El gobierno Biden marca la cancha y llama “presidente electo” a Edmundo González

Marcos Salgado

La administración demócrata en los Estados Unidos sigue jugando adelantada. En Ucrania, pone a Europa (y al mundo todo) al borde de una confrontación incluso nuclear, al autorizar a Zelensky a usar misiles estadounidenses en territorio ruso. Esto último, como en una puesta en escena calculada, ya ocurrió.

El mismo martes, el secretario de Estado de los Estados Unidos, Antony Bliken, tuiteó sobre Venezuela, calificando al ex candidato de la ultraderecha, Edmundo González, como “presidente electo”. Algo que se había cuidado muy bien de hacer. Hasta ahora.

“El pueblo venezolano se pronunció contundentemente el 28 de julio y nombró a Edmundo González como presidente electo. La democracia exige respeto a la voluntad de los votantes”, posteó Blinken en la red de Elon Musk.

Otros  tiempos: Edmundo González y las “actas”. (Xinhua)

“Del único lugar que no se vuelve es del ridículo, reza el dicho popular. Sin embargo Blinken, enemigo confeso de Venezuela, insiste en volver a hacerlo, apoyado por fascistas y terroristas subordinados a la maltrecha política estadounidense”, contestó enseguida también en redes el canciller venezolano, Yván Gil.

El ministro de Relaciones Exteriores venezolano instó a Blinken a dedicarse, en los últimos días de su gobierno, a reflexionar sobre sus fracasos. “Deshacerse de los complejos imperiales y coloniales e ir a escribir las memorias de cómo la Revolución Bolivariana lo hizo morder el polvo de la derrota, tal como a sus antecesores”, remarcó.

Los medios, siempre en el medio

Como sucede cada vez más en estos tiempos, lo que los gobiernos no dicen oficialmente lo completan -con un signo ideológico claro- los medios hegemónicos.

Así, apenas se conoció el posteo, los medios centrales en español asumieron que es “Estados Unidos” quien “reconoce” como presidente electo a González Urrutia, quien viajó a España tras el fracaso de las maniobras opositoras para calentar la calle tras las elecciones del 28 de julio en Venezuela.

CNN, por ejemplo entre muchos medios, concluye que “Estados Unidos reconoció formalmente al líder opositor venezolano Edmundo González como presidente electo”.

La misma nota asegura que el tuit de Blinken “marca un cambio significativo en la política de EE.UU. hacia Venezuela”, arriesga el medio.

El secretario de Estado saliente, Antony Blinken. (Xinhua)

“Hasta ahora, EE.UU. y otros países habían concluido que González había ganado más votos (sic) que el candidato oficialista, el presidente Nicolás Maduro, en julio, pero no habían llegado a reconocerlo como “presidente electo”, explican.

Lo que ninguna de las notas parecen recordar es lo que si advierte el canciller venezolano en Telegram: que la administración Biden, incluido ¿hay que recordarlo? el anodino Blinken, cesan en sus funciones en menos de dos meses, el 20 de enero.

Claro está que con la llegada de nada menos que Marco Rubio a la oficina que desocupará Blinken en el Departamento de Estado no se puede esperar nada bueno en la relación con Venezuela. Aunque no es menos cierto que, al menos por ahora, tanto Rubio como su nuevo jefe, el presidente electo Donald Trump, no dicen nada.

No está de más aclarar que -siempre pasa- una cosa es cacarear desde el llano y otra es definir estrategias cuando se gobierna. En todo caso, hay que apuntar que los análisis serios ponen un enorme signo de interrogación sobre qué puede pasar en la futura administración Trump en relación a Venezuela.

En su primera versión en la Casa Blanca, Trump fracasó estrepitosamente respecto a Venezuela. En el pueblo hay un dicho: “el que se quema con leche, ve a la vaca y llora”.

De cara al diez de enero

¿Jugará adelantado Trump y se anticipará a su propia toma de posesión para levantar el puño de González Urrutia y “consagrarlo” presidente electo en una remake de Guaidó? No se sabe. Lo que sí está claro es que eso es lo que sueñan los opositores que acumulan años de fracasos para salir por sus propios medios (lícitos y no) de Nicolás Maduro.

Trump vuelve a la Casa Blanca. (Xinhua/Aaron Schwartz)

Habra que recordar aquello de que la historia se repite una vez como farsa y otra como tragedia. Al menos el gris diputado Juan Guaidó se autoproclamó en territorio venezolano, en una avenida más o menos colmada del este de Caracas. Y hasta tuvo, después, algunas convocatorias más o menos animadas.

Ya está claro que Edmundo no podría ni siquiera encabezar conferencias de prensa en el parquecito del sur de Caracas donde Guaidó jugaba a que era presidente, con la complicidad absurda de los mismos medios que ahora le dan carácter definitivo al tuit del secretario de Estado saliente.

Por lo pronto, el gobierno de Nicolás Maduro parece dispuesto a blindarse y no permitir más parquecitos destituyentes. La Asamblea Nacional con mayoría del Partido Socialista Unido adelanta para antes de fin de año una reforma a la ley electoral, para evitar que en las tres elecciones previstas para 2025 (la propia AN, gobernadores y alcaldes) se presenten candidatos que acompañaron las variadas intentonas de salir de Maduro por la fuerza.

(Asamblea Nacional)

Además, el mismo día del tuit de Blinken, el presidente de AN, Jorge Rodriguez, propuso que la discusión de la “Ley Especial Libertador Simón Bolívar”, que incluya la inhabilitación política, a perpetuidad, de quienes “hayan cometido actos lesivos y brutales que atentan contra la paz de Venezuela”.

“Que se vayan para Washington, que se vayan para Miami, que se queden en la cuadra de Oro de Salamanca en Madrid. Ya está bueno. Estas personas tienen que ser juzgadas y condenadas por traición a la patria”, reclamó Rodríguez.