Cultura y felicidad

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Luis Britto García

Escribí un cuento, “Ser”, que es a la vez una lista de artículos de consumo y la biografía de un consumidor
ÚN.- Escribí un cuento, “Ser”, que es a la vez una lista de artículos de consumo y la biografía de un consumidor. Cultura es el conjunto de prácticas y productos de una sociedad que no resultan directamente del instinto, sino de una creación novedosa. Somos lo que consumimos. Somos nuestra cultura, y esta es un compendio de bienes culturales asimilados y un aproximativo retrato de nuestra colectividad. Veamos qué dice la I Encuesta Nacional de Imaginarios y Consumo Cultural, del Ministerio de la Cultura y GIS XXI.

Tradiciones y música 

Una mayoría de 20,1% de encuestados asimila cultura a “tradiciones”, punto de vista que comparten 23,7% de los jóvenes entre 18 y 29 años. ¿Cultura sería solo lo antiguo y quizá lo caduco? El concepto es asimilado a “Música” por 11,6% de los encuestados, a “Pinturas/Cuadros” solo por 8,9%, y a “Conocimiento” apenas por 6,2%. Somos un pueblo más auditivo que visual e intelectivo. Un mayoritario 22,4% considera que “bailar” es lo que mejor representa el concepto de cultura, contra 14,9% que la asimila a “Aprender” y 12,5% que la identifica con “Pintar/Esculpir”. Que viva la música.

Caribeñismo e iven cultura negradentidad

¿Qué ritmos privilegiamos? ¿Estamos penetrados por el rock y sus derivaciones? No: la salsa, música urbana del Caribe, es la segunda preferida en los estratos A, B y C, y la primera en los estratos C y D. El caribeñísimo merengue puntea también alto: es la cuarta preferencia en los estratos A, B y C, y la tercera en la D y E. El rubro “Baladas románticas/boleros/ canciones de siempre/rancheras” puntúa tercero en los estratos A y B, primero en el C, tercero en los estratos D y E. Reguetón y vallenato están de últimos en todos los estratos, acompañados, ay, de la Música Clásica, que ni figura en las predilecciones de los D y E. El rock y el jazz agrupan predilecciones insignificantes. Nuestro gusto musical es latino, o caribeño, como nosotros.

La Encuesta también señala que, en una escala del 1 al 20, los venezolanos sentimos que somos felices en 16,6%; casi nueve décimas del total. Practicamos una cultura de la felicidad, quizá el bien más deseable del planeta. No dejemos que nos la arrebaten.