Cristina en Indonesia: Estamos convencidos de la necesidad de la cooperación Sur-Sur
CRISTIAN CARRILLO| En su paso por Indonesia, la presidenta argentina cuestionó a Inglaterra por no acatar las resoluciones de Naciones Unidas. También criticó a la OMC por favorecer a los países centrales y propuso fortalecer la relación entre las naciones emergentes.
Página 12
Cristina Fernández de Kirchner aseguró que la relación con Indonesia no tiene techo.
“La paz no se consigue militarmente sino política y socialmente. No se pueden resolver nuevos problemas con viejas ideas”, señaló ayer la presidenta Cristina Fernández de Kirchner durante la cena de honor que le ofreció su par de Indonesia, Susilo Bambang Yudhoyono, al hacer escala en Yakarta, como parte de la gira que está llevando adelante por Oriente. De esta manera, la Presidenta adelantó lo que será la posición argentina cuando ocupe un escaño en el Consejo de Seguridad de Naciones Unidas. En ese sentido, criticó a los que ocupan una silla en ese cónclave sin respetar lo que dispone el plenario, en clara alusión a la negativa de Inglaterra de discutir la soberanía de las islas Malvinas en el marco del Consejo. “Somos un claro testimonio de cómo se utiliza el sillón permanente para incumplir las órdenes; y aprovecho para mencionar el caso Malvinas, ejemplo del doble standard que se da en ese organismo”, sostuvo la mandataria. En igual sentido hizo alusión a las resoluciones que toma la Organización Mundial de Comercio, según se trate de países centrales o en desarrollo, por lo cual reclamó que se reformulen las características de estos organismos.
“Yakarta. 8 de la mañana. Llueve torrencialmente. Hoy por la mañana reunión con el presidente de Indonesia y luego ampliada con funcionarios”, anunció la Presidenta por Twitter. Tras dos días de intensas lluvias, la tormenta de ayer, la más grande en cinco años en Yakarta, terminó por inundar sus principales calles. La mayor precipitación se registró cerca de las 10, precisamente a la hora en que estaba prevista la reunión bilateral con Yudhoyono. Si bien la mandataria y toda su comitiva se encontraban listos para acudir al convite, el gobierno de Indonesia decidió posponer el encuentro para evitar poner en riesgo la seguridad de la jefa de Estado hasta definir un camino alternativo más seguro. La reunión se concretó finalmente a las 12.30 (2.30, hora argentina), luego de una modificación en el recorrido al Palacio de Gobierno, en la avenida Thamrin, en la zona conocida como el triángulo dorado. Con el agua rozando los 80 centímetros y el caos vehicular típico de esta ciudad, llevó más de una hora y media arribar a la Casa de Gobierno para el resto de la comitiva. Debido a la inundación fue dispuesto un asueto administrativo y declarado el estado de emergencia.
La agenda también debió ser modificada para evitar suspender alguna de las reuniones previstas. Con Yudhoyono hubo dos, la primera de carácter bilateral, de la que surgieron una serie de acuerdos (ver aparte) y la cena de honor. Cristina fue agasajada con bailes típicos en el escenario frente a la mesa principal. Estuvo acompañada por el canciller Héctor Timerman y el secretario de Comunicación, Alfredo Scoccimarro. Tras el ágape los mandatarios ofrecieron una declaración conjunta.
“El próximo año nos tocará integrar el Consejo de Seguridad de Naciones Unidas. Desde allí, desde ese puesto, no representaremos únicamente a la República Argentina, sino a todos aquellos países que están comprometidos en un mundo donde haya más paz y seguridad”, señaló la jefa de Estado, al retomar las felicitaciones que recibió de parte del presidente indonesio por esta distinción. La mandataria hizo hincapié en que aquellos crímenes que el organismo persigue son producto de la pobreza y la desesperación, y que se resuelven con una “mejor calidad de vida para todos los habitantes de este mundo”. “Los fenómenos que hoy atacan al mundo en distintas latitudes, desde el narcotráfico al terrorismo internacional, tienen también sus raíces y sus causas en la falta de esperanzas y de expectativas de muchísima gente que termina refugiándose o creyendo que esos pueden ser los caminos para una vida mejor”, detalló Fernández de Kirchner, tomando distancia de las recomendaciones de mayor militarización.
Al referirse al cónclave de la ONU, aprovechó para introducir el debate sobre la soberanía de las Malvinas. Por la mañana Yudhoyono le reiteró el apoyo de su país a la posición argentina, hecho que Cristina agradeció en su declaración en la bilateral. La crítica apuntó a la impunidad que se percibe en algunos países miembro, al no acatar las reglas. La semana pasada Naciones Unidas informó que aceptó el pedido argentino de distribuir en calidad de documento en la Asamblea General la carta que Fernández de Kirchner envió al primer ministro británico David Cameron para incorporar en el contenido del programa sobre la Cuestión de las islas Malvinas. “Somos un claro testimonio de cómo se utiliza ese sillón permanente en el Consejo de Seguridad para incumplir las mismas órdenes que esa Asamblea de Naciones Unidas impone. Tenemos múltiples resoluciones de Naciones Unidas, de su Comité de Descolonización, de otros foros internacionales, absolutamente todos respaldando la decisión de Naciones Unidas de que Inglaterra se siente a negociar con la Argentina la cuestión de soberanía. No pretendemos que se nos dé la razón, simplemente que se cumpla la norma que ha establecido Naciones Unidas”, detalló.
También apuntó sobre la condescendencia de estos organismos supranacionales con los países centrales, citando el ejemplo de la OMC, donde Argentina está denunciada, pese a mostrar una mayor apertura comercial que muchas economías desarrolladas. “Se nos dice a algunos de nosotros que violamos las reglas de la Organización Mundial de Comercio, porque hay subsidios. Sin embargo, la República Argentina, productor por excelencia desde tiempos inmemoriales de productos agrícola ganaderos, sufrió durante todo el siglo XX y sigue aún sufriendo los subsidios agrícolas que la Unión Europea parece no mirar y que la Organización Mundial de Comercio ignora”, apuntó. Recordó que las relaciones de intercambio comercial fueron siempre favorables a los países desarrollados, pero advirtió que “el surgimiento de todo el Sudeste asiático, junto con la India, trastocó este mapa y hoy hay una nueva realidad global, donde los productores de materias primas, alimentos y energía son protagonistas”, subrayó la jefa de Estado.
Este último punto le permitió enlazar la cuestión de la relación entre las economías del Hemisferio Sur y su necesaria complementariedad. “Estamos convencidos de que la cooperación y articulación inteligente de las economías emergentes, cooperación Sur-Sur, con países como Indonesia y la Argentina, contribuyeron en la última década a sostener e incrementar el crecimiento de la actividad global”, señaló. En este sentido, exhortó a un nuevo abordaje en las relaciones entre los países.
Por último, se refirió a los cambios en el modelo cultural, desde el Consenso de Washington hasta la recuperación actual del rol del Estado. “Cuando se comienzan a descubrir burbujas, a explotar bancos, financieras y aseguradoras en el mundo, o a producirse las masivas ejecuciones de hipotecas y desalojos, ¿a quién se recurre? Al Estado. Es el Estado quien tiene que inyectar ingentes recursos para financiar los sistemas financieros, que precisamente a partir de los derivados y de creer que el dinero se reproduce a sí mismo, sin pasar por el circuito de la producción de bienes y servicios, produjo esa catástrofe que empezó en el 2008, que aún desgraciadamente no ha terminado y este año que pasó parece profundizarse”, aseguró la Presidenta. En respuesta a esa situación, propuso fortalecer la relación entre los países emergentes. “Relación que, me atrevo a decir, no tiene techo”, remarcó en referencia al vínculo con Indonesia.
Cristina parte hoy hacia Ho Chi Minh (Vietnam), mientras que los empresarios continuarán con las rondas de negocios, muchas canceladas ayer a causa del tremendo temporal.