Puchi: Significado esquivo de “negociación”

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Leopoldo Puchi|

El plan de cambio de gobierno que se inició al comenzar enero no ha sido exitoso, pero no ha sido abandonado sino reajustado por sus conductores. Inicialmente se preveía que como consecuencia de la acción combinada de nuevas sanciones y de la imagen de poder dual se produciría en pocos días el derrumbe del Gobierno y un alineamiento de los militares con la salida de Nicolás Maduro de la presidencia. Se esperaba una suerte de capitulación precipitada.

Las informaciones suministradas por la dirigencia local de la operación y por los servicios de inteligencia que monitorean la situación venezolana dieron a entender a los mandos que ocurriría así. Sin embargo, los acontecimientos no evolucionaron de esa manera, ya que ni se desmoronó el sector gubernamental ni se levantaron los oficiales de la fuerza armada.Foto: Nicolas Maduro y Jesús Torrealba. (Reuters)

“Rendición honorable”

En vista de esta circunstancia, el plan ha sido reajustado en la búsqueda del mismo objetivo de cambio de gobierno. Se mantiene el esquema básico de la imagen de poder dual y del embargo petrolero y financiero, pero se deja de lado la perspectiva de una capitulación, que ahora es sustituida por una oferta al estamento militar de “rendición honorable” por medio de una negociación más amplia que incluye, además de la amnistía personal, el reconocimiento de su condición de factor de poder durante el denominado período de transición.

Negociación

Este rediseño estratégico tiene como elemento nuevo la incorporación del término y de la propuesta de “negociación”. En este sentido vale destacar que el proyecto de ley que se ha introducido en el senado estadounidense con la denominación VERDAD (Venezuela Emergency Relief, Democracy Assistance, and Development Act of 2019), establece que se avance en “una solución negociada” y plantea “una solución pacífica y diplomática”.

Del mismo modo, el sacerdote Luis Ugalde, de gran influencia en los círculos dirigentes de la oposición local, ha planteado la negociación como alternativa “razonable y viable”, pero ha señalado que en ese proceso estaría incluido sólo una porción del sector gubernamental.

Fractura

Por su parte el presidente brasileño Jair Bolsonaro ya había hecho pública una síntesis de la estrategia en curso, que ha resumido como una sumatoria de la aplicación a fondo de sanciones y del trabajo en función de una fractura de la fuerza armada. “La democracia solo existe cuando los militares quieren”, ha señalado.

En el marco de la formulación de Bolsonaro, el nuevo elemento incorporado, la “negociación”, encaja como una acción complementaria de las sanciones y de un golpe palaciego. No se trataría de una negociación entre las partes, sino de una negociación con un sector de los militares, a quienes se asigna la tarea de derrocar a Maduro de la presidencia y, a cambio, harían parte de un gobierno de transición. Este es el ajuste de la estrategia.