La reforma energética y la ley de seguridad interior de cara a las elecciones de 2018

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Alejandro Guerrero|
Una tendencia inobjetable dentro del mapa político mexicano son los alineamientos y coaliciones políticas que se producen en un escenario donde las fronteras político ideológicas parecieran desdibujarse. La última elección estatal de 2016 ha sido una muestra en ese sentido, donde izquierda institucional (el Partido de Revolución Democrática) se alió con la ultraderecha (el Partido Acción Nacional), para debilitar al gobernante PRI. De igual modo, en el año 2012 surgió el Pacto por México: una alianza entre los tres partidos políticos más importantes (PRD, PAN y PRI) para impulsar una agenda de contrarreformas constitucionales, que desmanteló muchas de las conquistas alcanzas por la Revolución Mexicana.

Este rasgo peculiar es fundamental para el análisis de coyuntura en el nivel de las correlaciones de fuerzas inmediatas, que a la fecha concentra la atención de los mexicanos en tres temas: la instrumentación de la reforma energética, el curso legislativo que actualmente sigue la propuesta de ley de seguridad interior y, por supuesto, las elecciones presidenciales de 2018.

A la fecha […] la atención de los mexicanos [se concentra] en tres temas: la instrumentación de la reforma energética, el curso legislativo que actualmente sigue la propuesta de ley de seguridad interior y, por supuesto, las elecciones presidenciales de 2018.

En particular, los dos primeros temas expresan la dinámica de ciertas facciones de los grupos de poder articulados en los partidos políticos y el Estado. Es decir, el México de arriba que confronta con lógicas e instrumentos de clase con fuerzas políticas de abajo que asumen estos tres puntos en torno a la defensa de sus territorios y de sus reivindicaciones históricas. El México de abajo se sigue manifestando vigorosamente, no sólo cuando aparece en las expresiones organizadas de lucha popular, donde el EZLN y las policías comunitarias en el sur del país juegan un papel clave, sino también en prácticas comunitarias vibrantes tejidas en resistencias diversas y múltiples, vigentes no sólo en las luchas territoriales de contextos rurales, sino también en escenarios urbanos.

El adecuado análisis de estos asuntos pasa por elementos estructurales, que para el caso mexicano encuentra su referente inmediato en el Tratado de Libre Comercio de América del Norte, vigente desde 1994, a través del cual México quedó integrado al esquema de aprovisionamiento energético de Estados Unidos, consolidando a América del Norte como una realidad geopolítica. El capitalismo, aún en su fase neoliberal, demanda de instrumentos político-militares de Estado para garantizar la inversión y la incorporación de nuevos territorios y fuerza de trabajo.
La reforma energética impulsada por el gobierno de Peña Nieto es […] el desmantelamiento de la presencia estatal en ese sector, arruinando a Petróleos Mexicanos y a la Comisión Federal de Electricidad.

La reforma energética impulsada por el gobierno de Peña Nieto es el siguiente paso: el desmantelamiento de la presencia estatal en ese sector, arruinando a Petróleos Mexicanos y a la Comisión Federal de Electricidad. Sin embargo, lo importante de la operación privatizadora no sólo es el desmonte formal del monopolio de Estado, agenciada por las propias elites mexicanas, sobre los recursos energéticos del subsuelo, ni siquiera la apertura a la inversión de las más grandes empresas petroleras del mundo, sino que abre la posibilidad de que el capital fósil se lance sobre los activos de la que alguna vez fuese una de las principales empresas estatales de petróleos del mundo.

No obstante, la reforma energética ocurre en el contexto de la caída de los precios internacionales del petróleo y, más allá de esta coyuntura político-económica, de la crisis del paradigma energético hasta ahora dominante, basado en la explotación de combustibles fósiles convencionales, alojados en grandes depósitos en el subsuelo. Este hecho ha propiciado la incorporación de técnicas devastadoras, intensivas y expansivas, de explotación de fósiles no convencionales: los pozos destinados a la fracturación hidráulica para la explotación de gas y petróleo shale son hoy una realidad que amenaza con destruir los territorios del golfo de México y a las comunidades que habitan allí.

La vocación territorial de estas formas de explotación demanda esquemas de seguridad que garanticen la rentabilidad de la inversión, un proceso que ha acompañado la integración económica desde 2002, cuando México fue integrado a la jurisdicción del Comando Norte y del Homeland Security.

Esto implica que la reforma energética desnacionaliza un sector que fue estratégico para la expansión de la economía mexicana en el siglo XX. Pero hay más, la vocación territorial de estas formas de explotación demanda esquemas de seguridad que garanticen la rentabilidad de la inversión, un proceso que ha acompañado la integración económica desde 2002, cuando México fue integrado a la jurisdicción del Comando Norte y del Homeland Security, desplazando en la práctica la frontera sur de Estados Unidos hasta Chiapas y reforzando la injerencia del Pentágono en asuntos de defensa nacional, patente en hechos como la capacitación que desde 2003 ha suministrado el US Army a las fuerzas de policía mexicanas, proceso que ha repercutido en la militarización de la estrategia de seguridad pública y ha creado un ambiente de excepcionalidad, violencia generalizada e impunidad que podría ser formalizado con la ley de seguridad interior.

Donald Trump es, en materia de política exterior, otro presidente que se incorpora a una la matriz de intereses hegemónicos del complejo bélico-industrial que mantiene en funcionamiento a una economía como la de Estados Unidos.

Vale la pena recordar que todos estos hechos ocurrieron bajo el mandato de George Bush y de Barack Obama, resaltando el hecho de que Donald Trump es, en materia de política exterior, otro presidente que se incorpora a una la matriz de intereses hegemónicos del complejo bélico-industrial que mantiene en funcionamiento a una economía como la de Estados Unidos.

*Universidad Nacional Autónoma de México,