Tras los atentados, Putin prometió eliminar el extremismo islámico

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El presidente ruso, Vladimir Putin, prometió continuar la lucha contra el extremismo islámico hasta “su completa eliminación”, con Rusia en alerta máxima luego de dos atentados suicidas que dejaron 34 muertos en Volgogrado.

“Continuaremos la lucha contra los terroristas de manera segura, despiadada y consecuente hasta su completa eliminación”, afirmó Putin en un mensaje televisivo a la nación emitido a la noche como felicitación por la pasada Navidad y la fiesta de Año Nuevo.

Los atentados, atribuidos por Rusia a islamistas radicales del Cáucaso Norte a los que combate desde hace años, generaron temor a que los extremistas hayan iniciado una campaña de ataques que podría extenderse hasta los Juegos Olímpicos de Invierno que el país organizará en la ciudad de Sochi a partir de febrero próximo.

Alimentando estos temores, una bomba colocada bajo un auto mató hoy a un fiscal adjunto en la misma localidad del Cáucaso Norte de la que provenía uno de los presuntos suicidas de Volgogrado, informó la agencia de noticias rusa Interfax.

Luego de los atentados del domingo en la estación de trenes de Volgogrado y el de ayer dentro de un trolebús, las autoridades enviaron a la ciudad refuerzos policiales y paramilitares dependientes del Ministerio del Interior, dijo hoy el jefe policial Andrei Pilipchuk a la agencia de noticias rusa Interfax.

El comisario agregó que más de 5.200 efectivos de seguridad fueron desplegados en esa sureña ciudad de 1 millón de habitantes.

El Ministerio del Interior dijo que hoy fallecieron tres víctimas más de los atentados, con lo que la cifra de muertos trepó a al menos 34 -18 del ataque en la estación y 16 en el del trolebús-.

Fuentes médicas dijeron que 65 personas seguían internadas con heridas.

Las autoridades de Volgogrado cancelaron todos los eventos públicos relativos al Año Nuevo, una de las principales festividades en Rusia, y pidieron a los residentes que no lancen fuegos artificiales.

En Moscú sí habrá celebraciones, pero en medio de reforzadas medidas de seguridad, dijeron autoridades.

Ninguno de los atentados fue reivindicado, pero llegaron meses después de que el líder de la insurgencia islamista del Cáucaso Noryte, en el sur de Rusia, amenazara con nuevos ataques con blancos civiles en el país, incluyendo en los Juegos de Invierno de Sochi, que comenzarán el 7 de febrero.

Los atentados suicidas han sacudido a Rusia durante años, pero los insurgentes, que buscan establecer un Estado islámico, han focalizado sus ataques sobre todo en Chechenia, Daguestán y otras repúblicas rusas de mayoría musulmana del Cáucaso Norte.

Los atentados en Volgogrado parecen apuntar a una intención de los islamistas de extender su radio de acción más allá de su región de origen. Volgogrado queda unos 300 kilómetros al norte del Cáucaso y 690 kilómetros al noreste de Sochi.

“Este año hemos debido afrontar problemas, desafíos y duras pruebas, como los inhumanos actos terroristas de Volgogrado. En tales momentos, Rusia siempre cerró filas y se mostró unida”, dijo en su mensaje Putin, quien llamó a “inclinar la cabeza ante las víctimas de los crueles atentados terroristas” de Volgogrado.

“Apoyaremos a todos los afectados, haremos todo lo planeado, restauraremos y reconstruiremos lo que haya que restaurar y reconstruir”, agregó, citado por la agencia de noticias EFE.

Además, Putin prometió celebrar “al más alto nivel los Juegos Olímpicos (de Invierno de Sochi), para los que falta poco más de un mes”.

Rusia comenzó hoy a enterrar a los muertos en las explosiones, entre ellos el policía Serguei Nalibaiko, quien evitó que el terrorista suicida accediera el domingo al salón principal de la estación y causara aún un mayor número de muertos.