Comunicación integrada e integradora: hacia una cultura de la integración
KINTTO LUCAS| En América Latina y América del Sur la integración es estratégica. Dentro de ese proceso, la Unión de Naciones Suramericanas (Unasur) tiene un rol fundamental a jugar en el mundo de bloques que se va perfilando.
UNO
Unasur es el proceso más importante de integración que involucra a toda América del Sur. Surgió como una propuesta desde lo político, llevando adelante acciones trascendentes para solucionar conflictos, proteger la institucionalidad en los países suramericanos, fortalecer políticas de defensa y sociales integradoras, e inclusive posicionándose como un bloque a tener en cuenta a nivel mundial en el desarrollo de un mundo multipolar.
Más allá de las diferencias políticas o de visión económica entre los países que la integran, ha logrado levantarse como espacio de acuerdos y entendimientos desde la diversidad y ha generado un proceso integrador diferente. Ahora es necesario afianzar la Unión como bloque de poder e interlocución mundial. Dentro de ese proceso es fundamental afirmar la institucionalidad de sus diferentes instancias, particularmente de la Secretaría General.
Sin embargo, para proyectar la integración en América Latina y América del Sur, se debe crear una base simbólica que le dé sustento y aporte a una cultura de la integradora más allá de la muletilla de la Patria Grande.
La cultura del silencio impuesta por las dictaduras y reivindicada por buena parte de los grandes medios de comunicación, creó cimientos simbólicos para la integración de la represión, cuyo mejor ejemplo fue el Plan Cóndor. Cimientos para la desintegración de América Latina y América del Sur.
Si bien de a poco se fue dejando atrás esa realidad, parte de los grandes medios sigue jugando el mismo papel, e intenta recomponer ese sostén para la desintegración, atacando los procesos integradores y reivindicando procesos que fortalecen la dictadura del mercado.
Por lo tanto, en la construcción de una base simbólica y cultural de la integración juega un papel fundamental la comunicación. En ese proceso, un principio a rescatar es el de la democratización de la comunicación que pasa también por la democratización de los medios y debe vincularse a una política común integrada e integradora desde los distintos ámbitos, con el objetivo de fortalecer el camino integrador y aportar en la consolidación de esa base simbólica hacia una cultura de la integración.
La política de comunicación integrada e integradora debe desarrollarse desde los gobiernos, los medios alternativos, los medios públicos y las instancias de integración. Debe partir del significado de la Integración como proyecto estratégico y abrir el debate en América del Sur sobre el significado de la integración y los beneficios de consolidar procesos como el de Unasur o de la Comunidad de Estados Latinoamericanos y Caribeños (Celac).
En una política integrada e integradora los medios públicos y alternativos deben asumir una comunicación liberadora. Si, como hasta ahora, siguen copiando la lógica de la comunicación dominante poniendo énfasis solo en la efectividad el mensaje, con una mirada-producto de la comunicación, seguirán aportando poco o nada al proceso integrador. Es necesario dar mayor contexto, marco histórico, mostrar la multiplicidad de actores en los procesos de integración y abrir un debate desde el pensamiento crítico. Cuando solo se intenta imponer el mensaje las grandes masas no lo asumen como propio. Por lo tanto, cuando solo se intenta imponer el mensaje sobre integración termina siendo rechazado o se asume superficialmente y finalmente se olvida.
TRES
Para consolidar un futuro integrador hay que consolidar un pasado integrador.
Por eso es necesario que los medios públicos y alternativos cumplan un rol activo en la recuperación de la memoria histórica sobre integración más allá de los repetidos discursos rememorando a Simón Bolívar. Una política de comunicación integrada e integradora debe crear vínculos entre los medios, las universidades, centros de investigación y los procesos de integración, para realizar actividades conjuntas y armar una red que aportará en la consolidación de la base simbólica y cultural de la integración.
Desde el Centro de Comunicación e Integración de la Secretaría General de Unasur en los últimos meses iniciamos una recuperación de toda la memoria histórica de Unasur, organizando toda la documentación que es la base del proyecto estratégico de integración de América del Sur que se irá consolidando con el fortalecimiento de toda la Unión. Es fundamental que esa documentación esté al alcance de las universidades e instituciones y organismos vinculados con la integración, y además de los propios medios de comunicación. Además de esa recuperación de documentos está la recuperación de datos e indicadores necesarios para consolidar el proceso integrador. Por otro lado, también se inició la necesaria vinculación con las universidades de América del Sur, estableciendo vínculos a nivel académico, organizando actividades conjuntas y trabajando en el posicionamiento de la integración suramericana a nivel universitario y educativo en general con el objetivo de aportar y caminar hacia esa cultura de la integración.
Además, el CCI conecta mediante una tecnología de punta a las distintas instancias de Unasur permitiendo que se puedan desarrollar reuniones mediante videoconferencias y otras herramientas. Eso agilitará los procesos en los consejos sectoriales, grupos de trabajo y otras instancias y permitirá hacer un seguimiento permanente de políticas comunes, acuerdos, proyectos que van tejiendo la unidad de nuestras naciones y fortaleciendo la integración. Es una herramienta importante para una política integrada e integradora.
Los Institutos de Unasur también son importantes para una política integrada e integradora, y para consolidar una base simbólica y cultural, porque brindan a la integración elementos necesarios para elaborar políticas públicas comunes en las áreas que trabajan. El Instituto Suramericano de Gobierno en Salud (ISAGS) aporta a Unasur la generación de conocimiento para ir consolidando una mejor calidad de las políticas de salud en nuestros países, de las políticas comunes. Por lo tanto, realiza un aporte fundamental para mejorar la salud de la población de América del Sur.
El Centro de Estudios Estratégicos de Defensa (CEED) aporta con análisis, estudios y bases teóricas necesarias para consolidar una política estratégica de defensa desde América del Sur, desde una mirada común de nuestros países. Es una instancia necesaria para América del Sur, pero antes por diferentes intereses era imposible implementar, entonces asumíamos una estrategia común de defensa con los ojos de potencias externas.
Sin embargo todavía falta establecer una política integrada e integradora entre los institutos, el CCI, los Consejos y todas las instancias de Unasur, y consolidarla en el mediano plazo.
Como se ve hay mucho por hacer todavía para establecer las bases simbólicas necesarias que consoliden una cultura de la integración y el propio proceso integrador, y en ese camino la comunicación juega y jugará un papel fundamental.
* Director del Observatorio Latinoamericano de Medios del CIESPAL