Sixto Pereira: Fue una maniobra de la oligarquía sojera
TIEMPO ARGENTINO| Sixto Pereira, de 53 años, fue socio fundador del Movimiento de la Teología de la Liberación del Paraguay y durante su adolescencia conoció la concentración de la tierra disfrazada de reforma agraria que repartió millones de hectáreas entre amigos, socios y familiares de la dictadura de Alfredo Stroessner y fue uno de los cuatro senadores que se opusieron desde el Parlamento a la destitución de Fernando Lugo.La semana pasada, dejó por unos días su precandidatura presidencial por el Partido Popular Tekojoja dentro del Frente Guasú y se transformó en uno de los principales negociadores parlamentarios del ahora ex mandatario.
-¿Por qué Fernando Lugo decidió aceptar la decisión del Congreso y no convocó a la defensa de su gobierno en las calles?
-Hay que entender el espíritu de pacificación y negociación de Lugo. Como dijo en su conferencia, esto es un teatro montado, pero se somete a la decisión. Hay que entender este escenario en un contexto mucho más amplio para no quedarse simplemente en la reacción del presidente. Acá hubo un golpe político –algunos dicen un asalto– organizado por quienes controlan las tierras de forma ilegal y que en gran medida fueron el elemento que sirvió de sostén de Stroessner. Durante la dictadura, a través del Instituto de la Reforma Agraria, se apropiaron de 12 millones de hectáreas. En Paraguay, es el más grande latifundio y además es ilegal.
-¿El golpe lo organizó la oligarquía terrateniente?
-La oligarquía terrateniente y sojera que no quiere pagar impuestos, que no quiere leyes ambientales, que no tributa y que a partir de sus partidos políticos conservadores oligárquicos como Patria Querida, el Partido Liberal y el Colorado pusieron en práctica una unidad de acción para derrocar a la democracia. También contaron con el apoyo de las empresas de medios de comunicación y una parte de los obispos.
-¿El gobierno sufrió su propia política de alianzas?
-No. Con el Partido Liberal, que es uno de los partidos de la derecha, teníamos acuerdos programáticos, reivindicaciones democráticas, como la soberanía energética, la soberanía alimentaria y el salario mínimo. Hemos coincidido. Pero ahora los liberales decidieron aliarse con los colorados para dar un golpe colorado y oligárquico.
-¿La atención hoy está en la región?
-La región ya se pronunció, la Unasur desconoció al supuesto presidente. Paradójicamente, mientras 40 parlamentarios apoyaron el golpe y derrocaban a un presidente legal y legítimo, en la plaza había más de 15 mil personas defendiéndolo y 12 cancilleres vinieron a respaldarlo.
-¿Qué escenario prevén hasta las elecciones de abril próximo?
-Estamos conformando un frente amplio popular y democrático y vamos a discutir un plan de lucha para desconocer al gobierno, además de demandas y juicios a nivel internacional. Vamos a capitalizar el desencanto de los afiliados pobres de los partidos de la derecha.