La CryptoCIA, escándalo explosivo en Suiza
Sergio Ferrari, desde Suiza
Imágenes de archivo sobre el general golpista Rafael Videla y hechos represivos de la última dictadura argentina (1976-1983) reaparecieron en las últimas horas en el principal noticiero televisivo suizo. Igual que flashes sobre la invasión norteamericana a Panamá en 1989. Así mismo, la prensa helvética reproduce en sus ediciones de este segundo miércoles de febrero, fotos, textos y comentarios sobre el ya denominado escándalo de la Crypto (operación Rubicón).
Esta empresa, con sede en Steinhausen, en el Cantón de Zug, dedicada a producir y exportar aparatos para el descifrado de comunicaciones secretas a más de 100 países del mundo, era, en realidad, propiedad secreta de la Central de Inteligencia Americana (CIA) y de Alemania Occidental. Según el expediente de 280 páginas divulgado en las últimas horas por la televisión pública suiza (SRF), los servicios de inteligencia de ambos países compraron en 1971, conjuntamente, bajo la fachada de una fundación registrada en Liechtenstein, la Crypto AG.
A partir de entonces y, prácticamente, hasta 2018, los servicios de inteligencia de esos dos países pudieron escuchar, leer, descifrar, interpretar e incorporar en sus acciones político-militares, cientos de miles de mensajes intercambiados entre gobiernos, embajadas y comandos militares de todo el mundo. Según las investigaciones, Crypto distribuía dos tipos de productos: uno, completamente seguro, y el otro, inseguro y de fácil descifrado, que fue el más extendido y promocionado.
La Crypto comercializó miles de máquinas de encriptado a un centenar de países, entre los cuales: Chile, Argentina, Brasil, Uruguay, México, Colombia, Perú, Venezuela, Nicaragua, España, Grecia, Egipto, Arabia Saudí, Irán, Irak etc.
Informaciones secretas de trascendencia histórica
El cotidiano Der Bund, uno de los más prestigiosos de Suiza, publica este miércoles 12 de febrero, dos páginas, además de la tapa, sobre el escándalo que amenaza ya tener repercusiones políticas significativas en el país.
La foto central es la del hundimiento del crucero militar de bandera argentina ARA General Belgrano durante la Guerra de las Malvinas. El artículo y la ilustración sugieren que, informaciones sensibles como la que llevó a la destrucción del buque argentino, podrían haber sido descifradas por la empresa de fachada suiza.
Hundimiento crucero General Belgrano
El mismo periódico, que en su versión en línea publica fotos del Golpe de Estado en Argentina de 1976, establece algunos de los momentos más dramáticos de la historia del siglo pasado en los que pudieron tener un peso determinante las informaciones descifradas por dicha empresa.
O bien, situaciones relevantes que, a la luz del actual escándalo, se podrían esclarecer con informaciones adicionales hasta ahora secretas. Entre otras, el Golpe de Estado de Chile en 1973; el de Argentina en 1976; la Guerra Irán-Irak (1980-1988); la Guerra de las Malvinas (1982); la invasión norteamericana a Panamá (1989); la crisis de los rehenes en Irán (1991).
Otros medios de prensa señalan que operaciones como las del Plan Cóndor (de coordinación represiva de las dictaduras sudamericanas en los años 70 y 80) se habrían implementado, entre otras, gracias a informaciones procesadas con los instrumentos de descifrado y escucha de la Crypto.
Destape mediático con corolarios políticos
Detrás de toda esta revelación, una investigación de alto nivel promovida conjuntamente por The Washington Post, de Estados Unidos de Norteamérica; la TV alemana ZDF; y la SRF helvética. El cotidiano estadounidense, calificó esta operación como el “golpe de inteligencia del siglo” y uno de los “secretos mejor guardados de la Guerra Fría”.
El mismo martes 11 de febrero – día de la revelación del escándalo- las autoridades suizas confirmaron la apertura de una investigación de alto nivel sobre la actuación durante décadas de la empresa de “bandera helvética” Crypto AG. A la cabeza de la misma, un antiguo juez federal.
En Suiza, la pregunta clave se refiere a la eventual complicidad de los gobernantes, en el pasado, con el accionar de la empresa. Algunos analistas anticipan que es inimaginable que una operatividad de esta envergadura se haya podido desplegar sin que los propios servicios de seguridad helvéticos estuvieran informados.
En esa dirección dirigentes de los principales partidos políticos del país se pronunciaron en las últimas horas en cuanto a la necesidad de clarificar hechos y responsabilidades. Incluso, como el Partido de los Verdes, sería imaginable poner en marcha una comisión de investigación parlamentaria.
Organizaciones de la sociedad civil local también comienzan a alzar sus voces ante la magnitud del escándalo que pone en serias dudas la proclamada neutralidad helvética.
Tal el caso de Amnistía Internacional Suiza. Uno de sus responsables afirmó a la agencia de noticias nacional ATS-Keystone que la cuestión es de saber si las informaciones sobre violaciones de derechos humanos graves, provenientes, por ejemplo, de las dictaduras militares latinoamericanas, llegaron a los servicios de informaciones nacionales o al Gobierno. Y en ese caso, cuál fue la actitud asumida por los mismos.