El boicot financiero

nuclear armas bancosEleazar Díaz Rangel| Últimas Noticias
Gradualmente se van conociendo las diversas expresiones de la agresión contra Venezuela desde Washington. En su época, el presidente Chávez denunció como se había prohibido suministrar a Venezuela equipos de repuestos a los aviones F-16, pese a que el contrato suscrito obligaba a esa fábrica de aviones a reemplazar los equipos o piezas en desuso. Era un descarado boicot. Fue uno de los motivos que llevó al gobierno a negociar con Rusia los aviones Sukhoi, superiores a los F-16.

Esa prohibición se hizo extensiva a Brasil, entonces gobernado por Lula y donde Venezuela adquiría aviones de transporte en cuya fabricación usaban tecnología estadounidense. Hubo que deshacer esas negociaciones. Varios de los F-16 quedaron inoperativos y seguramente fueron canibalizados. Entonces se miró hacia China y otros países. Limitaciones similares existen respecto a unidades de la Armada, y seguramente respecto a otras tecnologías en unidades de defensa antiaérea, etc.

Ahora es Jorge Rodríguez quien, en una larga entrevista en La Razón, suelta otra perla. En este caso, se trata de las prohibiciones a las instituciones financieras multinacionales de prestarles un dólar a Venezuela. Sus palabras textuales fueron: “El mercado internacional no nos ha dado opción”, y ofreció varias; de orden político, con o sin Maduro, Venezuela siempre tendrá capacidad de pago. “Pero no, el problema es político, porque creen que si nos ahorcan económicamente, lo arrodillan y renuncia (Maduro); y desaparece el chavismo”.fondomonetariointernacional1359067329

Como ven, allá en Washington piensan igual que la oposición local (o al revés), que Maduro está contra las cuerdas, que lo tienen acorralado, que si favorecen el diálogo (aquí) o acceden al préstamo (allá) es ayudar a que se salve, a que tome un segundo aliento, como esos boxeadores que están por caer.

Esa política de EEUU no es nada nueva. Se la aplicaron a Allende. Les transcribo este párrafo de Pinochet: Los archivos secretos, elaborado según los miles de documentos desclasificados por ordenes del entonces presidente Clinton: “Libres de obstrucciones estadounidenses, el Banco Mundial y el Banco Interamericano de Desarrollo volvieron a poner en marcha sus programas de préstamos para Chile. Mientras entre 1971 y 1973 el BID prestó a Chile un total de 11,6 millones de dólares, durante los tres primeros años del gobierno de Pinochet esa cifra ascendió a 237,8 millones de dólares. El Banco Mundial, que no había concedido préstamo alguno al gobierno de Allende, autorizó entre 1974 y 1976 créditos por valor de 66,5 millones de dólares”.

Esa política de severas restricciones para préstamos a Chile se había aplicado antes contra Cuba y después contra Nicaragua. De manera que lo que hacen ahora contra Venezuela no es ninguna novedad y persiguen el mismo objetivo: debilitar financieramente el gobierno de Maduro, persuadidos de contribuir a precipitar su salida.

Se me ocurre preguntar cómo es que algo tan grave lo denuncia Jorge casi circunstancialmente, porque le preguntaron “¿no es un error estar pagando si hay requerimientos importantes a lo interno?” y respondió que precisamente por eso es que estaban “pidiendo refinanciamiento”, etc. ¿No es otra expresión de la política de guerra no convencional, y de la guerra económica, que por su gravedad debió ser denunciada al país, con pelos y señales, o bien por el presidente Maduro o bien por el equipo de ministros de economía y el presidente del BCV? Es decir, si Gabriela González no le hace esa pregunta, no se habría informado de que la banca internacional nos cierra el crédito por meras razones políticas. Aunque habría seguido la ola de rumores.