Nada más chavista que la Constituyente

Elías Jaua | 

Por lo menos 52 mil candidatos y candidatas, inscritos, para integrar la Asamblea Nacional Constituyente son la respuesta popular más contundente a las “vanguardias iluminadas”, a la burguesía reaccionaria y a la pequeña burguesía que, enredada en su ideología liberal burguesa, intenta contraponer a Hugo Chávez con la convocatoria a una Asamblea Nacional Constituyente, en este año 2017.

Centremos en el debate las diferencias que resolveremos gracias a la Asamblea Nacional Constituyente

Cualquiera puede oponerse a la iniciativa constitucional tomada por el Presidente Nicolás Maduro porque crea que no es oportuna; crea que la vamos a perder; no comparta sus objetivos políticos o simplemente le tenga miedo al poder originario del pueblo y a su capacidad de mejorar, transformar y de cambiar todo lo que tiene que ser cambiado.

Sin embargo, no es ético que la dirigencia opositora y mucho menos que individualidades del Chavismo o que fueron chavistas, a los cuales respeto por ser o haber sido compañeros y compañeras en algún tramo de este largo camino revolucionario, intenten usar el legado del Comandante Chávez para oponerse a una propuesta que lo que busca es que el pueblo en ejercicio de su poder soberano despeje el horizonte de la Patria.
El poder originario recae en la voluntad del Pueblo, y es el Pueblo quien define el rumbo de nuestra Patria.

Hugo Chávez y la Revolución Bolivariana fueron los que trajeron las ideas de proceso, Poder y Asamblea Constituyente a este tiempo político. Así ha quedado expresado en innumerables documentos, tales como el Libro Azul, a principios de los años 90:

“Es decir, el pueblo como depositario concreto de la soberanía debe mantener su fuerza potencial lista para ser empleada en cualquier momento y en cualquier segmento del tejido político, para reparar daños a tiempo, para reforzar algún desajuste o para producir transformaciones que permitan el avance…”

En el documento del Movimiento V República (MVR) de diciembre de 1997, “Acerca del Proceso Constituyente”:

“El Poder Constituyente no desaparece al agotarse la etapa anterior (asamblearia), sino que se integra con el Poder Constituido mediante la inserción en el texto de la nueva Constitución de los mecanismos que permitan su reaparición en cualquier momento histórico”.

En las conclusiones del Encuentro Nacional Político Organizativo del MVR, en enero de 1999:

“Sin la Constituyente no hay garantía de éxito para el proyecto transformador. De aquí que sortear las dificultades, vencer los desafíos que el adversario erige frente al proceso Constituyente, requiere mantener al pueblo movilizado”.

En la propuesta de Reforma Constitucional, el 15 de agosto de 2007:

“Sólo y sólo y sólo yo acepté ser candidato a la Presidencia de la República en 1998, porque veíamos una posibilidad de que, una posibilidad de que llegando al gobierno pudiéramos abrir las compuertas al poder constituyente originario, sin necesidad de volver a las armas, que era otra opción, que no quisiéramos nunca tomar, no quisiéramos nunca tomar de nuevo, pero no está en nuestras manos decretar los caminos de la historia”.

En el discurso del 15 de febrero de 2009, tras la victoria de la Enmienda Constitucional:

“Las puertas del futuro que hemos abierto, porque eso es lo que hoy ha ocurrido fundamentalmente, hemos despejado el horizonte político nacional, hemos abierto los portones de unos nuevos horizontes, y esos nuevos horizontes necesitan verdaderamente instituciones que puedan abrazar el futuro, que puedan garantizar el futuro, las instituciones de la República, necesario es que terminemos de crearla, de refundarla, de cumplir el mandato del pueblo constituyente de 1999…

En todos estos documentos y discursos queda claro que la tesis constituyente del Comandante Chávez, es una defensa a ultranza del poder del pueblo, contrapuesta a las formalidades que el constitucionalismo liberal burgués impone, para limitar o congelar el accionar de la soberanía popular.

Por eso afirmamos que no hay nada más chavista que convocar a una Constituyente, no porque nos autoproclamemos exegetas, guardianes, del pensamiento de Chávez, como algunos y algunas si pretenden hacerlo, sino porque tuvimos el privilegio de compartir con él, el parto de sus ideas y porque además su pensamiento está escrito y testimoniado audiovisualmente. Así que los “Guardianes de la Religión” sobran en esta historia que hemos construido entre todos y todas.

No obstante, debemos reconocer la legítima inquietud que desde sectores del pueblo nos llegan ¿Por qué vamos a Constituyente? Vamos a Constituyente para ejercer nuestro Poder y reorganizar un Estado que ha sido impactado por la corrupción, la traición y la acción de las élites burguesas, generando impunidad, violencia política, odio social y falta de gobernabilidad sobre el mercado económico (bachaqueo, contrabando, especulación, privatización de facto, etc.). Vamos a Constituyente por más de lo que logramos en la Constitución Bolivariana de 1999, vamos por más poder para el pueblo a través de la inclusión en la nueva Constitución de las Comunas y Empresas Comunales, como parte del modelo de Economía Mixta que defendemos, así como del sistema de Misiones y Grandes Misiones Socialistas para preservarlas para siempre. Vamos a Constituyente para que nuestra juventud garantice y amplíe sus derechos hacia el porvenir.

Finalmente quiero insistir en esto, nosotros estamos convencidos de que la nueva Constitución debe ir a referéndum popular para su aprobación, pero decidirlo es una competencia de la Asamblea Nacional Constituyente, por eso debemos lograr una mayoría Chavista contundente para garantizar que así sea. Las élites siempre pactaron entre ellas las constituciones, la idea de que el texto Constitucional sea aprobado por el pueblo la trajo el chavismo en 1999 y por cierto la dirigencia opositora llamó a votar que No se aprobara.

En cuanto al referéndum previo para convocar a la Asamblea Nacional Constituyente (ANC), de manera expresa éste no fue incorporado por los y las constituyentes como consta el diario de debates del 9 de noviembre de 1999, porque ya estábamos creando la figura de la ANC en el nuevo texto constitucional, que por cierto fue aprobado en referéndum popular el 15 de diciembre de ese mismo año. Más claro no canta un gallo.

La Constitución Bolivariana es obra de los revolucionarios y revolucionarias, nosotros y nosotras la hicimos, la aprobamos, la hemos defendido durante 18 años en las calles, especialmente el 13 de Abril de 2002, y con los votos. Nuestro Comandante Chávez la sometió a revisión en 2007, en 2009 y nosotros y nosotras la vamos a proteger, mejorar y expandir hacia el futuro con el proceso popular Constituyente en marcha. Dios mediante, pueblo mediante así será.