El Gobierno boliviano denuncia a Evo Morales por “intentar un golpe de Estado”
El Gobierno boliviano denunció penalmente al expresidente Evo Morales por “intentar un golpe de Estado” en medio de una crisis social marcada por bloqueos de carreteras en Cochabamba y Santa Cruz de la Sierra. Morales es acusado de instigar las protestas que exigen la renuncia del presidente Luis Arce y de presionar para viabilizar su candidatura en las elecciones de agosto, a pesar de estar inhabilitado por el Tribunal Constitucional.
- Sin propuestas: la comedia electoral en medio de la crisis boliviana
- Graves peligros acechan a Bolivia
- Arrancó la carrera electoral en Bolivia: ¿un lucha de egos?
La denuncia formal incluye cargos de terrorismo, instigación pública a delinquir, obstaculización de procesos electorales, atentados contra la libertad de locomoción y expresión, entre otros delitos graves. La acusación se basa en un audio difundido en el que supuestamente se escucha la voz de Morales convocando a extender los bloqueos hacia La Paz y calificando la situación como “la batalla final”. Morales calificó el audio como un “montaje” y denunció persecución política.
El ministro de Gobierno, Roberto Siles, advirtió que no permitirán un golpe de Estado y pidió al Ministerio Público actuar con rapidez. La crisis se agrava por la escasez de combustibles y una inflación creciente, que han generado un ambiente de convulsión social en Bolivia. Morales, líder del Movimiento al Socialismo (MAS), niega estar vinculado a todos los brotes de indignación, pero mantiene su llamado a resistir la eliminación de su candidatura.
Este episodio se enmarca en un contexto de alta tensión política tras el intento de golpe de Estado de 2024 y las acusaciones cruzadas entre el oficialismo y la oposición. La situación mantiene al país en estado de alerta, con bloqueos que afectan la movilidad y la economía, mientras el Gobierno busca contener la crisis mediante acciones legales y posibles medidas de fuerza.