El caos político arrastra a EEUU al default

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Gestiones contra reloj para evitar la caída en default en cuestión de horas fracasaron rotundamente, en otra jornada de desconcierto político y en medio de extendidos temores a un severo daño a la economía norteamericana y también mundial.

Télam

Grandes tenedores de deuda norteamericana como China y Japón volvieron a urgir este martes a los políticos estadounidenses a poner fin a una riesgosa pulseada que tiene al planeta en vilo y que ya empieza a poner en cuestión el estatus del dólar como moneda de reserva más importante del mundo.

Por si fuera poco, el dramatismo sobre la incertidumbre fiscal se agudizó también con el anuncio de la agencia de calificación crediticia Fitch de situar en perspectiva negativa, ante una posible rebaja, la nota que otorga a la deuda de Estados Unidos, que por ahora sigue teniendo la máxima, “AAA”.

Si el Congreso no acuerda elevar el techo de la deuda antes de la medianoche de mañana (1 del jueves en Argentina), el Tesoro no podrá pagar sus obligaciones y comenzará a recurrir a una reserva limitada de dinero para afrontar las deudas del país, que habrá caído, en la práctica, en un default con pocos precedentes.

Si el Congreso no acuerda elevar el techo de la deuda antes de la medianoche de mañana (1 del jueves en Argentina), el Tesoro no podrá pagar sus obligaciones De manera paralela, la administración federal de Estados Unidos se halla paralizada desde hace 15 días debido a que el ala más radical del partido republicano, la del movimiento Tea Party, bloqueó la ley de presupuesto exigiendo concesiones que el mandatario demócrata Barack Obama rechazó tajantemente.

Hoy, el líder de la Cámara de Representantes, John Boehner, trató dos veces de apaciguar a sus correligionarios ultraconservadores del Tea Party con medidas que permitían la reapertura del gobierno y extendían la autoridad del Tesoro para endeudarse hasta febrero próximo.

Sin embargo, una primera versión del plan de Boehner que incluía recortes a la ley de Salud de Obama fue rechazada por la Casa Blanca y los demócratas, mientras que una segunda que carecía de algunas de las exigencias originales no consiguió suficiente apoyo de los propios congresistas republicanos.

En un punto de la febril jornada, el vocero de Boehner convocó a una votación nocturna sobre la medida, que luego fue cancelada cuando quedó claro que no daban los números.

Pese a la profundización de la crisis, Obama dijo que aún tiene esperanza en que se resuelva el problema a tiempo.
“Mi expectativa es que esto se resuelva, pero no tenemos mucho tiempo”, dijo Obama en una entrevista con un canal de Nueva York asociado con la cadena ABC.

“Lo que estoy sugiriendo a los congresistas es que eviten cualquier pose, hagan lo correcto, reabran el gobierno y asegúrense de pagar nuestras cuentas”, agregó el presidente.

Con el fracaso en la Cámara baja, la pelota vuelve al Senado, donde el líder de la mayoritaria bancada demócrata, Harry Reid, había iniciado ayer contactos con el jefe de la bancada republicana, Mitch McConnell, que parecían estar a punto de dar fruto cuando Boehner presentó hoy su luego frustrado plan.

Reid y McConnell, que habían supendido hoy las negociaciones para ver si había un acuerdo en la Cámara de Representantes, las reanudaron al anochecer.

Asesores de los senadores dijeron que ambos son “optimistas” respecto de las chances de llegar a un acuerdo esta semana.

Más temprano, Reid acusó furiosamente a Boehner de ser un rehén del Tea Party -que podría no renovarle su apoyo para que siga siendo presidente de la Cámara- y de querer salvar su pellejo político a expensas de Estados Unidos.

“Estoy muy decepcionado con John Boehner, quien otra vez, trata de preservar su rol a expensas del país”, señaló, citado por CNN.

Los republicanos están en una situación difícil, y en los últimos días fueron renunciando a la mayoría de sus exigencias al ritmo de una fuerte caída en los sondeos de opinión, que mostraban que una mayoría de los estadounidenses los cree responsables de la crisis.

Al igual que el plan de Boehner, la medida que impulsan Reid y McConnell en el Senado -aunque aún no está terminada- reabriría el gobierno hasta el 15 de enero y extendería la autoridad de endeudamiento del Tesoro hasta mediados de febrero.
China y Japón, que juntos tienen 2,4 billones de dólares en bonos estadounidenses, expresaron hoy creciente alarma ante la crisis.

El ministro de Finanzas de Japón, Taro Aso, dijo que muchos políticos de Estados Unidos “parecen no entender bien la magnitud del impacto internacional que este problema podría tener”.

En China, el viceministro de Finanzas Zhu Guangyao dijo que su país “exige a Estados Unidos, como el país emisor de la principal moneda de reserva, cumpla con su debida responsabilidad”.

La Bolsa de Nueva York también acusó el golpe. Los mercados estadounidenses cerraron a la baja en un día de fluctuaciones, con el Dow Jones cayendo un 0,87%.