Ecuador: El apoyo indígena a Luisa González puede definir las elecciones

Eloy Osvaldo Proaño

El balotaje del 13 de abril en Ecuador definirá si el ultraderechista Daniel Noboa, quien asumió la presidencia en noviembre de 2023 para completar el mandato del destituído Guillermo Lasso tras ganar una elección atípica, obtiene un mandato completo hasta 2029 o si el progresismo regresa al poder con Luisa González, quien aspira a convertirse en la primera mujer en ser electa presidenta de Ecuador, con el apoyo de sectores indígenas.

La decisión política de la CONAIE podría ser decisiva. Las más de 75 organizaciones que la integran debatieron en la Asamblea Plurinacional y dejaron un mensaje claro: Ni un sólo voto a la derecha. Pero el respaldo llegó con condiciones:  no a la nueva constitución; no a la minería a gran escala a cielo abierto; defender los sectores estratégicos públicos y amnistía e indulto para los defensores de derechos humanos y de la naturaleza.Luisa González agradece el apoyo de la CONAIE, dirigida por Leonidas Iza, y anuncia una agenda

Rápidamente, Luisa González agradeció el apoyo que le dio esta semana Leónida Iza, presidente de la Confederación de Nacionalidades Indígenas del Ecuador (CONAIE) y candidato que quedó tercero en la primera vuelta con el 5% de los votos, y propuso una mesa de diálogo con los indígenas

Este respaldo supone un giro no solo en la campaña sino en la política nacional desde el proceso constituyente de 2007/2008, porque se volvió a lograr una relativa unidad de las izquierdas populares. La brecha entre Noboa y González fue de 19 mil votos e Iza consiguió 500 mil, muy por encima de lo que necesita el correísmo para sacar ventaja a Noboa.

En la primera vuelta del 9 de febrero, Noboa obtuvo el 44,17% de los votos, superando por un estrecho margen a González, quien alcanzó el 43,97%. El actual mandatario, de 36 años, centró su campaña en el fortalecimiento de la seguridad -anunciando el contrato de mercenario de Blackwater, mientras que González prometió restablecer los programas sociales de la administración de Rafael Correa (2007-2017).

Leonidas Iza: ¡Ni un solo voto a la derecha en Ecuador!El empate técnico  dejó al Gobierno de Noboa desorientado:  había desplegado una campaña de comunicación a todo terreno y días antes de la elección difundió en redes sociales encuestas que lo daban ganador en primera vuelta. Era el escenario que manejaba el oficialismo pero no fue el que expresaron las urnas. Si en la primera vuelta se trataba de presentar propuestas claras, este último tramo es “emocional” y ambos candidatos buscan llevar mensajes de “esperanza y aliento”, entre otros.

Es evidente que el resultado de la primera vuelta no fue lo que esperaba Noboa, quien asumió como el más joven de la región e hijo del empresario más rico del país, tras desplegar una campaña multimillonaria en la que jugó con el binomio la vieja política (el correísmo) versus lo nuevo. Pero el  relato de campaña no funcionó: no logró recomponer su narrativa. Los analistas anticipan un proceso marcado por la polarización y la difusión de desinformación en un país políticamente dividido entre el correísmo y el anticorreísmo.

Correísmo y anticorreismo

Tanto en las elecciones del 2021 como en las del 2023 el desafío del correísmo fue romper el corset del núcleo duro para ampliar la alianza entre los sectores de izquierda, indígenas y progresistas. En ninguna de esas dos elecciones lo logró. Pero ahora, en el segundo intento de González logró hacerse del apoyo condicionado de gran parte del movimiento indígena y saca ventaja por los escándalos que sacuden al Gobierno desde su ajustadísima victoria en la primera vuelta ero.

Correísmo y anticorreísmo: ¿hay realmente diferencias sustanciales?Mientras, el Consejo Nacional Electoral (CNE) de Ecuador resolvió este jueves prohibir el uso de teléfonos celulares y otros dispositivos electrónicos durante la votación de la segunda vuelta presidencial del 13 de abril. La medida, aprobada con tres votos a favor y una abstención, responde a la solicitud de Noboa, quien denunció que en la primera vuelta electoral del 9 de febrero grupos criminales presionaron a los votantes para favorecer a una determinada candidatura y les exigieron fotografías de sus papeletas como prueba de su voto.

La consejera del CNE Elena Nájera, quien se abstuvo en la votación,  se mostró en desacuerdo con la resolución y la calificó como resultado de las “presiones externas del poder de turno”. El alcalde de Guayaquil, Aquiles Álvarez,  aseguró que los tres consejeros del CNE que la aprobaron “quedarán en el basurero de la historia”.

Ambos candidatos cuestionaron la labor del CNE y denunciaron irregularidades en la primera vuelta, aunque las principales misiones de observación electoral, como la Unión Europea (UE) y la Organización de Estados Americanos (OEA), calificaron el proceso como transparente y sin evidencias de fraude. La campaña electoral para la segunda vuelta comenzará el 24 de marzo y concluirá el 10 de abril.

Manotones de ahogado de Noboa

Noboa falló en su intento de privatizar el mayor yacimiento petrolero ecuatoriano, el Campo Sacha: la escasa transparencia en la negociación desató una cascada de críticas, pues una de las empresas de ese consorcio tendría lazos familiares con el mandatario. . Hizo que sindicatos petroleros que no eran afines al correísmo se hayan alineado con González. Es un escándalo que puede permear en los votos blandos que apoyaron a Noboa en la primera vuelta:  es posible que el antinoboismo siga nutriendo la candidatura de la joven progresista.

Según el movimiento indígena, ese proceso para ceder el control del campo más productivo de Ecuador a manos privadas se llevó a cabo “de manera oscura y sin transparencia”. La CONAIE alertó que, de firmarse el contrato, el 87,5 por ciento de las ganancias quedará en manos de la empresa extranjera, mientras que el país solo recibirá el 12,5 por ciento, y  sostuvo que esa privatización representaría una pérdida de más de ocho mil millones de dólares para Ecuador.

“Este saqueo no es casualidad. Daniel Noboa está desesperado por recursos para usar el Estado con fines electorales y pretende hipotecar el futuro del país para mantenerse en el poder”, añadió.

Asimismo, Noboa anunció en su cuenta de X una alianza estratégica para enfrentar el narcotráfico con apoyo del fundador de la firma de seguridad privada Blackwater, involucrada en la matanza de 17 civiles en Bagdad en 2007. El crimen organizado ha sembrado miedo y ha creído que puede operar con impunidad. Se les acaba su hora. Empieza la ayuda internacional en Ecuador, agregó.

La decisión de recurrir a los servicios de los mercenarios paramilitares acusados a matar civiles ha generado otra polémica, y preocupación porque Noboa, si no es reelegido, deberá entregar el mando a la progresista Luisa González.

*Analista e investigador ecuatoriano, asociado al Centro Latinoamericano de Análisis Estratégico (CLAE, www.estrategia.la)