Panorama Económico Latinoamericano – del 20 al 27 de noviembre de 2024

Xi Jinping inauguró un mega-puerto en Perú y EEUU acentúa el proteccionismo

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Ariela Ruiz Caro

En un contexto de fuerte incremento del proteccionismo iniciado durante el primer gobierno de Donald Trump y continuado por el Presidente Joe Biden, una huelga nacional de tres días en el Perú y manifestaciones en los alrededores de la sede del evento, el sábado culminó en Lima el Foro de Cooperación Económica Asia-Pacífico (APEC).

La APEC está integrada por 21 economías que en conjunto representan el 62% del PBI mundial, el 48% del comercio global y el 38% de la población mundial. El Foro es, de hecho, el principal espacio de encuentro de esa región. Sin embargo, dado que de él participan tres Estados en pugna (Estados Unidos, China y Rusia) y la APEC no tiene ninguna institucionalidad ni las resoluciones adoptadas tienen carácter vinculante, es también una suerte de feria donde los empresarios hacen negocios y los jefes de Estado o sus representantes pactan acuerdos bilaterales de diversa índole.

En esta edición participaron los más altos representantes de sus 21 miembros (Australia, Brunéi Darussalam, Canadá, Chile, China, Hong Kong –China–, Indonesia, Japón, Corea del Sur, Malasia, México, Nueva Zelanda, Papúa Nueva Guinea, Perú, Filipinas, Rusia, Singapur, Taipéi Chino, Tailandia, Estados Unidos y Vietnam), entre ellos 16 jefes de Estado. Los socios se denominan economías, no países, para que los delegados de China, Hong Kong y Taiwán puedan coincidir.

Si bien Brasil no es miembro, fue invitado a participar, básicamente por la salida al Pacífico que podría representar para ese país el mega-puerto de Chancay, inaugurado por Xi Jinping durante su presencia en el Foro. Sin embargo, el Presidente Lula declinó la invitación. Asimismo, la Presidente de México, Claudia Sheinbaum, que participará de la Cumbre del G-20 la próxima semana en Río de Janeiro, tampoco asistió al evento. Chile, Perú y México son las únicas economías latinoamericanas miembros de la APEC, creada en 1989. Rusia –que en esta oportunidad no participó–, Perú y Vietnam fueron las últimas en unirse al Foro en 1998.

El enfrentamiento entre tres economías miembros y el incremento del proteccionismo en Estados Unidos dificultan los consensos. En efecto, las primeras medidas proteccionistas, aplicadas por Trump durante su primer gobierno, fueron básicamente mantenidas y aumentadas por Biden. Durante su reciente campaña a la Casa Blanca, Trump ha amenazado con elevar las barreras comerciales con el resto del mundo, con un posible arancel general de entre el 10 y el 20 % sobre la mayoría de las importaciones extranjeras e incluso hasta un 60% para los productos procedentes de China. Además, ha amenazado con imponer aranceles de más del 100% a México, afirmando que el país debería hacer más para detener los flujos migratorios y los envíos de automóviles chinos. El electo Presidente sostiene que la imposición de aranceles elevados a los productos extranjeros beneficiará a la industria manufacturera de Estados Unidos y generará empleo.

Probablemente por ello, a pesar de que las declaraciones emitidas en la APEC no tienen carácter vinculante, la aprobada por los ministros de Comercio reafirma su compromiso para mantener los mercados abiertos, eliminar las barreras innecesarias y facilitar las inversiones. Asimismo, la de los ministros de Energía acuerda promover el uso de las tecnologías para una transición energética limpia, eficiente y justa. Trump no cree que exista el cambio climático.

Lejos han quedado los tiempos en donde los líderes de las economías de la APEC se comprometieron en la denominada Declaración de Bogor, de 1994, a una ambiciosa liberalización del comercio para el 2020.

Según el artículo From poster child to orphan: the rise and demise of APEC (De niño cartel a huérfano: el ascenso y la desaparición de APEC) de John Ravenhill, cuatro años después de la Declaración de Bogor los desacuerdos internos llevaron a que, en 1998, los líderes no pudieran dar una respuesta coordinada a la liberalización sectorial del comercio, así como tampoco a la crisis financiera asiática de 1997. Esa falta de consenso, según el autor, reveló tensiones internas en APEC y marcó el inicio de un declive en su influencia y relevancia. Desde entonces el Foro ha sufrido una serie de cambios y reorientaciones. En lugar de priorizar exclusivamente la liberalización comercial, empezaron a enfocarse en la facilitación del comercio, cooperación técnica y temas emergentes como la seguridad económica y la protección contra el terrorismo después de 2001.

Las medidas proteccionistas impuestas por Trump durante su primer gobierno en respuesta a la creciente rivalidad comercial y tecnológica con China, los efectos sin precedentes de la pandemia y la aceleración del cambio climático determinaron la necesidad de redefinir los objetivos del Foro. Por ese motivo, en 2020, el foro plasmó una nueva agenda en la denominada Visión Putrajaya hacia 2040, que identifica tres pilares: comercio e inversiones, innovación y digitalización, y crecimiento fuerte, equilibrado, seguro y desarrollo sostenible e inclusivo. Esta está vigente actualmente.

Navegar en las rivalidades de las grandes potencias

Si bien la presencia en la APEC de un derrotado Biden, acompañado de su nieta Natalie, carece de poder de negociación, la preocupación del gobierno de Estados Unidos es unánime con respecto a la creciente presencia china tanto en el sudeste asiático como en América Latina. En el país anfitrión, Perú, dos empresas chinas controlan la totalidad del suministro eléctrico en el país y varias de ese país tienen una presencia importante en la explotación de yacimientos mineros.

Pero lo más importante y controvertido ha sido la inauguración por Xi Jinping del mega-puerto de Chancay, el más importante de Sudamérica. El éxito de este puerto para buques de gran calado de última generación y una aceptación mayoritaria de la población han caído muy mal en el gobierno estadounidense.

Las autoridades de ese país han denunciado reiteradamente que se trata de un mega-puerto de doble uso, en el que China podría estacionar sus buques de guerra. Las advertencias no han servido de nada. El proyecto está culminado y listo para operar y su funcionamiento conlleva importantes implicancias geoestratégicas, al permitir que atraquen barcos de gran calado. Estos tienen capacidad para cargar un número mayor de contenedores, reducen el tiempo del transporte y utilizan menos energía, lo que reduce los costos. En nuestra región el proyecto preocupa principalmente a Chile, pues al tener ambos países una estructura similar de exportaciones hacia China les representa una pérdida de competitividad.

La ubicación geopolítica del Perú es privilegiada, al ser el punto equidistante en Latinoamérica y el más directo desde Asia. Para Brasil, en términos de distancia, el Perú sería su mejor opción para lograr una salida al Pacífico. Las rutas terrestres (ferroviarias) para conectar con el puerto de Chancay no están aún construidas. Tampoco hay proyectos concluidos para dar valor agregado a los minerales que serán exportados desde el puerto. Hace falta un rol orientador del Estado en este ámbito para reforzar este proyecto y adecuar las necesidades de infraestructura en vivienda y servicios, así como un plan de desarrollo productivo que pueda aprovechar las ventajas que se deriven del puerto. Es una fantasía pensar que eso lo puede hacer solo el mercado.

La gala, la ilegitimidad y la violencia

La gala de la APEC ha sido acompañada de un paro nacional del 13 al 15 de noviembre, que ha reunido a más de 300 gremios para protestar en contra de la ola de extorsión y exigir medidas de seguridad al gobierno peruano. En efecto, a finales de septiembre, la Confederación Nacional de Instituciones Empresariales Privadas (Confiep), que acoge a micro, pequeños y grandes empresarios de Perú, aseguró que el crimen organizado se está constituyendo en un “gobierno paralelo” y “le está ganando la batalla al Estado”.

La creciente ola de extorsiones y el cobro de comisiones ilegales a cambio de seguridad en el Perú ha alcanzado niveles alarmantes. Entre los grupos más impactados se encuentran transportistas y pequeños emprendedores, como bodegueros. Se trata de un fenómeno nacional que viene en aumento cada año.

Durante el Foro de la APEC han tenido lugar también marchas convocadas por la Coordinadora Nacional de Lucha, organización que agrupa al Comité de Gremios de Transportistas y otras asociaciones, para mostrar a los líderes mundiales la situación que afronta el Perú por cuenta de la extorsión.

El objetivo ha sido que “el mundo conozca que en Perú no tenemos autoridades legítimas ni legales, las perdimos hace tiempo; que nos gobiernan organizaciones criminales que no ganaron las elecciones y desde el Congreso asaltaron, también hace tiempo, el gobierno y los demás poderes del Estado. Que quienes fungen de autoridades cargan con el 93% de desprecio ciudadano, tienen 4% de aceptación y no representan a nadie.

Que vienen destruyendo, desde el Ejecutivo, el Congreso y demás instituciones, la institucionalidad democrática, el estado de derecho y el orden constitucional; violan las leyes y la Constitución, pisotean instituciones y los derechos ciudadanos de manera sostenible; que han perdido legalidad, así los formalistas no quieran admitirlo. No tenemos autoridades legales ni legítimas, estamos a merced del crimen y sus organizaciones criminales”.

En abril, un reporte del Banco Mundial señaló que la violencia se ha vuelto más severa y generalizada en algunos países de Latinoamérica, lo que está comprometiendo los avances en la atracción de inversiones logradas por la estabilidad macroeconómica. El organismo expresó que Latinoamérica y el Caribe es la región más violenta del mundo.

En este contexto, el gobierno estadounidense debería ser más cuidadoso con las calificaciones que realiza a las inversiones chinas en su patio delantero.

*Asesora de la Presidencia de la Comisión de Representantes Permanentes del Mercosur, Montevideo; investigadora del Centro de Estudios Políticos, Económicos y Sociales (CEPES), consultora de la Comisión Económica para América Latina yel Caribe, Naciones Unidas (CEPAL), Santiago de Chile.

 

La sequía deja sin alimentos y educación a niños en la Amazonia

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Unos 420 mil niños en la Amazonia de Brasil, Colombia y Perú encaran un acceso muy precario a alimentos, agua potable, educación y salud, como consecuencia de la severa sequía que minimiza el caudal de los ríos de la cuenca, alertó el Fondo de Naciones Unidas para la Infancia (Unicef).

“Durante siglos, la Amazonia ha albergado valiosos recursos naturales. Estamos siendo testigos de la devastación de un ecosistema esencial del que dependen las familias, dejando a muchos niños sin acceso a alimentos adecuados, agua, atención sanitaria y escuelas”, afirmó Catherine Russell, directora ejecutiva de Unicef.

Desde el año pasado la sequía ha dejado a los ríos amazónicos en su nivel más bajo, y gran número de comunidades en esa región dependen de buenos caudales para transportar y acceder a alimentos, agua potable, combustible y suministros médicos, así como para desplazarse a las escuelas.

Por su parte, durante la jornada la Organización Meteorológica Mundial (OMM) informó que 2024 va camino a convertir se en el año más cálido de la historia, y el alza de las temperatura incrementa el impacto de la escasez hídrica.

En medio del calor tórrido, servicios esenciales como la sanidad, la educación y la protección de la infancia, y medios de subsistencia propios de la agricultura y la pesca también se ven gravemente alterados, poniendo vidas en peligro.

Solo en la región amazónica de Brasil, más de 1700 escuelas y más de 760 centros de salud han cerrado o son inaccesibles debido al bajo nivel del agua en los ríos.

Una evaluación de Unicef en 14 comunidades del sur de la Amazonia brasileña mostró que la mitad de las familias afirman que sus hijos no van a la escuela como consecuencia de la sequía.

En la Amazonia colombiana, el nivel de los ríos ha descendido hasta en 80 %, lo que restringe el acceso al agua potable y al suministro de alimentos, y ha provocado la suspensión de las clases presenciales para los niños en más de 130 escuelas.

Esto, a su vez, ha aumentado el riesgo de que los niños sean reclutados, utilizados y explotados por grupos armados no estatales, y además ha provocado un aumento de las infecciones respiratorias, las enfermedades diarreicas, la malaria y la desnutrición aguda entre los menores de cinco años.

En Perú, la región nororiental de Loreto es la más afectada por la actual sequía, que pone en peligro a comunidades remotas, en su mayoría indígenas y ya vulnerables.

Más de 50 centros de salud han quedado inaccesibles, mientras que los incendios forestales, cuya propagación se ve facilitada por las sequías de los dos últimos meses, también causan devastación y pérdida de biodiversidad en 22 de las 26 regiones del país, y aumentan la contaminación atmosférica a nivel local y regional.

En toda la Amazonia la falta de alimentos causada por la sequía aumenta el riesgo de malnutrición, retraso del crecimiento, y emaciación y muerte en los niños, sobre todo en los menores de cinco años, mientras la escasez de agua puede provocar un aumento de las enfermedades infecciosas.

Investigaciones también han establecido que las mujeres embarazadas que sufren sequías tienen más probabilidades de tener hijos con menor peso al nacer.

Unicef estimó que se necesitan 10 millones de dólares durante los próximos meses para atender las necesidades más urgentes de las comunidades afectadas por las sequías en Brasil, Colombia y Perú.

Esa atención incluiría distribución de agua y otros suministros esenciales, la movilización de brigadas sanitarias, y el fortalecimiento de la resiliencia de los sistemas comunitarios y los servicios en las comunidades indígenas afectadas.

“En todas las partes del mundo, los niños se enfrentan a las devastadoras consecuencias de las crisis climáticas. La salud de la Amazonia afecta a la de todos y debemos mitigar los efectos de esas crisis extremas para proteger a los niños de hoy y a las generaciones futuras”, expresó Russell.

 

Maquinaria china para la agricultura familiar en Brasil

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Leandro Melito y Leonardo Fernández

El Movimiento de Trabajadores Rurales Sin Tierra (MST) inició este año un intercambio tecnológico con China con el objetivo de masificar la producción agroecológica en los asentamientos, eje central del proyecto de reforma agraria popular defendido por el movimiento.

En febrero llegó a Brasil un primer lote de 30 máquinas chinas para ser probadas en Rio Grande do Norte, y otras 50 máquinas llegarán en los próximos meses a la capital federal, donde serán probadas en el marco de una investigación realizada por la Universidad de Brasilia. (UnB).

En octubre, Débora Nunes, de la coordinación nacional del movimiento, participó de la delegación brasileña que visitó la Exposición Internacional de Maquinaria Agrícola de China, la mayor feria del sector en Asia, en un esfuerzo por asegurar que, en el mediano plazo, estos Las máquinas se producen en Brasil . Señala que la llegada de estos equipos representa una “reparación histórica” para la población campesina y puede contribuir a incrementar la productividad del campo y fortalecer la agricultura familiar en el país.

“Lo que se hizo a la agricultura familiar en términos de mecanización es un crimen cometido contra los campesinos y no podemos naturalizarlo. Con la cantidad de tecnología y conocimientos que la humanidad ha desarrollado, no podemos admitir que, en muchas realidades, la azada siga siendo la única herramienta disponible para que los agricultores familiares produzcan alimentos para enfrentar el hambre y llegar a la mesa del pueblo brasileño”, dijo Nunes,.

La siguiente es la entrevista con Brasil de Fato , durante el seminario Tecnología e innovación: agroecología en la reforma agrária , realizado en Río de Janeiro, entre los días 12 y 14 de noviembre.

Brasil de Fato: Usted estuvo en China en octubre y vio una variedad de máquinas agrícolas que satisfacen las demandas de la agricultura familiar. ¿Cómo puede contribuir esta experiencia china al proceso de reforma agraria popular en Brasil? 

Débora Nunes: La experiencia en China comienza con una conferencia, organizada por la Universidad Agrícola de China, que analiza 50 años de relaciones diplomáticas Brasil-China. Es importante que en el marco de estos 50 años se discuta algo que hasta entonces no era prioritario, no era central, que es precisamente la agricultura familiar. Esto también nos indica que los próximos 50 años de relaciones diplomáticas entre Brasil y China pueden tener la agricultura familiar como foco central. Uno de los temas que llama la atención durante esta visita, con varias organizaciones campesinas del Sur Global, es que el tema de la mecanización tiene una gran centralidad en esta construcción.

En primer lugar, además de que China llevó a cabo la propia Revolución China, se llevó a cabo la reforma agraria. Así pues, la tierra en China está efectivamente democratizada, está en manos de los campesinos, a diferencia de Brasil, donde todavía tenemos 4 millones de familias sin tierra. Además de la reforma agraria, pensar en la agricultura campesina siempre ha sido fundamental para el desarrollo chino. Entonces no es algo que ocurra al azar, sino que tuvo intencionalidad y el propio Mao [Tse Tung (1893-1976), líder de la Revolución China y fundador de la República Popular China] afirmó que entre las necesidades esenciales para el desarrollo En la agricultura campesina, la mecanización juega un papel importante y esto es lo que vimos.

Tuvimos la oportunidad, además de debates en la universidad, de ver cómo se diseña esta estrategia de mecanización de la agricultura campesina china. También pudimos vivir una feria de innovación tecnológica y mecanización agrícola con más de 2 mil expositores, que van desde grandes empresas hasta empresas campesinas. Esto es encantador, porque se trata de una diversidad de máquinas de implementos agrícolas que contribuyen efectivamente al desarrollo de la agricultura, para facilitar el proceso de trabajo. Mejora la fuerza laboral eliminando las dificultades del trabajo, en las distintas cadenas de producción. Vemos máquinas para preparar el suelo, para plantar con jardineras, máquinas que ayudarán en los tratamientos culturales, la cosechadora. Es diversa y cuenta con máquinas pequeñas que satisfacen las necesidades y expectativas de los agricultores.

-¿Cómo evalúa el MST la mecanización en el campo brasileño hoy? 

-Es fantástico ver esto en China, un país que tiene más de 8 mil empresas que producen maquinaria agrícola, especialmente para la agricultura campesina. Pero, por otro lado, es un shock con la realidad de Brasil. Lamentablemente, en Brasil la mecanización es algo que está muy lejos de ser una realidad, especialmente en la agricultura familiar. Tomamos los datos generales, alrededor del 13% tiene cobertura de mecanización. Pero si tomamos regiones como el Nordeste, alrededor del 3% tiene cobertura de mecanización.

Para nosotros lo que se hizo a la agricultura familiar en términos de mecanización es un crimen cometido contra los campesinos y que no podemos naturalizar, pensando que eso es algo normal. Con la cantidad de tecnología y conocimientos que la humanidad ha desarrollado, no podemos admitir que, en muchas realidades, la azada siga siendo la única herramienta disponible para que los agricultores familiares produzcan alimentos esenciales para enfrentar el hambre y llegar a las mesas del pueblo brasileño. Este choque de realidad realmente nos asusta, pero al mismo tiempo nos da mucho ánimo porque nos muestra que es posible. Es lógico que China, con otras condiciones, otras perspectivas y prioridades, haya avanzado, así que nosotros también podemos hacerlo.

-China envió algunas máquinas para que fueran probadas por agricultores familiares en Brasil. ¿Cómo es este proceso? 

-Estamos construyendo una perspectiva más estratégica a mediano y largo plazo y un paso que ya está sucediendo es el proceso de prueba. Porque no se trata sólo de transferencia de tecnología, sino de la construcción de un proceso que pueda decir cómo esas máquinas que se producen en China pueden llegar a Brasil. Esto empezó a suceder desde febrero, en la experiencia con Rio Grande do Norte, con la llegada de 30 máquinas y ahora con la indicación de que, en los próximos meses, alrededor de 50 máquinas llegarán a la UnB de Brasilia.

Estas máquinas vienen precisamente para ser probadas en Brasil porque hay diferentes realidades de suelo, topografía, por lo que probar las máquinas dentro de un campo, en una investigación, estudio, monitoreo y prueba conjunta, es precisamente para que podamos decir qué máquinas son los más adecuados a la realidad brasileña, qué ajustes son necesarios para satisfacer las necesidades y expectativas de demanda de la agricultura familiar en Brasil. Esto se está haciendo en alianza con las universidades, con los profesores, con la academia, para que se pueda hacer esa sistematización y señalar lo que hay que ajustar.

Nuestra propuesta es que se puedan instalar industrias en Brasil, por lo que nuestra gran tarea no es importar la máquina de China, sino aprovechar la experiencia de esta fantástica diversidad de máquinas para aumentar la escala y a partir de ahí podamos tener la instalación. de fábricas aquí en Brasil, en el sentido de fortalecer la industria nacional, pensando en esa perspectiva de creación de empleo, pero sobre todo atendiendo a una demanda histórica, que hasta entonces ningún sector de la industria de maquinaria en Brasil se preocupaba por atender a la agricultura familiar.

Seguimos sin contar con los medios para contar con máquinas que respondan a estas necesidades y puedan avanzar en el fortalecimiento de la agricultura familiar, la producción de alimentos dentro de una matriz productiva, que tenga una relación equilibrada con el medio ambiente y que pueda fortalecer la agroecología.

-¿Cuál es el papel de las autoridades públicas en este proceso? 

-No tenemos ninguna duda de que es fundamental que el gobierno brasileño también destaque esta prioridad y las condiciones necesarias para que las empresas chinas puedan venir aquí después de este proceso de prueba, construyendo las condiciones para la instalación de estas fábricas y eso efectivamente a partir del crédito que el gobierno brasileño garantías gubernamentales para promover la agricultura familiar, podemos tener máquinas brasileñas en el mercado, dentro de esta asociación con China, y podemos seguir produciendo alimentos saludables para que lleguen a la mesa del pueblo brasileño y podemos enfrentar problemas como el hambre, que es sigue siendo una realidad para muchos brasileños en nuestro país.

-¿Ya se inició algún diálogo sobre la llegada de una fábrica china a Brasil? 

-El MST ha hecho articulaciones, pero no tenemos dudas de que el papel del gobierno es central. Para ello hemos estado negociando con el gobierno federal. En una agenda reciente bajo el presidente Lula, el MST presentó demandas para este proceso, incluida la necesidad de que tengamos una política nacional de mecanización de la agricultura familiar, que tenga en cuenta la instalación de fábricas, pero también un conjunto de otras medidas, como acceso a créditos que garanticen la adquisición de estas máquinas también por parte de los agricultores familiares. También hemos abierto el diálogo con los gobiernos estatales del Nordeste, pero también de otras regiones del país. El 50% de la agricultura familiar de nuestro país se concentra en el Nordeste, por lo que hay una demanda real, una necesidad real. Entendemos que toda articulación que fortalezca este diálogo es importante.

 

Agroalimentario, el tercer sector que más exporta en México

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Braulio Carbajal 

Impulsado por productos de alta demanda internacional como la cerveza, la carne y aguacate, el agroalimentario es el tercer sector más valioso en cuanto a exportaciones en México, únicamente por debajo del de manufacturas y del automotor, revelan datos oficiales.

De acuerdo con información del Banco de México (BdeM) entre enero y septiembre de 2024, el sector agroalimentario vendió al extranjero productos por un valor de 40 mil 852 millones de dólares, mientras las manufacturas generaron 256 mil 291 millones de dólares y la industria automotriz 118 mil 679 millones.

El agro se encuentra incluso por delante de otros sectores generadores de divisas como el turismo (24 mil 267 millones de dólares) y la ventas de petróleo (20 mil 889 millones de dólares). Incluso, cada vez se encuentra más cerca de las remesas, que en los primeros nueve meses sumaron 48 mil 386 millones de dólares.

Según información oficial, el sector agroalimentario mexicano creció 4.98 por ciento en el último año, toda vez que al cierre de septiembre de 2024 sus exportaciones se ubicaron en 38 mil 913 millones de dólares.

En el acumulado a septiembre de 2024, el sector agroalimentario reportó un superávit (mayores exportaciones que importaciones) de 7 mil 434 millones de dólares, esto debido a que las importaciones del país ascendieron a 38 mil 913 millones de dólares.

De acuerdo con el Grupo Consultor de Mercados Agrícolas (GCMA), los productos agroalimentarios más exportados en este periodo reflejan tanto el potencial de las industrias tradicionales como el crecimiento de productos clave entre los que destacan: la cerveza, con un crecimiento anual de 12.9 por ciento; seguido por la carne de bovino, con 14.4 por ciento; aguacate, 18.1 por ciento; tomate, 9.5 por ciento y pimientos, 14.8 por ciento.

En dicho periodo, la cerveza se ubica como el principal producto vendido al exterior con 5 mil 249 millones de dólares; seguido por el tequila, con 3 mil 190 millones de dólares, aunque con una disminución anual de 8.3 por ciento. En tercer lugar se ubicaron las exportaciones de bovino (ganado + carne) con 3 mil 736 millones de dólares, reflejando un crecimiento de 14.4 por ciento, mientras el aguacate se coloca en cuarto lugar, con un incremento de 18.1 por ciento para colocarse en 2 mil 727 millones de dólares.

En quinto lugar se ubicó el tomate con 2 mil 463 millones de dólares, luego están las berries (fresas, zarzamoras, frambuesas y moras) con 2 mil 325 millones de dólares; el azúcar, con mil 533 millones de dólares, y los pimientos con mil 389 millones de dólares.

Para el GCMA, las constantes amenazas arancelarias a México de Donald Trump, son un riesgo para el sector agroalimentario, no sólo de México, sino de la región, pues las cifras muestran que la relación trilateral de México, Estados Unidos y Canadá ha permitido lograr una autosuficiencia alimentaria de 112 por ciento como bloque comercial.

 

Uruguay: iniciarán exploraciones sísmicas en busca de petróleo

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El descubrimiento de petróleo y gas en Namibia a principios de 2022 hizo retomar el interés de las empresas internacionales por los suelos del mar territorial uruguayo por ser de características geológicas similares.

Las inquietudes fueron tomadas por la estatal Administración nacional de Combustibles, Alcohol y Portland (Ancap), que continuó con las rondas abiertas (un sistema que permite a las petroleras presentarse y ofertar) hasta adjudicar a diferentes empresas los siete bloques que estaban disponibles.

El Poder Ejecutivo autorizó la semana pasada la firma de nuevos contratos para la exploración petrolera  en el mar uruguayo. En paralelo, Ancap también firmó una decena de contratos denominados “multicliente” con empresas que se dedican a realizar exploración sísmica 3D en el mar.

De esa decena, cinco comenzaron a gestionar ante el Ministerio de Ambiente la solicitud para comenzar las tareas y aunque ninguna todavía obtuvo la habilitación, una de ellas –la noruega Petroleum Geo-Services (PGS)– le puso fecha al inicio de sus trabajos.

La compañía transmitió a organizaciones sociales y empresas pesqueras que en enero de 2025 –dentro de dos meses– comenzará con la prospección sísmica en el mar territorial uruguayo. La proyección es que la primera fase de la exploración se extienda por poco más de cinco meses (155 días) en 13.010 kilómetros cuadrados.

Pese a que manifestó que arrancará en esa fecha, PGS aún no cuenta con la Autorización Ambiental Previa (AAP), un requisito obligatorio para que pueda comenzar con las tareas.

La empresa PGS anunció que una reunión con organizaciones ambientalistas este miércoles que en enero de 2025 iniciará una nueva etapa de exploración sísmica en busca de petróleo en el fondo marino uruguayo.

Sin embargo, aún faltan algunas etapas por cumplir, entre ellas la audiencia pública que es una etapa obligatoria debido a que el Ministerio de Ambiente ha categorizado este proyecto como de categoría C, esto implica un a presentación a la sociedad sobre el tema.

El biólogo marino y oceanógrafo, Andrés Milessi, coordinador de la Organización para la Conservación de Cetáceos se refirió en Informativo Carve del Mediodía a este asunto y sus consecuencias para el ambiente.

Milessi contó que la empresa va a aplicar un protocolo particularmente que tendrá un gran barco de más de 100 metros de eslora y de alta tecnología, desde el que se van a estudiar por ejemplo la afectación a mamíferos marinos que se encuentran a 600 metros del barco. Sin embargo, no se plantea el estudio de la afectación a los peces y la fauna que está abajo.

A su vez, el especialista señaló que tendrá consecuencias muy malas en el sector de la pesca, que implicaría su entierro definitivo. “Uruguay ya tuvo una experiencia de sísmica donde, por ejemplo, la Cámara de Armadores Pesqueros y la pesca tuvieron pérdidas del 40% con una sola actividad y ahora se está planteando que esta actividad de sísmica va a sacar permisos al menos por diez años”, resaltó.

También destacó que las experiencias internacionales demuestran las consecuencias que tendrá la exploración sísmica en el ecosistema. “No entendemos cómo Uruguay vuelve otra vez a este camino, insistiendo en la búsqueda de petróleo”, cuestionó.

En paralelo indicó que no solamente va a generar consecuencias en el área de operación, sino también afectará a varios kilómetros de distancia, incluso puede llegar a afectar la actividad en Argentina. Además, dijo que no están las condiciones técnicas para cumplir con los requisitos ambientales ya que Uruguay carece de las herramientas para hacer una investigación seria sobre lo que causará esta actividad.

“Falta una política fuerte medioambiental en este sentido. Se intentó, obviamente, yo recuerdo al subsecretario Amarilla decir que se iba a tratar de prohibir la exploración sísmica y al tiempo se firmaron los acuerdos”, agregó.

Para Milessi Uruguay debería hacer un estudio previo al análisis sísmico para determinar qué es lo que hay actualmente en el mar uruguayo, hacer otro estudio luego de la explotación y monitorear durante un cierto período de tiempo “la salud” de los sitios donde se hizo la exploración.

 

Producción industrial venezolana aumentó 7,6% en el tercer trimestre

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La Confederación Venezolana de Industriales (Conindustria), informó que la producción de la industria nacional experimentó un notable aumento del 7,6% en el tercer trimestre del año en comparación con el mismo período del año anterior. Este crecimiento es un indicativo positivo para el sector industrial del país, que enfrenta desafíos significativos en los últimos años.

De acuerdo a la información, en julio la producción nacional creció en un 11%, agosto 10% y 2,2% en septiembre según la encuesta de Coyuntura Industrial del tercer trimestre de 2024. El pénsum de los tributos y problemas con el combustible siguen siendo factores que impiden que los números sean mejores.

«Hay un tema de distribución pero que esperemos, nosotros estamos haciendo de manera individual de terminar los cuellos de botella y lo que se está haciendo es articular la distribución del combustible de manera tal, en muy corto plazo, esto quede subsanado», dijo el presidente de Conindustria, Luigi Pisella.

Pisella destacó también la influencia del sector en decisiones claves del consejo de economía nacional y espera lograr ser escuchados en cuanto a la propuesta sobre la retención del IVA. «El 75% más el 50% de esa manera se generará menos créditos fiscales pero también a su vez lo que estamos solicitando como motivo fundamental es que esos créditos fiscales lo podamos utilizar». dijo

Asimismo, señaló que el índice de confianza se situó en 47,6%, impulsado por una mayor cartera de pedidos y mejores expectativas de producción, manteniéndose en terreno positivo desde el tercer trimestre de 2023, cuando se ubicó en 18,7%.

La medición demostró que los principales factores que impactan a la producción de la manufactura privada son, en primer lugar, los excesivos tributos fiscales y parafiscales (83%), seguido de la competencia de productos importados (73%), así como la falla en el suministro de combustible (71%). También, destaca la incertidumbre política (68%), en cuarto lugar; y falta de financiamiento (57%), de quinto. En sexto lugar, destaca el entorno macroeconómico (37%).

Del mismo modo, la manufactura alcanzó una capacidad utilizada promedio de 43,8%, la más alta desde el IV trimestre de 2015. El SIEC también mostró la capacidad utilizada por tamaño de empresa, destacándose que las grandes usan el 45,6%, las medianas el 35,6% y las pequeñas solo el 26,9%.

En cuanto a las ventas, el 59% de los industriales respondieron que durante este trimestre aumentaron en comparación con el mismo trimestre de 2023, y en consonancia con ello, el 64% estimó que su volumen de ventas en unidades también aumentará.

La industria nacional ha cumplido la expectativa de crecimiento

El presidente de Conindustria aseveró que pese a que hubo una ralentización del crecimiento durante este trimestre aún la industria cumplió la expectativa de continuar por el sendero de la expansión productiva sorteando diversas dificultades.

“Pese a que persisten los factores que limitan la capacidad de crecimiento de la manufactura nacional hemos podido cumplir con las expectativas de crecimiento. Aún falta un largo camino por recorrer, pero estamos enfocados en hacernos cada vez más competitivos”.

Los sectores industriales que mostraron buen desempeño durante este trimestre, fueron el farmacéutico (74,6%), autopartes (69,7%), madera y papel (25,4%), otras industrias (21,5%), alimentos (14,3%), y plástico y caucho (6,1%).

En contraste, entre los sectores con desempeño negativo destacan fundición de metal y productos metálicos (-42,4%), mientras que, maquinaria, equipo eléctrico y óptica (-23,1%), bebidas (-10,4%), textil y calzado (-9,2%), no metálicos (-9,2%), químico (-5,7%).

Por su parte, las grandes empresas de la manufactura estiman que su crecimiento en la producción puede alcanzar el 14,5%. En el caso de la mediana industria consideran que puedan lograr un crecimiento del 11,6% y la pequeña empresa el 0,4%. Es importante destacar que, para los industriales venezolanos, el promedio de crecimiento en 2024, se estima sea del 13,6%.

Panorama internacional

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1.- 1.600 millones de mujeres y 800 de hombres fuera de la fuerza laboral

Eduardo Camin *

Aparte de los numerosos “gadgets” de la Inteligencia Artificial que condicionan consciencias y comportamientos, existe un mundo real, un mundo de paradojas donde la necesidad arranca la máscara frente a la imposición del progreso. No obstante, pasemos de largo nuestra dialéctica de ingenios, para analizar algunos hechos más pertinentes y cercanos como el desafío de que 708 millones de mujeres que no pueden participar en el mercado laboral debido al trabajo de cuidados no remunerado, según nuevas estimaciones globales de la Organización Internacional del Trabajo, (OIT) publicadas con motivo del Día Internacional de los Cuidados y el Apoyo.

En efecto, las responsabilidades de cuidado están excluyendo y frenando a millones de mujeres en todo el mundo de tener un empleo remunerado, y con los cambios climáticos y demográficos que aumentarán la demanda de cuidados, se necesitan urgentemente medidas para apoyar la economía del cuidado.

Las nuevas estimaciones, presentadas en el informe estadístico de la OIT «El impacto de las responsabilidades de cuidado en la participación de las mujeres en la fuerza laboral», se derivan de datos de 125 países e indican que las responsabilidades de cuidado presentan la principal barrera para que las mujeres ingresen y permanezcan en la fuerza laboral, mientras que los hombres tienen más probabilidades de citar otras razones personales para estar fuera de la fuerza laboral, como educación y problemas de salud.

En 2023, 748 millones de personas (de 15 años o más) no participaban en la fuerza laboral global debido a responsabilidades de cuidado, lo que representa un tercio de todas las personas en edad de trabajar fuera de la fuerza laboral. De estas, 708 millones eran mujeres y 40 millones eran hombres.Está marcada disparidad de género resalta el papel desproporcionado que las mujeres asumen en la crianza de los hijos, el cuidado y apoyo a personas con discapacidad y aquellas que necesitan cuidados a largo plazo, las tareas domésticas y otras responsabilidades de cuidado.

A nivel mundial, alrededor de 1.600 millones de mujeres y 800 millones de hombres están fuera de la fuerza laboral, con el 45% de estas mujeres y el 5% de estos hombres citando responsabilidades de cuidado como la razón de su no participación.

Entre las mujeres de 25 a 54 años, la proporción que cita el cuidado como razón para estar fuera de la fuerza laboral aumenta a dos tercios (379 millones de mujeres). Las mujeres con menor educación y aquellas en áreas rurales también enfrentan mayores barreras para la participación laboral debido a las responsabilidades de cuidado.

«Las mujeres asumen una parte desproporcionada de las responsabilidades de cuidado, lo que impide su participación en la fuerza laboral debido a factores como bajos niveles de educación, oportunidades laborales limitadas, infraestructura deficiente, residencia rural y sistemas de cuidado y apoyo inadecuados. Además, las expectativas sociales y las normas en torno al cuidado restringen aún más la inclusión de las mujeres en el mercado laboral y profundizan las desigualdades de género», afirma Sukti Dasgupta, Directora del Departamento de Condiciones de Trabajo e Igualdad.

A nivel regional, el porcentaje más alto de mujeres fuera de la fuerza laboral que citan responsabilidades de cuidado como razón se encuentra en África del Norte (63% de las mujeres fuera de la fuerza laboral), seguido por los Estados Árabes (59%).

En Asia y el Pacífico, la cifra es del 52% con poca variación en las subregiones. En las Américas, la variación es marcada, con un 47% citando el cuidado como la razón principal para estar fuera de la fuerza laboral en América Latina y el Caribe, en comparación con solo el 19% en América del Norte. En Europa y Asia Central, el 21% de las mujeres reportan el cuidado como la principal barrera, siendo Europa del Este la región con la tasa más baja a nivel mundial (11%).

«Estos nuevos datos de la OIT exponen importantes desigualdades en el mundo del trabajo debido a responsabilidades de cuidado desiguales y resaltan el poder de los datos para mejorar nuestra comprensión de la economía del cuidado. La OIT ha hecho del trabajo decente en la economía del cuidado una prioridad y está trabajando hacia nuevos estándares estadísticos para mejorar los datos sobre el trabajo de cuidados», explicó Rafael Diez de Medina, Estadístico Jefe y Director del Departamento de Estadística.

A la luz de tales desigualdades sistémicas basadas en género, los miembros de la OIT adoptaron la histórica Resolución sobre el trabajo decente y la economía del cuidado en la Conferencia Internacional del Trabajo de la OIT en junio de 2024. La Resolución es el primer acuerdo tripartito global sobre el tema, allanando el camino para que los países aborden los desafíos y aprovechen las oportunidades que presenta la economía del cuidado.

Establece que «una economía del cuidado que funcione bien no solo apoya a individuos y familias, sino que también contribuye a una fuerza laboral más saludable, crea empleos y mejora la productividad». La Resolución también destaca las «barreras estructurales» que el trabajo de cuidado no remunerado crea para la participación, retención y progreso de las mujeres en la fuerza laboral.

La Resolución de la OIT sobre el Trabajo Decente y la Economía del Cuidado pide políticas y sistemas que contrarresten las desigualdades en términos de quién recibe y proporciona cuidados.«La forma en que el cuidado está actualmente organizado tiende a reforzar las desigualdades de género y sociales que estamos luchando por superar. La Resolución de la OIT sobre el Trabajo Decente y la Economía del Cuidado pide políticas y sistemas que contrarresten las desigualdades en términos de quién recibe y proporciona cuidados, aborda las barreras que impiden que muchas mujeres ingresen, permanezcan y progresen en el trabajo remunerado, y mejora las condiciones de todos los trabajadores del cuidado y, por extensión, la calidad del cuidado», explicó el Director General de la OIT, Gilbert F. Houngbo.

La estimación previa más reciente, de 2018, encontró que 606 millones de mujeres y 41 millones de hombres (un total de 647 millones de personas en todo el mundo) no participaban en la fuerza laboral debido a responsabilidades de cuidado. Aunque las nuevas estimaciones no son comparables debido a cambios en la metodología, confirman que las responsabilidades de cuidado continúan siendo la razón principal por la que las mujeres no buscan o no están disponibles para el empleo.Los datos de la OIT muestran que desde 2018 muchos países han progresado en promover la participación de mujeres cuidadoras aumentando las inversiones en cuidado y educación de la primera infancia. Sin embargo, en un mundo que está siendo remodelado por cambios demográficos, con poblaciones que envejecen, y el cambio climático, que intensifica el trabajo de cuidado no remunerado, es probable que la demanda de servicios de cuidado aumente. La reciente Resolución de la OIT subraya la importancia de una inversión adecuada en políticas de cuidado. Será esencial si queremos abordar la creciente desigualdad y avanzar hacia una mayor justicia social.

Las eternas promesas y sus desafíos

Por su parte la Directora Regional de la OIT para América Latina y el Caribe, Ana Virginia Moreira Gomes, reflexiona sobre la importancia de la economía del cuidado como pilar de justicia social y analiza cómo la inversión en este sector es clave para avanzar hacia la igualdad de género y el trabajo decente en la región.Tres grandes tendencias globales afectan el futuro del cuidado: el envejecimiento de la población, la digitalización y el cambio climático. Estos fenómenos incrementan la demanda de servicios de cuidado, al mismo tiempo que complican su provisión. Un enfoque integral es indispensable, donde haya corresponsabilidad entre el Estado, la sociedad civil, el sector privado y las familias. Sin embargo, el Estado debe asumir una responsabilidad primordial mediante políticas que fomenten un ecosistema de cuidados inclusivo, equitativo y accesible para todos.

Hoy, el 76 por ciento del trabajo de cuidados no remunerado a nivel mundial recae en las mujeres, un desequilibrio que perpetúa desigualdades. En América Latina y el Caribe, este tipo de trabajo representa un tercio del empleo femenino. En algunos sectores como el del trabajo del hogar, con 15 millones de trabajadoras del hogar en la Región. el 76 por ciento estaba en situación de informalidad. Además, se estima que la inversión en servicios universales de cuidado infantil y de larga duración podría generar hasta 30 millones de empleos en nuestra región para 2035.

Los sofismas de la globalización

Recordaremos que el origen del término “trabajo de cuidados” está en los debates sobre el “trabajo doméstico” de las feministas socialistas de los años setenta. A partir de estos debates, desde mediados de los ochenta, el feminismo ha demostrado cómo el trabajo doméstico y de cuidados que las mujeres han venido desempeñando ha permitido a los hombres realizar su actividad en el ámbito público, a los niños (as) tener valores y normas, formación, desarrollo físico y emocional y a las comunidades gozar de cierta cohesión social.

Sin embargo, a pesar de ser importante, la norma social de empleo en la que se basó el contrato social de postguerra otorgó derechos de ciudadanía sólo a las personas empleadas, de modo que, el trabajo doméstico y de cuidados, al no ser retribuido, no generó estos derechos. Pero además la elevada incidencia cada vez más visible de la informalidad en todas sus formas tiene múltiples consecuencias todas ellas nefastas para los trabajadores, las empresas y las sociedades y es, sobre todo, un gran desafió para la realización de trabajo decente para todos y el desarrollo inclusivo y sostenible.Los cambios radicales en las políticas deberían hacer frente a la creciente necesidad de cuidados y abordar la enorme disparidad entre mujeres y hombres en las responsabilidades familiares y de atención. Las cifras muestran que las mujeres dedican más de tres cuartas partes del tiempo empleado en el trabajo de cuidado no remunerado.

Hace mucho tiempo que la dialéctica sobre el trabajo decente en las cumbres internacionales se afianza en la promesa, pero se diluye en la realidad de la informalidad. Lo que hace que el trabajo informal es la mayor fuente de empleo precario.

Por su parte laOIT afirma que más de dos mil millones de personas, es decir más del 61 por ciento de la población activa, se gana la vida en la economía informal, dejando en evidencia que la transición hacía la economía formal es una condición para hacer realidad el trabajo decente.No olvidemos, que para cientos millones de trabajadores, la informalidad implica una falta de protección social, de derechos en el trabajo y de condiciones laborales decentes, y a la vez para las empresas significa baja productividad y falta de acceso al crédito.

Los datos sobre estas cuestiones son esenciales para elaborar políticas apropiadas e integradas que se ajusten a la diversidad de situaciones y necesidades.  En unos de los informes de la OIT el ejército de reserva mundial constaba de más de 2.300 millones de personas, en comparación con los 1.660 millones en el ejército de trabajo activo, muchos de los cuales tienen empleos precarios.

El número de parados o desempleados está en más de 200 millones de trabajadores, y alrededor de 1.500 millones son clasificados como «empleados vulnerables», trabajadores que trabajan por cuenta propia (informales y rurales), así como trabajadores familiares (trabajo de cuidados y doméstico).

El Día Internacional de los Cuidados y el Apoyo nos recuerda que el cuidado no es solo una necesidad; es un acto de justicia. Promover sistemas, políticas y licencias de cuidado más fuertes e inclusivos es la base de un mundo más equitativo, donde el bienestar colectivo y el trabajo decente vayan de la mano.

La globalización que nos vendieron ha perturbado las estructuras de producción mundiales, lo que ha tenido importantes efectos sobre las empresas y el empleo, y las condiciones de los trabajadores. Y este fenómeno del trabajo de cuidados es una víctimamás de la falacia neoliberal.

*Periodista uruguayo residente en Ginebra.Analista Asociado al Centro Latinoamericano de Análisis Estratégico (CLAE, www.estrategia.la)

 

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2.-China: políticas de estímulo económico en 2024

Enrique Dussel Peters *

Las elecciones en Estados Unidos son importantes para China: Donald Trump ha destacado aranceles de hasta 60 por cieno para las importaciones chinas (y hasta de 25 por ciento para el resto, incluyendo a México). Estas medidas pudieran afectar el crecimiento económico de China, esperado en alrededor de 5 por ciento en 2024 y a mediano plazo, aunque hasta el tercer trimestre del año el crecimiento del PIB ha sido más bien cercano a 4 por ciento.

Ante la incertidumbre anterior, el Buró Político del Comité Central del Partido Comunista de China lanzó en septiembre de 2024 un grupo de iniciativas para estimular la economía en 2024-2025 y se espera que el Comité Permanente de la XIV Asamblea Popular Nacional culmine el viernes 8 de noviembre con medidas económicas adicionales.

¿Cuál es el contexto de estos estímulos económicos? En 2020 China fue de las pocas economías globales que crecieron (2.2 por ciento del PIB) no obstante el covid-19, aunque desde 2022 tampoco ha logrado superar las expectativas de crecimiento. ¿Las razones? Si bien las exportaciones, el sector manufacturero y múltiples iniciativas para apuntalar la innovación en cadenas globales de valor específicas han logrado resultados notables, particularmente la demanda doméstica en China sigue sin lograr recuperar los niveles previos a la pandemia; el sector inmobiliario juega un papel crucial al respecto.

El Buró Político en septiembre, por un lado, explícitamente buscó incentivar a los funcionarios a nivel local para hacerse responsables de nuevos instrumentos para promover el crecimiento e innovar, es decir, ir más allá de la disciplina política y la toma de decisiones burocratizadas y, específicamente en torno al mercado inmobiliario en aras de parar su caída y regresar a la estabilidad. Desde entonces se han tomado un grupo de medidas específicas. Por un lado, el Banco Popular de China redujo sus tasas de interés (de 2.3 por ciento a 2 por ciento), además de aumentar el financiamiento hipotecario, permitir el significativo relajamiento de las restricciones para la compra de nuevas casas y reducir el porcentaje de anticipo o desembolso inicial.

Uno de los elementos fiscales principales permitiría reducir la deuda de los gobiernos locales en casi 300 mil millones de dólares vía financiamiento del Ministerio de Finanzas y recapitalizar a los grandes bancos por hasta 200 mil millones de dólares. Después de casi un lustro de restringir la adquisición de viviendas en contra de la especulación, hoy en día sólo Pekín, Shanghái, Shenzhen y Hainan cuentan con limitaciones al respecto. El contexto es importante: el sector, incluyendo construcción y otros vinculados con la vivienda, participa con casi 25 por ciento del PIB de China y las nuevas ventas anuales de inmuebles con el 6 por ciento del PIB; los precios de viviendas disminuyeron en la actualidad en un 9 por ciento (de su máximo a mediados de 2021) y las ventas de nuevos inmuebles representan en la actualidad el 60 por ciento de 2019.

A diferencia de las medidas fiscales resultantes de crisis anteriores, los estímulos actuales son mucho más cautos y en aras de apoyar a los gobiernos locales para reducir su endeudamiento y mejorar las condiciones y ventas de inmuebles vía políticas macroeconómicas y la eliminación de restricciones para la compra de nuevas viviendas. La expectativa del gobierno central chino es que los activos de las viviendas se recuperen y, así, logren superar el bajo dinamismo de los últimos años. Ante el apoyo a los gobiernos locales, en algunos casos, éstos pudieran adquirir viviendas que no logran venderse (por los desarrolladores privados) para ofrecerlas a precios más accesibles.

Uno de los objetivos del gobierno central en el último lustro fue reducir la especulación (las casas son para vivir en ellas, no para especular) y parece que están logrando avances importantes: los desarrolladores privados de inmuebles en China lograron representar hasta el 60 por ciento de las ventas anuales a mediados de 2021 y se redujo a 30 por ciento. Como contraparte, los desarrolladores públicos incrementaron significativamente su presencia en este sector crucial de la economía china. Los objetivos al respecto son varios. Por un lado, reducir el impacto político de los propietarios de estos desarrolladores privados (por ejemplo de Xu Jiayin, de Evergrande, entre muchos otros) y, por otro, reducir la espiral especulativa e inflacionaria de los inmuebles, también para hacer frente a la exclusión, particularmente para los más jóvenes (sin acceso a viviendas bajo estas condiciones).

Las lecciones para otros países, por ejemplo en América Latina y el Caribe, pueden ser significativas: reducción de tasas de interés, mejoría del acceso a viviendas vía créditos y condiciones hipotecarias, así como una mayor participación del sector público para reducir la exclusión (de jóvenes y otros). ¿Será?

Profesor del Posgrado en Economía y coordinador del Centro de Estudios China-México de la UNAM