Qué socialismo ni ocho cuartos
Todo venezolano, cuando menos todo revolucionario, tiene derecho a preguntar -y de manera pública- por las razones que llevan a Nicolás Maduro a pretender reelegirse como presidente de la república. En las democracias más relativas, esas que promueven el liberalismo, los partidos de gobierno hacen el aguaje de discutir públicamente quiénes podrían ser sus candidatos. En realidad, lo hacen para medir el potencial apoyo o rechazo que pudieran tener entre sus propios electores.
Leí en “La Iguana” el anuncio gubernamental realizado por Maduro en su programa del pasado lunes, dijo él: la Ley de Fomento de Exportaciones no Petroleras marca la ruta del nuevo modelo económico… Yo no vi el programa -confieso que me resulta cuesta arriba-, pero ¿qué diablos tiene de novedoso el fomentar las exportaciones de un país? Todas las economías, las capitalistas y las socialistas tratan de hacerlo y ese propósito nada, obviamente, tiene que ver con su modelo. Así estamos, el problema de Maduro -para decirlo suavemente- es hablar de perseguir un teórico modelo socialista, siguiendo planes económicos capitalistas. Se entiende teniendo al lado, en el sector de la economía, a gente como Jesús Farías, que no es comunista y ni siquiera economista.