Dolores Arce: Los medios incendiaron Bolivia con mentiras en el golpe contra Evo

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Leonardo Wexell Severo-ComunicaSul

Recientemente destituida, la coordinadora de las Radios de los Pueblos Originarios (RPOs) del Ministerio de Comunicación del gobierno de Evo Morales, y ex directora ejecutiva del Centro de Educación y Producción Radiofónica de Bolivia (Cepra), Dolores Arce, denunció cómo «los medios de comunicación locales hicieron una labor de desinformación, promoviendo el motín de la policía y garantizando la impunidad para que el Ejército matara a los manifestantes que estaban luchando por sus derechos».

Condenó a los medios de comunicación como «uno de los pilares del golpe contra el gobierno constitucional», y recordó que «los canales de televisión comenzaron a ir a todas las regiones para acosar a los mandos militares, incendiando el país con mentiras».

En esta entrevista exclusiva, la profesional -referente en la lucha por la democratización de la comunicación en América Latina- criticó «las hordas fascistas por la quema de residencias de autoridades, emisoras de radio y tribunales electorales, por los secuestros y amenazas a familiares de dirigentes, formas a través de las cuales lograron viabilizar la destitución del presidente».

Dolores Arce recordó cómo el trabajo de la radio Soberanía, de los campesinos, «fue fundamental en la época de la dictadura, en las denuncias contra la Drug Enforcement Administration (DEA), agencia utilizada por el gobierno de Estados Unidos para supuestamente combatir el narcotráfico) y los leopardos (policía paramilitar especializada, la Unidad Móvil de la Policía de las Zonas Rurales), siendo la voz del sector», trayendo a colación «las masacres de los gobiernos neoliberales».

La entrevistada puntualiza que Evo reconoció la importancia de la comunicación desde que era dirigente sindical y, desde que fue presidente, las importantes inversiones realizadas en las RPOs, vistas por él como un «instrumento de educación, información y formación» de la sociedad boliviana.

Entre otros puntos, Dolores Arce defendió un mayor esfuerzo colectivo para la victoria del Movimiento al Socialismo (MAS) en las próximas elecciones, un redoblado esfuerzo en la comunicación comunitaria y subrayó la «importante alianza con colectivos internacionales como ComunicaSul para la denuncia y el seguimiento de la realidad boliviana, no permitiendo que un gobierno dictatorial se cubra de un manto democrático».

Imagen relacionada– Háblenos un poco sobre el apoyo dado por el Estado Plurinacional a la estructura radiofónica con miras a democratizar la comunicación.

-Las Radios de los Pueblos Originarios (RPOs) son un proyecto de comunicación del Estado Plurinacional que se inició en 2006, cuando el Presidente Evo Morales asumió el poder y comenzó a instalar estaciones de radio en todo el país con apoyo público.

Las primeras 30 radios, a nivel nacional, se estructuraron con el aporte solidario de Venezuela. Actualmente, hay más de 90 estaciones de radio. La diferencia es que nunca antes el Estado boliviano, como gobierno, había apoyado la creación de medios comunitarios. Había un medio oficial, que era la Radio Ilimani, luego Patria Nueva, y Canal 7, ahora Bolivia TV. Pensar en  medios oficiales desde las comunidades, esta fue la contribución del Estado Plurinacional.

¿Se basó el proyecto en un modelo?

Evo Morales tenía experiencia previa en el Trópico de Cochabamba, donde era el dirigente máximo de las seis federaciones de trabajadores y sabía lo que significaba tener o no tener un medio de comunicación. Lograron contar con la Radio Soberanía, propiedad de la Federación del Trópico, con el aporte de los productores de hoja de coca. Tenían su propia estación de radio, que hacía el acompañamiento al sector. Si había una marcha, allí estaba la radio, como sucedió en las masacres que tuvieron lugar durante los gobiernos neoliberales. Así fue en la lucha contra la DEA y los «Leopardos». Esta radio fue fundamental para las denuncias, fue la voz del sector cocalero, la radio Soberanía.

Inspirado en este ejemplo, cuando Evo Morales llegó al gobierno promovió la creación de emisoras de radio de Pueblos Originarios, de radios comunitarias, en estrecha coordinación con las organizaciones sociales. Por eso hay emisoras de radio en los nueve departamentos con los indígenas, la Confederación Única Sindical de Campesinos de Bolivia, la organización de mujeres Bartolina Sisa, Comunidades Interculturales… La implementación de estas emisoras de radio se realizó con organizaciones sociales y equipos estatales.

-¿Qué hay de los profesionales?Imagen relacionada

-Son seleccionados por las mismas organizaciones, en un 90% son comunicadores empíricos, personas que nunca han pisado una universidad. El Ministerio de Comunicaciones ha venido promoviendo procesos de capacitación y educación para que estos trabajadores adquieran habilidades y conocimientos desde el manejo de los equipos hasta cómo realizar una entrevista, formatos periodísticos, siempre trabajando en conjunto.

Cuando estuve en el Centro de Producción Radiofónica de Bolivia (Cepra), impulsamos procesos de capacitación para comunicadores de Radios comunitarias y Radios de Pueblos Originarios, con la EGPP (Escuela de Gestión Pública Plurinacional) para su certificación por el Ministerio de Educación, capacitando a más de 200 comunicadores empíricos. Es un reconocimiento a los comunicadores que son en su mayoría bilingües, hablando en quechua, aymara y guaraní, dependiendo de su procedencia. Tienen esta capacidad fundamentalmente oral, por lo que la radio está estrechamente vinculada, es como un anillo en el dedo como herramienta de comunicación, mucho más que la prensa escrita que requiere más estudios.

Yo diría que el periódico no deja de ser una expresión válida, obviamente, pero más limitada a las ciudades, a un determinado sector que puede gastar dinero.

Además, la radio tiene un alcance masivo. ¿Quién no tiene un aparato de radio? La televisión es diferente e incluso su señal a menudo ni siquiera llega al área rural. La radio llega a todos lados y te acompaña, puedes estar produciendo, arando el campo… La cultura oral ha hecho de la radio mucho más que distracción o entretenimiento, es educación, capacitación, información, esta es la fuerza de las radios comunitarias.

Y no vamos a decir que esto sólo existe desde el gobierno de Evo, en todo el país mucho antes ya habían jugado un papel en las minas, en los sindicatos mineros, en toda la zona rural con el movimiento campesino. Hay una historia muy vasta, rescatada y fortalecida por el gobierno de Evo Morales.

«Las Radios de Pueblos Originários fueron un gran aporte del Estado Plurinacional a la democratización de la comunicación y tuvo una terrible resistencia por parte de los dueños de los medios de comunicación».

-Es con el gobierno de Evo que el Estado comienza a dar voz a los movimientos sociales.

-Sí, porque generalmente un sindicato no tiene la posibilidad de adquirir equipos de radio que cuestan 50.000 dólares, 100.000 dólares o 200.000 dólares, dependiendo del tamaño de la emisora. Así que fue una gran contribución del Estado Plurinacional a la democratización de la comunicación y tuvo una terrible y horrible resistencia por parte de los dueños de los medios de comunicación.

Los grandes propietarios siempre han visto la democratización como una forma de poner en peligro su privilegio, su monopolio. Lo triste es que muchas radios supuestamente comunitarias, de la sociedad civil, se opusieron a la creación de los RPOs, como si fueran un atropello, como si a través de ellos el Estado se estuviese insmiscuyendo, entrometiéndose donde no debía. No lo interpretaron del lado de la democratización, sino de una supuesta dominación c ompetencia. Obviamente este no es el caso. Había ceguera.

Imagen relacionada-En la práctica, como ustedes demostraron, al golpear al Estado, reprodujeron el discurso de los dueños de los medios de comunicación.

-Recuerdo con un poco de amargura estos acontecimientos. En Bolivia tenemos la Asociación Mundial de Radios Comunitarias (Amarc), que existe en toda América Latina. Por supuesto, el término radio comunitaria fue creado en los años 50 y 60, mucho antes del gobierno de Evo. Así que Evo también quería llamar a esas radios comunitarias instaladas por el gobierno, pero los afiliados de AMARC dijeron que no podían llamarse así, porque eran las radios comunitarias, como si hubieran patentado el término. Por eso las nuevas comenzaron a llamarse Radios de los Pueblos Originarios (RPOs), por una disputa sin sentido.

Creo que si estuviéramos en un estado que defendiera los intereses de las mayorías, si nos hubiéramos articulado más firmemente desde las propias organizaciones, creo que ahora tendríamos más armas para defendernos.

Ahora, después del golpe, este gobierno está tratando de llamarse constitucional y quiere bañarse en una apariencia democrática. El hecho es que adopta todos los procedimientos de fuerza, con la policía y el ejército en las calles, prohibiendo en la práctica a los que piensan diferente.

-La censura es más que visible.

-Hay de todo, desde la autocensura de muchos medios comunitarios de la sociedad civil que han optado por salir del aire, ya que cualquier emisión contraria a lo que dice el gobierno actual se tipifica como sedición y terrorismo, hasta aquellos que han optado por apagar su emisión por temor a ser acusados y criminalizados. Ahora los grupos minoritarios, relacionados con el nuevo gobierno, están quemando radios, prendiendo fuego a las emisoras, y no hay nadie que diga que esto es un ataque a la libertad de expresión.

Es doloroso ver a las federaciones de la prensa, a la Asociación Nacional de la Prensa sin pronunciarse, en silencio ante este ataque a la información, un derecho que está constitucionalizado.Resultado de imagen para bolivia radios i

Porque en los 14 años del gobierno de Evo Morales, a quien acusaron de dictador, autoritario, etc., no se ha cerró la posibilidad de que CNN difunda su visión. Ahora ha llegado este gobierno y, en nombre de la libertad y la democracia, en menos de una semana sacó del aire a Telesur. La Empresa Boliviana de Telecomunicaciones (Entel), nacionalizada, fue robada, el canal de televisión Russia Today fue retirado del aire, el periódico Cambio fue «rebautizado» como Bolivia. Una gran manipulación. Son personas que tienen miedo de los que piensan diferente.

-Y proyectan sobre Evo toda su aversión a la democracia.

-El hecho es que estas personas no admiten un pensamiento diferente al suyo. Lo peor es que han hecho un trabajo minucioso durante años en las redes sociales, a través de medios de comunicación que nunca han sido silenciados por el gobierno de Evo Morales. Y durante años apoyaron el discurso de «Evo dictador», «Evo corrupto», «Evo algo», con acusaciones sin pruebas mediante las cuales consiguieron generar un sentimiento de distanciamiento en parte de la opinión pública, de alejamiento y, en algunos casos, incluso de rechazo.

-Y todo lo que ocurrió en la campaña mediática de mentiras a lo largo del plebiscito sobre la posibilidad de reelección, el 21 de Febrero de 2016. Siendo autocríticos, ¿no faltó una mano más firme para combatir los excesos que se transmiten con impunidad?

-Totalmente. Yo creo que sí. Lo que ocurrió por parte de Evo es que hubo un respeto a las libertades, a la Constitución política del Estado, que ahora es negada por quienes dicen haber venido a defender la libertad y la democracia. Los hechos muestran exactamente lo contrario, están haciendo todo lo contrario. Carlos Valverde [que inventó la existencia de un hijo supuestamente abandonado por Evo] mintió y su mentira en las redes sociales, masificada por los medios de comunicación, hizo una guerra sucia a través de la cual logró influir en el resultado del referéndum [51,3% contra la reelección a 48,7%].

La votación fue el 21 de febrero, y la campaña de mentiras comenzó el 9 de febrero, menos de dos semanas antes, causando un escándalo. Ese mismo señor, que dice ser periodista y tiene un pasado nefasto como agente del Ministerio del Interior, con un papel en masacres, vinculado al narcotráfico, es hijo de uno de los paramilitares que fusiló a estudiantes en Santa Cruz. Su familia tiene un pasado falangista. Este hombre que más tarde se llamó a sí mismo «perseguido político», hoy vive con normalidad, no le pasa nada, está completamente impune. Mientras tanto, cualquiera que tenga alguna afinidad con el gobierno de Evo Morales «que se cuide, estamos siguiendo sus pasos». Este es exactamente el discurso de la Ministra de Comunicación.

Resultado de imagen para dolores arceCuando todavía estaba al frente de las Radios de los Pueblos Originarios, días antes de la masacre de Sacaba en Cochabamba [donde murieron diez personas y más de 200 resultaron heridas, el 80% de bala], hice una denuncia pidiendo garantías para las Radios Soberania y Kawsachun Coca, a las que se les quemaba el equipo y se perseguía a sus comunicadores. Kawsachun Coca, de las seis federaciones de cocaleros, había recibido un refuerzo en equipos del Ministerio. El ministro justificó la persecución de esta emisora diciendo que ha estado cometiendo delitos de sedición y terrorismo. Está buscando mecanismos para acabar de acallar a las radios comunitarias.

-Hay casos de periodistas que han sido golpeados y apaleados, e incluso un argentino, Sebastián Moro, que murió debido a la gravedad de las heridas. ¿Observaste este tipo de problemas?

-Desafortunadamente, sí. Entre los comunicadores de las Radio de los Pueblos Originarios, que siempre trabajaron como organizadores, y el gobierno de Evo, tuvimos el caso de un compañero que, durante los bloqueos de los «cívicos», le revisaron su teléfono celular y su credencial, siendo bloqueado en el camino antes de llegar a la estación. Me llamaron a las cinco de la mañana desde el celular de mi comunicador y, pensando que era él, le dije: «Hola Samuel, ¿cómo estás?

Era uno de los que le habían quitado su teléfono celular y me hablaba, preguntándome si yo era su jefe, quién y qué estaba haciendo. Me dijo que quería comprobar a quién habían detenido y yo le contesté que trabajaba conmigo en el Ministerio de Comunicaciones. Así que este fue su gran crimen, así que habían dañado su motocicleta, roto su espejo, tirado su teléfono celular al suelo, su instrumento de trabajo, que ahora está inutilizado. Todo por el simple hecho de que era un comunicador del Estado y luchaba contra los llamados «cívicos». Tenemos otros casos de comunicadores que fueron insultados tan pronto como fueron identificados como «evista» o «masista».

-¿De la misma manera que actuaron contra la delegación argentina que vino a evaluar la situación de los derechos humanos?

-Exactamente. Lo más triste es la maquinaria que han instalado en la mente de algunas personas. Primero hablan de fraude sin pruebas, porque se basan en la Transmisión Rápida de Resultados Electorales Preliminares (Trep), no en cifras oficiales.

Obviamente puede haber actas con algunos errores, pero esto no viene de ahora ni es exclusivo de Bolivia, es un error humano, de sumas, de actas con algún problema, algo que indiscutiblemente necesita ser mejorado. Pero estoy absolutamente segura de que nada de eso alteró, ni siquiera de lejos, el resultado. Por el contrario.

«Fueron los golipistas quienes vendieron, publicitaron y conformaron la idea del fraude hace meses, la mente de las personas como si todo fuera el resultado de una trampa. Las mismas personas que dieron un golpe sangriento, con asesinatos, secuestros y arrestos, han estado trabajando en la idea del fraude durante mucho tiempo. Fueron ellos quienes vendieron, publicitaron y armaron la idea de fraude meses antes. Decían y repetían: «habrá fraude, habrá fraude», trabajando en la mente de la gente como si todo estuviera bien planeado, como si todo fuera el resultado de una trampa.

-Así que los medios de comunicación jugaron un papel central en el golpe.

-Absolutamente. Porque la idea del fraude se inculcó, se trabajó hace meses. Los observadores internacionales y la OEA tienen parámetros de diferentes países, que no funcionan. No conozco los parámetros de Brasil, pero quizás los parámetros de la ciudad y del campo en su país no son tan diferenciados como los nuestros.

-En Brasil tenemos diferencias muy significativas en los padrones electorales entre las regiones del Sur y del Nordeste, por ejemplo.

-Como observaron, había una tendencia electoral y comenzó a cambiar. Como dijeron, esta era la mayor señal de fraude. Les digo con conocimiento de causa, porque coordiné durante diez años un trabajo sobre el tema, antes de que fuera el Tribunal Departamental Electoral, era la Corte Departamental Electoral. Trabajamos con el Centro de Producción Radiofónica a partir de una línea llamada «Ciudadanía», «Derecho a la Identidad», y apoyamos a través de campañas el acceso de la población excluida, el acceso a la cédula para que puedan votar.

Allí trabajamos desde al menos el 1999 hasta 2019, veinte años en los que yo personalmente hice seguimiento de los procesos electorales. Así que sé que el primer día, cuando puedes contar las actas de las ciudades más cercanas, eso llega rápido para el recuento, es decir, a media hora, a una o dos de distancia. Así que a las ocho de la noche ya tienes esos votos para contar. Esta primera publicación de resultados es, sobre todo, el panorama de las capitales, donde sabemos que las clases medias y altas tienen, con todo derecho, su opinión y que acostumbra ser más desfavorable al MAS.

En Cochabamba, por ejemplo, digamos que el 45% de los votos son para el MAS y el 55% para los demás partidos. Al día siguiente, comienzan a llegar los votos de las ciudades del interior y de las zonas rurales, y la situación se invierte, siendo el MAS una gran mayoría. En Cochabamba, la diferencia fue incluso de diez puntos para el primer resultado, y en provincias lejanas, como el Chapare, como la zona andina, donde los resultados llegaron dos días después, el MAS llegaba a 80, 90 y 95%. Así que es obvio que la tendencia cambie. No es extraño, es la realidad. Cochabamba es uno de los departamentos en los que el «voto duro», el voto cerrado al MAS, es más contundente.

A nivel nacional esta variación solía ser del 5%, mientras que en Cochabamba era del 10% entre la primera y la última publicación. Así que no me sorprendió que, como los votos provenían de las urnas más lejanas, Evo siempre ganara con la mayor diferencia, porque su nombre es la referencia. Porque fue Evo quien cambió la realidad del campo, no los neoliberales. Ahora quieren que creamos que es algo sospechoso, extraño, cuando no lo es. El presidente dijo: tenemos que esperar el resultado que viene del campo. Esto no es manipulación, no es fraude, es lo real.

Por supuesto, y no lo negaremos, y necesitamos tener una actitud autocrítica, que en las elecciones de 2014 tuvimos una victoria contundente, con más del 60%, que no dejó lugar a dudas, fue indiscutible. En ésta, la victoria fue del 10,57%. Y con errores y lo que sea, con una victoria de alrededor del 10%, el MAS obtuvo casi dos millones novecientos mil votos.

Incluso con doscientos mil votos de errores, fraudes, como quiera que se llamen, nadie negará que estamos muy por delante, porque el que lo sigue, la Comunidad Ciudadana, tiene dos millones doscientos cincuenta mil. No digamos que es despreciable; es una buenavotacion. Pero, sin duda, sea debido a nuestros propios errores, al desgaste o lo que se quiera, aún así, queda más de medio millón de votos de diferencia. Así que tratar al MAS como al perdedor, como al villano de la historia, es una falsedad. Quieren mostrar al ganador como al perdedor. Me siento indignada porque mi voto no ha sido respetado, ni el voto de mis hermanos, de mis compañeros.

Los medios de comunicación actuaron para revertir la situación. Se dieron el lujo de realizar 20 horas de manipulación en un solo día. Transmitieron desde las seis de la mañana hasta la medianoche durante casi dos semanas, cuando estallaron conflictos en las ciudades, paralizadas por bloqueos cívicos, que no permitían la entrada de personas del interior e impedían la circulación. Esta agresión fue mostrada por los medios de comunicación como una gran lucha democrática.

-Muchos alcaldes, diputados y gobernadores fueron perseguidos y golpeados, sus casas incendiadas, sus hijas violadas y sus familias amenazadas. Pero los medios de comunicación ocultaron este comportamiento fascista.

-Exactamente. Te daré un ejemplo concreto. De los nueve departamentos, Beni es uno en el que la disputa es muy feroz, casi mitad y mitad, donde ganamos el gobierno por muy poco en 2015, pero en muchos municipios, más en el interior, el MAS ganó con bastante fuerza.

-En esta última elección, de los 12.000 votos emitidos por el municipio de San Borja, 8.000 fueron para el MAS y 4.000 para los demás partidos. Resulta que con el golpe cívico-policíaco-militar-mediático, esta minoría de 4.000 votos, junto con los delegados de los Comités Cívicos de Santa Cruz, junto con los jóvenes que se han trasladado de otros departamentos – que son como paramilitares, hordas fascistas que asustan a la gente – ocuparon la radio de las RPOs, que estaba en la Federación Campesina, e impusieron a un director de su línea, ahora fascista.

El alcalde, elegido con dos tercios de los votos, es amenazado y obligado a dimitir. Esto es lo que está ocurriendo en todo el país, con minorías que se sienten capaces de intimidar e imponer, actuando para desmoralizar a los masistas, que son removidos de las funciones públicas. El argumento de estas personas es que la OEA ha demostrado que ha habido fraude y que, por lo tanto, el MAS ya no está en condiciones de gobernar. Los fascistas nos están robando nuestro gobierno, asaltando la administración pública.

-Y el discurso fascista se está adaptando a las circunstancias, en un intento de ocultar su golpe.

Inicialmente, su discurso fue que la nueva presidenta se quedaría hasta el 22 de enero, bajo el pretexto de los plazos, que necesitarían más tiempo para elegir a los nuevos jueces electorales…. En la práctica, fueron ellos los que quemaron cinco tribunales electorales, donde no hay una sola computadora, no hay nada. Así es como construyeron el discurso, crearon las condiciones para decir que necesitan más tiempo.

-¿Para qué más tiempo? Para tomar por asalto el Estado, desbaratar las políticas implementadas por Evo, asaltar a las empresas públicas y colocar a su gente, que apoyó este golpe de Estado a favor de la privatización. Todo bajo el manto de la democratización, con el relato de que había mucha corrupción. El discurso, muy agresivo y sin pruebas, es que Evo robó, que hubo desvio de fondos, malversación de millones. No hay pruebas, ni siquiera hay un proceso de investigación, pero generan una psicosis de mal manejo de recursos, de supuesto fraude por parte del gobierno de Evo.

Pude comprobar que es exactamente este discurso día y noche el que se imprime en los diarios, lo que se ve en la televisión y lo que se escucha en la radio. Hay una uniformidad en el discurso.

Te lo digo como funcionaria pública. El 10 de noviembre, Evo se vio obligado a dimitir. El 11 de noviembre hubo un vacío de poder y el 12 de noviembre, Jeanine Áñez se autoproclama presidenta, con el Congreso vacío, porque nuestros senadores y diputados, que son los dos tercios, no estaban presentes. De hecho, nada de esto era legítimo porque habría sido necesario convocar al Congreso, convocar a la Asamblea Legislativa Plurinacional, los parlamentarios deberían haber aceptado la renuncia para que se abriera la puerta constitucional. Nada de esto sucedió.

odo esto fue el martes 12. Dos días después, el jueves 14 de noviembre, la ola de destituciones llega a los 20 ministerios, y a toda la administración pública, con todos nosotros, los funcionarios, poniendo los cargos a disposición. No digo que todos los jefes. Yo iba a renunciar a mi posición si no me echaban, pero a nivel de funcionarios, todos tuvieron que poner sus cargos a disposición, desde el portero hasta el chófer, la secretaria, el mensajero, el técnico….

-Y así dió inicio la llamada «masacre blanca» ( es decir, destitución masiva), ya que los golpistas están dando «otro color al Estado», sustituyendo a los empleados con rostros, ropas y hábitos indígenas.

-Una masacre blanca para acomodar a personas que, según ellos, han luchado por la democracia. Jóvenes que rodearon las principales plazas de La Paz, que revisaban tu celular y tu cartera para averiguar si tenías algo que ver con el MAS, para determinar si podías o no pasar. Estos tipos que cercaron a la población y a las ciudades, ahora, con listas en sus manos, van a los ministerios para exigir su paga, que es su puesto, su colocación.

¿De qué constitucionalidad estamos hablando si se trata de un gobierno de transición? ¿De qué legitimidad estamos hablando si se ha producido la dimisión forzada de Evo? ¿Una dimisión basada en el secuestro de hermanos y hermanas de diputados, en la quema de las casas de diputados y gobernadores? De la misma manera presionaron a un senador de Potosí y a la presidenta del Senado, Adriana Salvatierra, -a quien correspondía la Presidencia de la República- con el argumento de que tenían un sobrino en sus manos.

En este contexto, agredieron a la hermana de Adriana Salvatierra, a quien le retiraron su teléfono celular y la incomunicaron. Dijeron que estaban con su sobrino y ella renunció a la presidencia del Senado. Esta es la información que nos llegó. De esta manera no estaban los que debían estar para la sucesión constitucional y ellos, en cuanto asaltaron el poder, iniciaron la distribución de las funciones públicas con el afán de permanecer más allá de los tres meses iniciales.

Si se trata de un gobierno de transición, debería tan sólo llamar al diálogo y preparar las elecciones, pero esto no es lo que pasó. Porque dos días después de su toma de posesión, y que los funcionarios públicos pusieran sus puestos a disposición, sancionan un decreto que garantiza la impunidad de los militares. ¿Con qué propósito? Esto está obviamente planeado. Para que los militares pudieran masacrar impunemente, matar sin consecuencias para los asesinos. Si fuera un gobierno de transición, ¿por qué habría de querer privatizar?

¿Por qué se abriría ya a la acción de un embajador de los Estados Unidos, por qué restablecería las relaciones y colocaría a un embajador de Israel? Estas personas se dieron el lujo de abandonar la Alternativa Bolivariana para las Américas (Alba), de cambiar la política exterior sin tener ninguna legitimidad para ello.

-En este contexto de intensa lucha política e ideológica, se insertan las amenazas a la prensa. ¿Cuál es la importancia de la solidaridad y de la presencia de los medios de comunicación internacionales?

-Más que en ningún otro, en este momento la presencia de los medios de comunicación internacionales marca la diferencia. Porque parte de los medios de comunicación nacionales están siendo cómplices del golpe, cooptados. Peor aún, forman parte de este golpe de manera voluntaria. Al mismo tiempo, existe un nivel de amenaza, persecución y violencia contra los medios alternativos y comunitarios, que sólo recuerdo haber visto en dictaduras.

Recuerdo las dictaduras de René Barrientos (1964-1969), Hugo Bánzer (1971-1978) y García Meza (1980-1981). En la de Barrientos se produjo el asalto a las radios mineras, la quema de equipos, el asesinato de comunicadores. Recuerdo cuando los gobiernos de Barrientos, Banzer y García Meza practicaron las mayores atrocidades. Ahora van más allá, hablando supuestamente en nombre de la libertad, de la democracia, e incluso en el nombre de Dios, agarrando la Biblia.

En este contexto, los medios de comunicación internacionales son nuestra garantía. Porque no podemos decir que no nos van a sacar del aire a todos los medios de comunicación. Es como luchar contra las mentiras desde dentro.

Al igual que volcaron desinformación durante 20 horas en los días más críticos, el motín policial fue promovido por los medios de comunicación. Los canales de televisión comenzaron a ir a todas las regiones para acosar a los mandos policiales, preguntando y animando: «¿En que esta el motín en esta ciudad?  Ya se están sumando al motín?» Los medios de comunicación incendiaron el país durante 24 horas. Pero tan pronto como esta autoproclamada presidenta toma posesión, de repente, la programación cambia y vuelve a la normalidad, las masacres ya no fueron motivo de noticia del momento.

Cuando se producen las masacres en Senkata y en Cochabamba, y hay malestar en los habitantes de las provincias de El Alto, que llegan a la ciudad, esta gente es reducida a «vándalos, saqueadores, hordas masistas». ¿Pero a quiénes se les quemaron las casas? Quemar los tribunales electorales, la casa del gobernador de Oruro, del diputado de Potosí y de la hermana del presidente, eso no era delito.

Medios de comunicación como Opinión, supuestamente un periódico de renombre, habló del robo de la casa que un hermano del presidente Evo tiene aquí en Cochabamba. En esta campaña, da a entender la existencia de muchas versiones. Y el periódico toma la versión de vecinos, indicando que debe tratarse de una autodestrucción para victimizarse a sí mismo, que el presidente, tan pronto como se fue, había dado esta orden a sus guardias. Francamente, es decepcionante.

No encuentro la palabra para expresar la indignación que causa el comportamiento de estos medios, especialmente de las emisoras de radio y televisión que tanto se aprovecharon durante el gobierno de Evo. No sólo se beneficiaron de la publicidad, sino que también lograron extender la validez de la licencia para operar hasta el año 2034. Yo siempre estuve contra esa política y los resultados están ahí.

-¿Cuáles deberían ser los próximos pasos y cómo posicionar a los comunicadores en la lucha contra esta dictadura?

-Creo que hay varios pasos que nos esperan. Primero, a nivel orgánico del MAS hay que volver a las bases, como decimos nosotros. Necesitamos un espacio de análisis, de reflexión, de autocrítica. Porque tampoco sería correcto decir que nosotros no cometemos errores. Y la comunicación es clave.

Tenemos que defender los que son nuestros medios, que costaron la sangre de las organizaciones populares. Tuvimos la oportunidad de que el Estado acompañara a las organizaciones sociales y de comunicación de las organizaciones durante 14 años. Tenemos que luchar para defender este progreso, pero desgraciadamente nos hemos dado cuenta de que la voluntad política del nuevo Gobierno es la contraria.

Yo diría que deberíamos pasar a la resistencia, pero organizándonos con vistas a las elecciones. Y entonces la comunicación jugará un papel importante. Primero hay una comunicación que va más allá de los medios de comunicación, que tiene lugar en las reuniones ampliadas, en las organizaciones, tenemos que volver al trabajo puerta a puerta, a una comunicación desde abajo. Pero necesitamos aliados, y entonces la prensa internacional, y un colectivo como ComunicaSul, contribuirán significativamente a la denuncia y monitoreo de la realidad boliviana, no permitiendo que un gobierno dictatorial se cubra con un manto democrático.

*Traducción: Javier Tolcachier / Pressenza