Antes del final, María Corina se bajó

Tal como se preveía y se había anunciado, la referente opositora María Corina Machado se resignó a que no podrá ser candidata a la presidencia y presentó a su sustituta: la académica Corina Yoris. La consigna de campaña está cantada: las dos Corinas. La candidatura “hasta el final” de Machado se desdibujó. ¿Podrá enamorar  a algún electorado la variante de última hora?

Marcos Salgado |

Cuando promediaban las postulaciones ante el Consejo Nacional Electoral de candidatos a la presidencia de Venezuela para las elecciones del próximo 28 de julio, la referente opositora María Corina Machado anunció en un patio repleto de periodistas a su reemplazante en la boleta electoral de los partidos MUD y Un Nuevo Tiempo, que llevarían la candidatura de Corina Yoris.

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“Es una gran madre y una abuela para Venezuela”, sentenció Machado, mientras no escatimaba abrazos a Yoris, aunque aclaraba que ella misma seguiría recorriendo Venezuela. Cómo sería una eventual campaña (¿compartida?) de las Corinas es apenas uno de los interrogantes que deja el anuncio de viernes en la quinta El Bejucal, en las faldas del Waraira Repano.

Entre Corinas te veas

En la conferencia de prensa se respiró un clima de cierta expectativa. La resignación de MCM venía tomando cuerpo desde hacía semanas, y quedó más clara en los últimos días, cuando desde dentro y fuera de El Bejucal arreciaron las versiones, y los nombres.  De hecho, inmediatamente antes del anuncio había quienes apostaban que la elegida sería Teresa Albanes, vicepresidenta de la Comisión Nacional de Primaria de la oposición.

El nombre fue otro, aunque no lejos. Corina Yoris fue miembro de la Comisión Nacional de Primaria, encargada de organizar las elecciones internas que ungieron a MCM como candidata, no sin escándalos. Para empezar, nunca quedó claro cuántas personas participaron en la compulsa, a la que también le quitaron el cuerpo varios referentes opositores, empezando por el ex candidato presidencial Henrique Capriles.

Según el número oficial, en la primaria participaron más de 3 millones de votantes. Cálculos serios sitúan la participación bastante más abajo, acaso unas 800 mil personas. Como sea, ninguno de los dos guarismos incomodarían, en principio, al candidato a la reelección, Nicolás Maduro, quien -de cualquier manera- ya se tomó muy en serio su rol de candidato y recorre casi día por día distintos puntos del país.

Mientras en el este de Caracas Machado revelaba el nombre de su candidata, el presidente Maduro recorría las calles de Catia, en el oeste popular de la capital.

Como a las reses

Luego del anuncio de la postulación de Yoris, no fueron pocos los que salieron a buscar quién era y qué opinaba hasta hace poco (o ahora) la candidata de MCM. Redes sociales mediante, la búsqueda revela a una acérrima militante antichavista, que incluso avaló con fruición las aventuras extremas de la derecha venezolana, como el intento de golpe de Estado de abril de 2019.

¡No es un Golpe de Estado! Es la restitución del Estado de Derecho. Hay que repetirlo hasta que se les grabe como se marca a las reses. No podemos dejar que se imponga de nuevo la matriz de opinión de 2002 cuando calificaron a la rebelión como Golpe.

— Corina Yoris (@yorisvillasana) April 30, 2019

“¡No es un Golpe de Estado! Es la restitución del Estado de Derecho”, postula Yoris en la red X. Y en el mismo post, insiste: “Hay que repetirlo hasta que se les grabe como se marca a las reses, no podemos dejar que se imponga de nuevo la matriz de opinión de 2002 cuando calificaron a la rebelión como Golpe.

Lo cierto es que a la hora del posteo, casi el mediodía del 30 de abril de 2019, y más allá de los devaneos de la ahora postulada candidata, la asonada de Guaidó ya naufragaba irremediablemente.

La apelación a la marca de las reses tampoco pasó desapercibida.

https://twitter.com/DrJeckill1958/status/1771392476726903174

Candidatos, al CNE

Hace nada, poco más de una semana o tal vez menos, algunos voceros hasta hace poco habituales de la oposición convocaban a “acompañar” a MCM hasta las oficinas del Consejo Nacional Electoral para presentar una postulación que de antemano se sabía estéril. Uno de los llamamientos fue el del ex “presidente interino” Juan Guaidó, desde Miami, donde juega al paddle.

Esos torpes llamados a la acción quedaron el viernes definitivamente fuera de orden. En la vida real, varios candidatos opositores llegaron al CNE en la Plaza Caracas para formalizar sus postulaciones. Fue el caso de Antonio Ecarri, de la Alianza Lápiz, y de Juan Carlos Alvarado, del tradicional partido COPEI. El jueves había hecho lo propio Luis Martínez, del otro partido viejo de Venezuela, Acción Democrática.

Mientras tanto, desde el gobierno varios voceros de primera línea alertaron de una operación en curso para frenar el proceso electoral. El vicepresidente primero del Partido Socialista Unido de Venezuela (PSUV), Diosdado Cabello, cuestionó los pronunciamientos calcados de Luis Almagro, secretario general de la Organización de los Estados Americanos (OEA), el subsecretario para Asuntos del Hemisferio Occidental de Estados Unidos, Brian Nichols, y de la Unión Europea y otros organismos internacionales, en defensa de los coordinadores opositores.

“Salen a defender lo que ellos no saben. Pero ellos ya tienen compradas la versión de que los malos somos nosotros y ellos son los buenos. Esa es la lógica mediática que ellos han impuesto. ¿Cuál es el objetivo? Subvertir el orden para que aquí no se den las elecciones porque saben que ella no va a ser candidata. Señora María (Corina Machado), su problema no termina en el 2024, porque en el 2030 tampoco va a ser candidata”, dijo durante su programa “Con el Mazo Dando”.

Los hechos de las últimas horas confirmaron las aseveraciones de Cabello, quien en su programa parodia supuestos informantes internos en El Bejucal. Más allá del recurso comunicacional, lo cierto es que -al menos esta vez- los datos no le fallaron. Tal como lo auguraba, MCM desistió de una candidatura impracticable y la entronización sui generis de otra Corina genera más dudas que certezas.