Cuba enfrenta intentos desestabilizadores: “no vamos a entregar la Revolución”

Elmer Pineda Dos Santos

(Xinhua/Joaquín Hernández)
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El presidente de Cuba, Miguel Díaz Canel, denunció que, en las inéditas protestas de este domingo contra el gobierno, hubo una intromisión de Estados Unidos con la intención de «legitimar la idea de que el gobierno cubano no puede controlar al coronavirus». El jefe de Estado habló luego de la marcha de miles de personas en varias ciudades de la isla que criticaron, en especial, el accionar del Ejecutivo en el manejo sanitario de la pandemia. «Son acciones de desestabilización política históricas que tienen lugar contra Cuba y que se han intensificado particularmente durante la pandemia», dijo.

Patria y Vida. Que se vayan. Abajo la dictadura, fueron algunas de las consignas. Los manifestantes repudiaban el desabasto, la carestía de alimentos, los cortes de luz en medio de la pandemia y lo que consideraron falta de respuesta de las autoridades. Algunos ondearon banderas de Estados Unidos.

Agencias internacionales de noticias indicaron que hubo varios arrestos y riñas, pero no hubo enfrentamientos importantes en La Habana, y señalaron –además- que la policía lanzó gas lacrimógeno y el servicio de Internet fue interrumpido. Radio Martí, con sede en Miami, reportó además protestas en Santiago, Holguín y Cárdenas, y el portal alemán DW en Palma Soriano.

En respuesta, miles salieron en defensa del gobierno en La Habana, Cienfuegos, Ciego de Ávila, Artemisa, Jobabo, Maceo de las Tunas, Caibarien, entre otras localidades, reportó la prensa cubana,  con fotos y videos dando cuenta de esas manifestaciones.

“De manera muy sutil, esos que nunca se han opuesto al bloqueo (el embargo económico decretado por Estados Unidos en 1962) ahora han incentivado campañas que buscan legitimar la idea de que el gobierno cubano no puede controlar al coronavirus», sostuvo Díaz Canel. «Convocamos a todos los revolucionarios a salir a las calles a defender la revolución en todos los lugares», subrayó en un mensaje televisado.

La primera marcha se registró en San Antonio de los Baños, un pueblo rural de 34 mil habitantes en la provincia de Artemisa, donde  funciona la Escuela Internacional de Cine y Televisión creada en 1986 bajo el estímulo de la Fundación del Nuevo Cine Latinoamericano, que presidía el escritor colombiano Gabriel García Márquez.

Las protestas se replicaron en otras localidades como Güira de Melena y Alquízar en la provincia occidental de Artemisa, Palma Soriano en la oriental Santiago de Cuba, Cienfuegos y La Habana. Es la primera vez que un grupo grande de cubanos sale a las calles de La Habana a protestar contra el gobierno desde el famoso «Maleconazo» de 1994, durante la presidencia de Fidel Castro.

¿Casualidades? Mientras un grupo de mercenarios colombiano-estadounidenses asesinaban en Puerto Príncipe al presidente Jovenal Moïse, el opositor venezolano, Juan Guaidó, no quiso perderse la ocasión para manifestar su apoyo a los manifestantes. «Desde Venezuela, reiteramos nuestro respaldo a todo el movimiento pro-democracia en Cuba. Nos une la lucha por vernos libres y democráticos», escribió Guaidó.

En su intervención, que ocurre en el peor momento de la epidemia de Covid-19, con un aumento a 6.923 casos, de ellos, 6.882 autóctonos, y 47 fallecimientos, Díaz-Canel explicó cómo la coincidencia de múltiples elementos ha derivado en una compleja situación epidemiológica, alimentaria y social.

Alertó que las campañas difamatorias desde el exterior y mediante las redes sociales persiguen un estallido social masivo en Cuba y “convocar a las llamadas intervenciones humanitarias que terminan en intervenciones militares e injerencias, que aplastan los derechos, la soberanía, la independencia de todos los pueblos”.

Díaz-Canel se refirió al recrudecimiento del bloqueo estadounidense, la inclusión de Cuba por Estados Unidos en la lista de países supuestamente patrocinadores del terrorismo, el cierre de las principales fuentes de ingresos de divisas del país: el turismo, los viajes, las remesas y la exportación de los servicios médicos, con una feroz campaña de descrédito.

Como consecuencia, agregó, Cuba está viviendo una aguda situación de desabastecimiento de alimentos, medicamentos, materias primas, insumos, combustible y piezas de repuestos necesarios para el funcionamiento de la economía, la producción de rubros exportables y de bienes y servicios para la población.

“Todo esto ha provocado un grupo de insatisfacciones, ha acrecentado problemas acumulados que no hemos podido resolver”, unido a una campaña mediática que como parte de la llamada guerra no convencional, “trata por una parte de fracturar la unidad entre partido, gobierno, Estado y pueblo”.

A todo esto, dijo, hay que sumar la pandemia. “En medio de todas esas restricciones, con las reservas que ha creado el país, con lo poco que teníamos en el país, con lo poco que hemos logrado adquirir en este año y medio, es que hemos enfrentado todos estos retos y todos estos desafíos y lo hemos hecho con valentía”, destacó.

En ese difícil contexto, el país avanzó en el desarrollo de proyectos vacunales y tiene ya una vacuna, la primera en Latinoamérica, con la cual se está inmunizando progresivamente a la población, una decisión que contrarrestó la imposibilidad del país de adquirir inmunógenos foráneos, debido a las limitaciones financieras.

Una de las vacunas desarrolladas por Cuba contra el coronavirus, la Soberana 02, alcanzó una eficacia del 91,2 por ciento con la aplicación de sus tres dosis. Además de esa vacuna los científicos cubanos también desarrollaron con buenos resultados la Abdala, otra de las inoculaciones anticovid creadas por el país caribeño.

Díaz Canel dijo que con las nuevas cepas del SARS-CoV-2, más agresivas, la acumulación de casos superó las capacidades de hospitalización, lo que obligó a crear otras adicionales, en medio de limitaciones de generación eléctrica, que condujeron a incrementar los apagones, lo que “ha provocado también irritación, incomprensión, preocupaciones y afectaciones a la población”.

Si este gobierno es tan ineficiente, brutal, si es una dictadura como dicen, entonces por qué no levantan el bloqueo económico de Estados Unidos, cuestionó en intercambio con los ciudadanos de San Antonio de los Baños. Añadió que el gobierno reconoce que hay cosas por mejorar y perfeccionar, pero recordó que el cerco estadounidense es el principal obstáculo para que la nación pueda salir adelante.

“Como si los brotes de pandemia no hubieran existido en todo el mundo, la mafia cubanoestadounidense, pagando muy bien, en redes sociales a influencers y youtubers ha creado toda una campaña… y ha llamado a manifestaciones en todo el país”, declaró Díaz-Canel.  Explicamos que estamos en una coyuntura difícil, a partir de las medidas que adoptó la administración (de Donald) Trump con el objetivo de asfixiar la economía del país, para provocar un estallido masivo y llamar a una intervención humanitaria».

“Habrá una respuesta revolucionaria. Por eso convocamos a todos los revolucionarios comunistas a que salgan a la calle, donde se van a producir estas provocaciones y enfrentarlas con decisión, instó el mandatario y proclamó: La orden de combate está dada, a la calle los revolucionarios. No vamos a entregar la revolución. Tienen que pasar por encima de nuestros cadáveres si quieren enfrentar la revolución. Estaremos en las calles combatiendo.

Desde Washington, la secretaria de Estado adjunta para las Américas, Julie Chung, llamó a la calma. “Estamos profundamente preocupados por los ‘llamados al combate’ en Cuba. Abogamos por el derecho de reunión pacífica del pueblo cubano”, indicó la funcionaria, quizá extrañada por la reacción de las autoridades cubanas.

* Periodista cubano asociado al Centro Latinoamericano de Análisis Estratégico (CLAE, www.estrategia.la)