, apuntan hacia el desmantelamiento de las instituciones y las prácticas alternativas que surgieron durante la presencia física del Comandante Chávez. Ahora atacan a los instrumentos de financiamiento alternativo (como el Fondo Chino o el Fonden), ridiculizan al gobierno, reclaman el retorno de la “independencia” del Banco Central; piden el desmantelamiento del control de cambio y proponen esquemas cambiarios basados en la fe del mercado…. Al final pedirán la privatización de la patria.
En el caso de Pérez Martí, pone como ejemplo la política cambiaria que impuso durante su breve gestión como ministro de Planificación. Veamos, en el gráfico siguiente (fuente BCV, http://www.bcv.org.ve/cuadros/2/222a.asp?id=81), cuáles son las consecuencias cuando se les deja gobernar a los ortodoxos neoliberales.
A principio del año 2002, las bandas cambiarias no aguantaron un escenario de confrontación con la banda de los capitalistas que luchaban por apropiarse de la renta petrolera y fugarla. Entonces,el Ministro de Planificación Felipe Pérez ensaya con un esquema de flotación, que lleva a un proceso acelerado de devaluación y fuga de capitales. Algunos recordarán sus apariciones en Venezolana de Televisión (VTV), parado frente a una biblia pidiéndole a los sorprendidos televidentes que si se creía fuertemente, que el tipo de cambio bajara, éste lo haría. No se sabe si por gracia divina o por sus santificados popes Thomas Sargent y Robert Lucas.
Finalmente, en febrero de 2003, “llegó el Comandante y mandó a parar”: se estableció el control de cambio, se anunció la creación de CADIVI, días después que Felipe había aparecido en su programa de VTV, jurando que no habría control de cambio.
En el documento ¿Qué Hacer? El economista Pérez propone una medida que muchos compartimos, y que le ayudó a atraer adeptos: la reforma fiscal para que los ricos paguen impuesto. Sin embargo, en sus recientes declaraciones asoma que sería inoportuno: “En este momento una reforma fiscal completa terminaría de descalabrar al sector privado más de lo que está, porque no se trata de hacer un ajuste neoliberal sino de una salida del desquiciamiento y que la economía comience a ser cuerda. Con el ajuste del que estamos hablando se resuelve el problema del déficit.” (ver la referida nota 5)
Lorenzo Mendoza (cabeza del oligopólico Grupo Polar), debe haber tomado nota de esta oportuna asesoría, para efectos de su estrategia de negociación en la Conferencia por la Paz.
En un esfuerzo vano por distanciarse del neoliberalismo, al señalar que no es necesario recortar el gasto público drásticamente, Felipe sugiere que el déficit fiscal se cerraría de una forma mágica: ¡eliminando la sobrevaluación!, para que las empresas nacionales compitan con las importaciones!.
Esta última propuesta encubre una conclusión de su propuesta de ajuste: los trabajadores pagarán este ajuste mientras los ricos seguirán su fiesta.
Por razones de espacio y tiempo, no agregaremos más comentarios a este tipo de análisis. Igual que en el caso del ex-asesor del General Baduel, Heinz Dieterich, recurrimos a la frase: “a confesión de parte, relevo de pruebas”
¿Giordani yo? La delación de Felipe Pérez
Según sus fuentes de información, Felipe Pérez ha dado la gran noticia al mundo: ha difundido que Simón Andrés Zúñiga es Jorge Giordani. Siento decepcionarlo, NO soy Jorge Giordani, soy un economista venezolano, investigador; soy un colectivo, por eso gran parte del contenido de los artículos son la cosecha de consultas y discusiones.
En respuesta a un reciente artículo de un economista estadounidense, que sale en defensa del gobierno, Felipe, en su grupo ¿Qué Hacer? cita negativamente a Zúñiga para argumentar en contra de éste economista[6]. A los compañeros de Marea Socialista, los trata de descalificar a través de una amenaza inocua, y por eso les advierte que él sabe que están asesorados por el otro yo del Dr. Giordani… En la última versión del documento ¿Qué hacer?, Felipe Pérez anexa la respuesta que le dio a Zúñiga (donde Felipe no da respuesta de señalamientos vitales que le hacemos). ¿Por qué tanto encono?
Se supone que, el economista Felipe Pérez, venía teniendo pesadillas, desde 2003, con Jorge Giordani y ahora aparece el espectro de Zúñiga, y la salida para la mente de este neoliberal fue una superposición de imágenes oníricas.
Sé que Felipe tiene una especie de trauma con Giordani, porque luego de haberlo sustituido en mayo de 2002, por nombramiento del presidente Chávez, el mismo Comandante reenganchó a Giordani en febrero de 2003. Chávez se trajo al pitcher anterior (Jorge Giordani), porque el relevo (Felipe Pérez) había dejado deslizar la tasa de cambio a niveles peligrosos y se le perdió la goma.
No entendemos la necesidad de involucrarnos en esa controversia: ese es un asunto entre Pérez y Giordani y, sobre todo, pendiente de Felipe Pérez con Chávez, quién lo destituyó con el filo de un sable…
Disculpe usted, amigo lector, pero quiero aprovechar esta infortunada y falsa delación del profesor Felipe Pérez (que se apresuraron en difundir los servicios informativos de la CIA en el país) para trasmitirle al breve exministro, el consejo de un amigo, antiguo militante del PRV, a quien le dicen “El Iluminado”.
Este viejo camarada, sabe que usted –Felipe- cree en cosas del más allá, en creencias metafísicas, y no nos referimos a la religión y a la metafísica que aprendió en ese monasterio llamado Chicago University, nos referimos a sus creencias espirituales que, por demás, respetamos profundamente. Basado en tal presunción, El Iluminado me dijo, “dígale al Dr. Pérez Martí que se está echando de enemigo, a una persona con un karma muy poderoso”. Según El Iluminado, “el monje Giordani representa tres reencarnaciones muy poderosas: es la reencarnación de Nicolás Maquiavelo (1469-1527), resucitado posteriormente en Giuseppe Garibaldi (1807-1882), luego en Antonio Gramsci (1891-1932)”.
No se preocupe Dr. Felipe, mis karmas son menos letales. Sospecho que en lo personal y colectivo , tal vez, sea la reencarnación del Negro Primero.
Notas
[1] Artículo de Julio Escalona, “La estrategia imperial de ingobernabilidad permanente contra el gobierno bolivariano”. En http://www.aporrea.org/tiburon/a183746.html
[2] Ver un video que resume la tesis de “La Doctrina del Shock, el auge del capitalismo del desastre” de Naomi Klein, en http://youtu.be/KLu7aAPhxAk
[3] Ver: “Ex Ministro de Planificación de Chávez pide prisión para Giordani, su equipo y hasta El Jefe Máximo” http://runrun.es/runrunes/90051/ex-ministro-de-planificacion-de-chavez-pide-prision-para-giordani-su-equipo-y-hasta-el-jefe-maximo.html
[4] Entrevista a Felipe Pérez Martí. “Si no hay un cambio radical, el pueblo chavista tumbará al gobierno”. Entrevista de Luz Mely Reyes, Diario 2001, pág. 23, domingo 02 de marzo de 2014.
[5] Entrevista a Felipe Pérez Martí. Nuevo préstamo de China es perjudicial y nos pone al borde del precipicio http://www.el-nacional.com/economia/Nuevo-prestamo-China-perjudicial-precipicio_0_368363370.html
[6] Artículo de Mark Weisbrot “Respuesta al exministro Felipe Pérez Martí. La economía venezolana tiene desequilibrios pero no se está derrumbando”. http://www.rebelion.org/noticia.php?id=178397
*Economista venezolano, miembro de la Sociedad de Economía Política Radical