Tregua en Kiev mientras negocian el gobierno y la oposición

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Los manifestantes y la policía ucranianos respetaron la primera noche de tregua tras varios días de violentos enfrentamientos en Kiev, mientras hoy se espera la segunda ronda de negociaciones entre la oposición y el presidente Viktor Yanukovich.

Télam

Si bien no hubo incidentes, ninguno de los bandos cedió en sus posiciones, y durante la noche los opositores extendieron su control sobre el centro de la ciudad y tomaron la sede del Ministerio de Política Agraria.

Tras reunirse ayer con Yanukovich durante cuatro horas, el dirigente opositor ucraniano Vitali Klitschko pidió anoche a los manifestantes prolongar hasta mañana la tregua tras asegurar que el presidente prometió ordenar a las fuerzas de seguridad que respeten el cese de hostilidades.

El líder del partido UDAR (Golpe) aseguró que las autoridades están dispuestas a poner en libertad a los más de cien detenidos durante los desórdenes de los últimos días, en los que murieron al menos dos manifestantes, según el gobierno, y cinco según la oposición.

El anuncio de Klitschko fue recibido por los miles de opositores congregados en la calle Grushevski con división de opiniones, ya que algunos sectores consideran que la única vía de solución es la lucha callejera sin cuartel contra la policía.

En la plaza de la Independencia, bastión de la oposición proeuropeista, el líder nacionalista Oleg Tiagnibok consultó a las decenas de miles de congregados si apoyaban las negociaciones con las autoridades y estos votaron a mano alzada en contra el diálogo, consignó la agencia de noticias EFE.

Poco después de que concluyera la primera ronda de negociaciones entre oposición y autoridades, la Fiscalía General mostró su disposición a suavizar las medidas cautelares y las penas contra los detenidos en los desórdenes si los manifestantes renuncian a la lucha callejera contra los antidisturbios.

Además de suspender los incendios y la toma de edificios públicos, los manifestantes deben desalojar la calle Grushevski frente al estadio del Dinamo Kiev, epicentro de los enfrentamientos de los últimos días.

Hay 71 detenidos por participar en disturbios en esa zona de la ciudad y otro centenar de personas tiene pedido de captura.
Ayer, el primer ministro ucraniano, Nikolai Azarov, en declaraciones a la prensa durante el Foro de Davos (Suiza) aseguró que en Kiev tiene lugar un “intento de golpe de Estado” y negó que las protestas opositoras sean pacíficas.

Las manifestaciones empezaron hace dos meses, cuando el presidente se negó a firmar un acuerdo de asociación con la UE y decidió, en cambio, profundizar las relaciones con Rusia, que compite con el bloque europeo por influencia en la ex república soviética.

Las protestas degeneraron en cuatro días seguidos de intensa violencia en las calles de Kiev desde el domingo pasado, luego de que el Parlamento aprobara un paquete de leyes que coarta la libertad de reunión al prohibir la instalación de tiendas, altavoces y escenarios en lugares públicos.