Los compilados musicales de la lucha contra la megaminería y el extractivismo

A partir de la salida al aire del Cancionero sin cianuro, un disco madrynense que se suma a la causa contra la megaminería en Chubut, no está de más hacer un repaso de otras propuestas similares en la provincia, en Latinoamérica y más allá.

Los cancioneros han sido una marca registrada en la música de protesta latinoamericana de los años 60 y 70, donde las canciones pasaban de uno a otro intérprete con el objetivo explícito de generar una unidad entre los pueblos en busca de su liberación. A veces ese gran cancionero terminaba en algún c  ompilado y en otras ocasiones Mercedes Sosa, Soledad Bravo u otres cantantes lo repasaban a solas en algún vinilo.

Hoy en día no parece existir un cancionero de unidad interregional (quizás la excepción a la regla sea “el violador eres tú”) pero vemos que se están armando compilados con búsquedas comunes, ya no contra el imperialismo o la violencia autoritaria, sino por una causa que empieza a hacerse más y más central en la sensibilidad social, la defensa del ambiente. Así que no está de más repasar esta discografía.

En 2017 el disco doble Música contra Monsanto ponía ritmo y distorsión al “Stop Monsanto”. Varios músicos-activistas se sumaron a la propuesta, como Manu Chao, PIL y los violadores de la ley, Raza Trunka, Paloma del Cerro o Sara Hebe.

Dos años antes, también en Chubut …y que el agua corra (2015) hacía que en la capital del extractivismo (Comodoro Rivadavia) el arte se ponga del lado del líquido vital. El disco fue fruto de los Festivales por el agua y la vida que se hicieron entre 2013 y 2018. Los cheremeques, Alakrán Márquez, Naara, Liliana Ancalao, Martín Damián y Cosecha especial por citar algunes, nos regalaron mucha poesía y también bailongo.

Al igual que en la Patagonia, en la provincia chilena de Huasco, desde hace más de una década están en defensa contra el proyecto Pascua Lama. También allí en 2008 diversos artistas chilenos se sumaron a Unidos por el agua decimos NO a Pascua Lama. Folklore y rap se cruzan en este disco donde aparece, como rareza, una canción-recitado del recientemente fallecido Horacio Fontova.

Otros compilados, con otros perfiles y otras luchas se pueden encontrar en otras partes de nuestro país, de la región y alrededor del mundo. Algunos ejemplos para ampliar el panorama son:

Canciones urgentes para mi tierra, con un perfil más pedagógico. Ramiro Lezcano junto a sus alumnes de diversas escuelas rurales de Santa Fe y Córdoba invitan a distintos músicos (Hilda Lizarazu, Peteco y Roxana Carabajal, Stuka, Claudia Puyó, Pablo Milanés y muchos más) a grabar canciones para “una nueva conciencia ambiental”.

Muy distinta es Mamazonia: Odes to the Forest (Vol.1 y Vol. 2), una obra de fines de 2019 para ayudar a los pueblos originarios del Amazonas víctimas de los incendios forestales. Aqu í se juntaron DJ’s de diversas partes del mundo para armar dos volúmenes con sonidos que remitan a la selva y la biodiversidad. Entre otros podemos encontrar a El Búho, Nirso, Jin Yerei, Xique Xique y mezclado entre elles a María Betánhia.

También de Brasil llegó una propuesta donde participaron los reconocidos Gilberto Gil, Arnaldo Antunes, Ney Matogroso, Lenine (y también María Bethânia) junto a otros veinte in  térpretes, denominada Demarcação já!. Entonan una misma canción de unos 15 minutos compuesta por Chico César con letra de Carlos Rennó para que se haga efectivo un derecho conquistado en la Constitución de 1988 que demarca las regiones donde unos cien pueblos originarios habitan. Durante el gobierno de Temer estaban siendo avasallados en favor de los empresarios rurales para el avance de la soja y el maíz transgénico principalmente.

Una década atrás, en Colombia, la red Seikywia/Arte para la tierra junta a 52 artistas, entre los cuales se encuentran músicos tradicionales koguis y arhuacos junto a Andrea Echeverri, Doctor Krápula, Sargento García, Manu Chao o Sidestepper y grabaron Abre Sierra renace Bakatá(2009) para apoyar los procesos de recuperación de territorios y tradiciones ancestrales en la Sierra Nevada de Santa Marta.

Otra década más atrás, en la Península Ibérica el rock se puso de pie contra las corridas de toros, animales de laboratorio y otras injusticias con En defensa de los animales (1998). Este álbum unió a La polla records, Ojos de brujo, Ska-P y Reincidentes entre algunos más.

Y si incluso, si viajamos a 1979 a la nación más destructiva, nos podemos encontrar con el disco triple No Nukes: The Muse Concert for a Non-Nuclear Future, una grabación en vivo del concierto por una “energía segura” (antes de Chernovyl). Bruce Springsteen, Tom Petty and The Heartbrakers, Crosby, Still and Nash son algunos nombres de los que aún suenan en nuestras radios.

Volviendo a Chubut, una provincia donde logramos que no haya basurero nuclear ni que en la vecina provincia de Río Negro haya centrales nucleares y en donde, además, la megaminería está prohibida, no podemos quedarnos relajados. La ley que tenemos desde 2003 no contempla la exploración, no dice nada sobre las empresas mineras subsidiando proyectos e instalando sus oficinas, tampoco dice sobre que se reúnan o no con legisladores, intendentes y medios de comunicación a soñar un futuro perforador y, no menos importante, no prohíbe la minería del uranio.

Es por esto que las asambleas de la provincia han decidido generar una Iniciativa Popular, que con las firmas de un 3 % del padrón se debería tratar en diputados y sancionarse, para terminar con el merodeo de las empresas ambientalmente desastrosas alrededor del poder político y económico local.

En el Long Play Cancionero sin cianuro podrán encontrar una murga femenina de estilo uruguayo (y otra mixta), ska, folk, reggae, poesía, funk y una lírica “dispuesto a luchar” como se titula una de sus canciones, dejando en claro, como dice otra letra, que “ya no nos callamos más … que la tierra es una , no tenemos otra más”.