Volvió la alegría, ganó el Frente Amplio
Luvis H. Pareja
El centroizquierdista Frente Amplio (FA) retornará al poder tras un interregno de un ensayo neoliberal promercado que interrumpió su hegemonía de 15 años: el primero de marzo asumirá Yamandú Orsi, de 57 años de edad, exintendente de Canelones, quien derrotó en segunda vuelta a Álvaro Delgado, de la coalición de derechas, con 49,8% de los votos frente 45,9% del candidato de la coalición de derechas.
Tras cinco años de marcados retrocesos, los uruguayos votaron por un nueva etapa de ampliación de derechos para las mayorías y el país se vistió de rojo, azul y blanco, los colores artiguistas y tambén frenteamplistas. En su discurso de la noche del domingo, sólo prometió “laburar (trabajar) muchísimo para la construcción del Uruguay que queremos”.
El intento de los medios hegemónicos en querer mostrar un equilibrio de fuerzas quedó en eso. Volvió la alegría a las calles de todo el país. Antes de las 22, Orsi se dirigió a un pueblo que lo esperaba bajo la lluvia: «Hoy triunfa el país de la libertad y fraternidad. Jamás hay lugar para el agravio y la descalificación. Estamos muy felices quienes abrazamos estas banderas. Hay una parte del pueblo que también precisamos».
«Voy a ser un presidente que convoque una y otra vez al diálogo nacional. Voy a ser un presidente que construya una sociedad más integrada. Un país que camine hacia el desarrollo, que avance. Abracemos la idea de que Uruguay es uno solo», añadió.
Poco antes, el candidato oficialista había reconocido el triunfo de Orsi, con un enigmática frase: Una cos es perder las elecciones y otra ser derrotado. Acá hay una coalición que integran cinco partidos que vino para quedarse. Acá nadie va a tener mayoría en el Parlamento. Vamos a tener una actitud republicana. Yamandú tiene la llave de encontrar los acuerdos».El Frente Amplio recuperó el control en el Senado pero no logró la mayoría en Diputados al obtener 48 bancas de un total de 99.
«Volverá la alegría a enredarse con tu voz» (estribillo del canto de resistencia a la dictadura), dijo Carolina Cosse, la electa vicepresidenta. «Vamos a construir un rumbo progresista para el Uruguay y vamos a unir al país», afirmó.
Recordó que el gobierno de la coalición de derechas desmanteló «algunos pilares de nuestra esencia. Nosotros logramos acceso universal a la salud y de calidad; logramos una matriz de telecomunicaciones de primer nivel mundial; cambiamos la matriz eléctrica a fuente renovable prácticamente en su totalidad e invertimos en educación».
El mensaje de Orsi logró conectar con las personas que están más insatisfechas con el actual gobierno, que deja un legado de indicadores mediocres. El nuevo mandatario impulsa una «izquierda moderna y renovada» . En campaña enfatizó que sus banderas políticas serán la unión del país, la seguridad, la educación y la inclusión. “Voy a ser el prersidente que construya una sociedad más integrada, un país más integrado”, dijo.
Luego de la derrota del plebiscito de la seguridad social en la elección del 27 de octubre, con 39% de los votos, y tal como lo prometió el FA en su programa de gobierno, el diálogo por la seguridad social – es una de las principales preocupaciones de la ciudadanía-, será otro de los desafíos que tendrá el gobierno electo, junto con, la pobreza y especialmente la pobreza infantil .
Otro de los elementos que será determinante para la negociación es si la coalición se mantiene como tal, en tanto el líder del ultraderechista Cabildo Abierto, Guido Manini Ríos, ha manifestado públicamente sus dudas sobre el propósito de mantener la alianza de derechas en caso de perder el gobierno.
El principal foco de tensión interno va a ser la gestión del ministro de Economía, Gabriel Oddone, que desde el primer día provocó resistencias en la interna partidaria. Orsi ya anunció que no va a haber cambios drásticos [en comparación con el actual gobierno], y puede haber frustración de expectativas, sobre todo en los partido Comunista y Socialista. Otro foco de posible conflicto interno, son la seguridad social y la reforma educativa.
Asimismo, en el tema seguridad y cárceles, si se sigue apostando al enfoque punitivo, y no se refuerza el trabajo sobre las causas puede llegar a ser otro foco de conflicto.
Para los analistas, el Mercosur es el principal asunto a atender en esta área del gobierno, junto al acuerdo con la Unión Europa. Orsi le dará más importancia al Mercosur para generar más acuerdos. Además, deberá perfilarse como mediador entre Lula y Milei, y demostrar su talento negociador. Con Orsi y superspectiva de mundo,, seguramente Uruguay intentará no alinearse tanto con Estados Unidos, como lo hizo el actual mandatario Luis Lacalle.
En medio de la pertinaz llovina,Lacalle llamó a Orsi para faliciatarlo y comenzar la transición. El mandatario se retiró contrariado de la Torre Ejecutiva, donde esperó los resultados de la elección, sin hacer declaraciones.
Quién es Orsi
Docente de historia y político, conocedor de la música folclórica, buen cocinero, “pero mejor jugador de fútbol, de pibe jugaba descalzo hasta que se iba la luz ”, según proclama. Tuvo educación católica, e incluso fue monaguillo en una capilla, pero hoy se define como agnóstico.
Tras la dictadura uruguaya (1973 a 1985), estudió durante cuatro años el profesorado de historia, y luego comenzó a ejercer la docencia, adscripto en liceos del departamento de Maldonado, mientras seguía su labor de almacenero. En los 90 ingresó a la política, como militante raso del Frente Amplio, que crecía elección tras elección, tanto en Montevideo como en su distrito Maldonado. Tras el triunfo de Tabaré Vázquez en 2005. Orsi ingresó como secretario general de la Intendencia de Canelones.
Hace poco le preguntaron: “¿Quién es Yamandú Orsi?”. Respondió: “Un uruguayo optimista, progresista de izquierda, que le gustan mucho los contactos, los afectos y poder transformar para bien una realidad que para muchos es muy dura”.
Colofón
El haber frenado el Frente Amplio a la derecha en Uruguay resulta ser un avance sustantivo entre los gobiernos democráticos ya existentes en el subcontinente americano. La asignatura pendiente en el futuro próximo es que estos gobiernos latinoamericanos fortalezcan los lazos de integración política, económica y cultural en América Latina.
**Periodista uruguayo, analista asociado al Centro Latinoamericano de Análisis Estratégico (CLAE, www.estrategia.la)