Comité Olímpico Internacional ordena a Twitter eliminar cuenta de periodista venezolano Luigino Bracci

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Luigino Bracci|

Desde el pasado sábado 6 de agosto en la noche, no puedo escribir desde mi cuenta@Lubrio en la red social Twitter. Aparece el mensaje: “Tu cuenta (@lubrio) se encuentra actualmente suspendida”. Es una cuenta que mantengo desde enero de 2008; tenía unos 42 mil 900 seguidores y unos 133 mil tuits en total.

Según los correos enviados por la empresa Twitter, la causa se debe a reclamos realizados por el Comité Olímpico Internacional (COI) debido a que subí videos cortos, de no más de 90 segundos, sobre varios hechos ocurridos en los Juegos Olímpicos:

  • el abucheo al presidente interino de Brasil, Michel Temer, en su discurso
  • el paso de la delegación venezolana durante la inauguración de los Juegos
  • un fragmento de la competencia de dos nadadores venezolanos
  • el error de un intérprete, entre otros.br fora temer oli

Dos correos enviados por la empresa Twitter también señalan que mi cuenta fue “suspendida de manera permanente”.

Debo acotar que en Venezuela, el país donde vivo, el subir estos videos no constituye violación de la Ley, porque el artículo 49 de nuestra Ley de Derechos de Autor señala:

“A los fines de la información sobre sucesos de actualidad por radiodifusión o cinematografía, es lícito radiodifundir o registrar las imágenes y sonidos de breves fragmentos de obras que se hagan perceptibles, visual o auditivamente, durante el transcurso de los sucesos sobre los cuales versa la información”.herramientas-analisis-seguimiento-Twitter

Todos los vídeos que subí eran registros audiovisuales de fragmentos de sucesos de actualidad, transmitidos por la Televisora Venezolana Social (TVES), medio de comunicación adscrito al Ministerio de Comunicación e Información del gobierno venezolano, que tiene permiso del Comité Olímpico Internacional para transmitir los Juegos Olímpicos en señal abierta. Ninguno de los fragmentos breves superaba los 90 segundos de duración, ni tampoco me estoy beneficiando económicamente de esto de ninguna manera.

Por otro lado, no recibí ninguna advertencia previa, ni de la empresa Twitter ni del Comité Olímpico Internacional, de que estaba haciendo algo violatorio de sus normas. 

En mi escrito de apelación a la empresa Twitter, señalé que no he hecho nada ilegal ni inapropiado según las leyes del país donde nací, y que la “suspensión permanente” de una cuenta con 8 años de funcionamiento y más de 133 mil tuits, sin que se hubieran emitido mecanismos previos de advertencia, no parece otra cosa sino un vulgar acto de censura contra un comunicador venezolano, dado además el carácter controversial de algunos de los hechos noticiosos eliminados (como el abucheo a Michel Temer).

Hay que acotar además que el COI no solicitaba eliminar mi cuenta Twitter,sino el retiro de los videos. La decisión de eliminar la cuenta y sus 133 mil tuits es exclusiva de la empresa Twitter.

Aún así, el tema de cómo instituciones deportivas parecieran estar más preocupadas por las ganancias por concepto de derechos de autor que por el éxito del deporte, sin duda que es algo que tiene que debatirse. Ha sido bastante controversial que el COI, por ejemplo, prohiba los GIFs animados y otras formas de videos cortos en cualquier red social, que determinadas etiquetas de Twitter se consideren marcas registradas o que los atletas tengan prohibido tuitear cualquier palabra registrada por el COI, tales como 2016, Rio de Janeiro, Gold, Silver, Bronze, Challenge, Performance, Sponsors o Victory. Demuestra el poco conocimiento y la gran ignorancia que el COI tiene sobre Internet.

Soberanía y leyes

Pero además, este es un tema de soberanía. En el pasado hemos señalado lo peligroso de que empresas ubicadas en el extranjero, sin oficinas en nuestro país, simplemente no están obligadas a obedecer las leyes venezolanas a pesar de que cuentan con millones de usuarios en Venezuela. Peor aún: hacen valer las leyes de sus países de origen, y no nos queda otra sino aceptarlo o no usar ese sitio web.

Con el caso de Twitter, no es posible ir a la Fiscalía, a la Defensoría del Pueblo o a la Comisión Nacional de Telecomunicaciones (Conatel) a denunciar las decisiones unilaterales de una empresa que no tiene oficinas en nuestro país. Y aún si se pudiera, no quisiera imaginar la controversia que se formaría si alguna institución venezolana ordenara bloquear el acceso a Twitter, como ha ocurrido en Brasil cuando jueces de dicho país soberanamente han solicitado información de presuntos narcotraficantes a la empresa Whatsapp y ésta se negó a entregarla.

Tal vez la eliminación de una cuenta Twitter sea poca cosa, pero recordemos un poco lo que pasó en Venezuela en 2014, durante las protestas violentas conocidas “Guarimbas” o “La Salida”: allí recordamos como cientos de tuiteros amenazaban de muerte no sólo al presidente Nicolás Maduro, sino a cualquier persona que se declarara “chavista”.

En el artículo “John Kerry, Internet y la Libertad de Expresión en Venezuela durante 2014“, dejamos registrado cómo estos tuiteros difundían sus direcciones de habitación, teléfonos y otros datos personales, llamando a atacar a estas personas. Estas amenazas provenían no sólo de cuentas anónimas, sino de tuiteros reconocidos como el músico Willie Colón o el famoso general opositor Angel Vivas, quien llamaba a colocar guayas o alambres en las vías para decapitar a motorizados “chavistas” que transitaran por las vías, lo que ocurrió en varias ocasiones.

No hubo casos de cuentas de bloqueadas por la empresa Twitter, ni siquiera de tuits eliminados. Sabemos que lo opuesto ocurre en Estados Unidos o cualquier otro país donde alguien osara amenazar de muerte al Presidente o a cualquier civil.
En este artículo dejamos una completa reseña de todo lo ocurrido en esos días.

En esa misma situación continuamos hoy: esta vez es simplemente la eliminación de la cuenta de un tuitero, mañana puede ser que publiquen la dirección de tu casa y llamen a la gente a matarte por tener determinados ideales políticos. ¿Estarás de acuerdo con esa falta de legislación sobre empresas que no están radicadas en el país?

¿Sómos los venezolanos quienes vivimos en dictadura? ¿Qué pasará si un futuro gobierno de derecha decida obedecer al pie todas las leyes y normas de propiedad intelectual y derechos de autor que intentan imponer desde Estados Unidos al resto del mundo, a través de tratados multinacionales como el TPP y similares?

Simplemente lo dejo para la reflexión; no estoy llamando a bloquear a Twitter, pero sí a que, algún día, cuando las condiciones políticas y sociales sean pertinentes, hagamos valer nuestra soberanía sobre estas empresas extranjeras que creen que no tienen que obedecer nuestras leyes.

Dejo, como constancia, el correo que el Comité Olímpico Internacional envió a la empresa Twitter, y la lista de videos que solicitó eliminar. Estos correos electrónicos me fueron enviados por la empresa Twitter una vez decidida la suspensión permanente.

(Ese correo se envió una vez por cada video que se solicitó eliminar)