¿Quién gobierna Argentina?: El «ajuste», sus plazos, instrumentos y efectos

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Juan Guahán

Sergio Massa asumió como Ministro de Economía, Producción y Agricultura de la Argentina, en un acto festivo y digno de una asunción presidencial. La exageración llegó al punto que hubo cánticos para el Frente Renovador, al que pertenece Massa, que
fueron rápidamente acallados.

Más allá de detalles secundarios, seguramente espontáneos, una pregunta quedó flotando en el ambiente: ¿Dónde está, la figura, persona o el sistema que simbolice, sintetice los atributos de la presidencia?

El gobierno, ¿dónde está?

El Presidente (Alberto Fernández) que juró como tal el 10 de diciembre de 2019 comenzó un anticipado tratamiento anti stress. Un tanto alejado de responsabilidades ejecutivas, está aferrado a presencias protocolares en el país y fuera del mismo.

Mientras espera los festejos de una buena actuación argentina en el mundial de fútbol Qatar, contribuye a la crianza de su nuevo hijo y tiene muchas expectativas de volver a la palestra en el mes de marzo -si la gestión Massa estabiliza la crisis- y desde allí aportar su presencia e influencia en los debates sobre las próximas candidaturas electorales.

Mientras tanto se esfuerza en aprehender las mejores técnicas de ejecución instrumental y canto para una producción discográfica con el eximio músico Gustavo Santaolalla, según lo ha hecho público el informado informador Horacio Verbitsky, con la desmentida de la vocera presidencial en el sentido que tales actividades son en sede presidencial pero sin estar allí alojado.

La Vicepresidenta Cristina Fernández de Kirchner, ejercitando su mandato, prefiere –por ahora- solo ejercer un derecho al veto de las decisiones del nuevo Ministro y contribuir al mejor desarrollo de la alicaída gestión mediante los aportes a los funcionarios que están fuera del radar del Ministro más relevante. De ese modo espera, confía, cree mantenerse alejada de los riesgos de la crisis e ilusionándose con la perspectiva de reivindicar la estabilidad, que se pueda alcanzar.

El Ministro, con sueños presidenciales y creyéndose Fernando Henrique Cardoso, considera a su función actual como un escalón a recorrer en el mismo camino de su antecedente brasileño, que llegó a gobernar 8

Fernando Henrique Cardoso, ex presidente, conspirador

años antes de Lula. Con ese perfil y sus reconocidos “padrinos” o mandantes espera reunir los dólares que hacen falta para pagar deudas y evitar el colapso de la economía.

Claro está que corre el riesgo de ser el Domingo Cavallo, ministro de Economía del expresidente Fernando de la Rúa, con su gigantesco megacanje que terminó en las jornadas del 19 y 20 de diciembre del 2001 (estallido social y salida del presidente).

Para el cristinismo, la gestión de Massa tiene plazos: los vencimientos con el Fondo Monetario Internacional y la presentación del Presupuesto para mediados de setiembre y su responsabilidad de demostrar que puede empezar a estabilizar la economía, antes de Mundial de Qatar.

Objetivos de las políticas de ajuste y aceitando instrumentos

En algunas jergas suburbanas, “aceitar los instrumentos” es preparar las armas, pero en sentido literal. Las reflexiones que siguen no tienen que ver con eso, aunque no se puede descartar que la profundización del “ajuste” conduzca a situaciones complejas y desde los centros de poder estén aceitando los instrumentos.

Una síntesis de las políticas en las cuales es posible observar el avance de este ajuste los encontramos en estos cinco principales instrumentos: Obras públicas; transferencia de recursos a las provincias; el tema energético, con el costo de importación y –más general- las tarifas de los servicios públicos; evolución de los haberes jubilatorios y reducción de los recursos destinados al aparato estatal.

En materia de Obras Públicas es factible que a las restricciones que había planteado la ex ministra Silvina Batakis ahora se le agreguen otras. Esa medida no afectaría la continuidad de la obra más importante en marcha: las dos represas en Santa Cruz.

Para su continuidad acaba de aprobarse un crédito de cinco mil millones de dólares, que aportarían tres bancos chinos. En estos próximos meses otras obras en marcha se podrán continuar si cuentan con el financiamiento de las provincias involucradas. En la poda a este rubro el gobierno nacional espera encontrar algunos recursos para pagar deudas.

Las transferencias a las provincias están en la mira de los recaudadores del gobierno central. Allí esperan encontrar algo para seguir rascando la olla. En este sentido los porcentajes que reciben las provincias, de las transferencias nacionales, reconocen una tendencia permanente a la baja. Entre el 2005 y el 2016 esos recursos descendieron del 57,64% al 50,8%, de los recursos totales de las provincias. Esa tendencia no cambió de allí en adelante.

Aumento de tarifas: qué usuarios perderán los subsidios - Diario El Sol. Mendoza, Argentina.En la cuestión energética y el tema de las tarifas está una de bolsas más importantes para allegar recursos. Los fondos destinados a la importación de energía fueron altos en el 2020, muy superiores en el 2021, y por eso que se había presupuestado una baja para el 2022, pero –con el conflicto ruso-ucraniano en el medio- alcanzaría la cifra récord de importaciones por 12.500 millones de dólares.

Como ese rubro es prácticamente intocable porque hacerlo se manifestaría en falta de energía, al gobierno le queda reducir el subsidio al consumo. De nuevo la improvisación y mala gestión se descarga sobre el último eslabón de la cadena. Es difícil saber hasta dónde, los subsidios al consumo energético y las demás tarifas de servicios públicos, pueden ser reducidas o toleradas. La segmentación tarifaria, en marcha, está naufragando.

Los haberes jubilatorios, por el volumen del universo que abarcan (8,6 millones personas jubiladas o pensionadas y 4,4 millones de Asignaciones Universales por Hijo) y del gasto público que demandan (51,5% presupuestado para 2021), constituyen otra apetecible Caja a revisar.

La débil capacidad de resistencia del sector ayudan a una reducción, en este sector básicamente de jubilados y pensionados. Más allá de los anuncios, este sector ha perdido en los últimos cuatro años entre el 12 y 14% de sus ingresos. Situación acentuada en los últimos meses.

La reducción de los recursos asignados al aparato estatal es otra de las fuentes de las cuales tienen que llover ahorros para cumplir con las obligaciones de pago que tiene el Estado. Es posible que este punto no sea el que más aporte pero sí -posiblemente- el más simbólico. Más allá de los aspectos ya mencionado aquí estamos frente a lo que suele conocerse como la Caja política.Los jubilados argentinos son los más afectados por la inflación, según un estudio | Perfil

La misma que es simbólicamente cuestionada, es aprovechada para debilitar realmente el rol de Estado en la economía. Por eso –seguramente- habrá recortes fuertemente simbólicos, aunque sean de relativa incidencia, para demostrar el interés de los nuevos funcionarios en resolver esta cuestión.

Los temas aquí planteados más que objetivos económicos son medios para allegar los recursos que le permitan al gobierno cumplir con sus compromisos de pago, en su mayoría fraudulentos. Estos instrumentos, a su vez, están subordinados a los objetivos económicos de contar con las divisas suficientes para mantener viva la economía y evitar el colapso económico.

Características del gobierno, objetivos e instrumentos que se proponen

Juntar dólares y calmar la inflación son las dos banderas más importantes del Ministro que acaba de asumir. Lo hizo como si iniciara un nuevo mandato, olvidando que –más allá de los cuatro años del desastre del gobierno neoliberal anterior de Mauricio Macri- llevan cumplidos casi 31 meses de los 48 que dura su mandato.

Bajo esos principios quedan cuestionados los objetivos fundamentales para éste y cualquier gobierno. La economía (salvo algunos sectores) se va frenar y el pueblo lo va a padecer. El freno viene porque, según la doctrina del “ajuste” en marcha, la expansión alimenta la inflación (que intentarán contener) y sus efectos lo volverán a pagar los de abajo y los sectores medios.

Hay unos ocho o nueve millones de personas prácticamente fuera del sistema económico, es la cifra que -en su momento- recibió el IFE. De ese número alrededor de un millón trescientas mil reciben el “Potenciar TEl ajuste lo necesita Argentina, no el FMI - El Cronistarabajo”, es decir lo que llaman despectivamente “vagos” o “planeros”. Éstos constituyen la mayoría de los que se movilizan por sus derechos.

El resto, algo más de siete millones (alrededor de un 85%) no reciben esa ayuda. Son los que viven de las changas o… de la nada. Buena parte de esas changas son proporcionadas por los mismos sectores medios que ahora verán agravada su situación por el parate económico, las restricciones de las transferencias de recursos y los
incrementos tarifarios. Eso se hará sentir. Será -posiblemente- el punto social y políticamente más débil y peligroso para que estas propuestas sean toleradas.

Massa anunció que el encargado del “seguimiento de la deuda pública” será Daniel Marx. Es posible que no le haya gustado tener que divulgar ese nombre, pero aquí empiezan a verse las “fauces del tiburón” que se viene. Marx es el mismo que conseguía la plata que nos endeudaba para que pudiéramos seguir pagando –a tasa altísimas y horribles condiciones- las deudas.

Así viene ocurriendo desde el gobierno de Raúl Alfonsín (1985) hasta nuestros días. Ahí está la clave de la Daniel Marx: "Los temores de hiperinflación son exagerados" | Perfildecadencia y fracaso que vienen presidiendo diferentes gobiernos de esta democracia en estos últimos 40 años. Al servicio de los gobiernos de Alfonsín, Carlos Menem y De la Rúa, contribuyó a diseñar el “Plan Brady”, el “blindaje” y el “megacanje”, escalones de la desgracia argentina actual.

Este Marx sabe atender de los dos lados del mostrador: cumplida su tarea aquí pasa a los bancos o los Fondos de Inversión para exigir que se cumpla lo aquí cocinado. Su empresa (Quantum Finanzas) tiene una “asociación estratégica” (digamos dependencia o empleo laboral) con BlackRock, el fondo buitre que controla a la poderosa FED (Banco Central) estadounidense,  y desde allí define las políticas del FMI.

Esa es la terminal a la que acude Massa. Contra esas murallas van a chocar las “buenas intenciones” de los “chicos” de la agrupación kirchnerista La Cámpora, las expectativas de Cristina y un peronismo que busca las muletas que le permitan llegar a las elecciones del 2023.

*Analista político y dirigente social argentino, asociado al Centro Latinoamericano de Análisis Estratégico (CLAE, www.estrategia.la)