¿Apocalipsis mañana? Los conflictos se multiplican y las víctimas son civiles

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Sergio Ferrari

En 2024 en todo el mundo, cada 12 minutos murió un civil en un conflicto armado, lo que representó un aumento del 40% de casos con respecto al año precedente. Los registros de la Oficina de Naciones Unidas para la Coodinaciòn de Asuntos Humanitarios (OCHA, por sus siglas en inglés) contabilizan más de 48.000 asesinatos de civiles en el marco de conflictos bélicos. De los cuales 21.480 fueron mujeres y 16.690, niñas y niños (80% y 70% respectivamente, en Gaza).

Prensa mutilada

Según OCHA, estas cantidades macabras —con cifras “conservadoras” con respecto a otras fuentes— revelan, además, la “persistencia de ataques mortales contra defensores de derechos humanos”. En efecto, más de 500 hombres y mujeres fueron asesinados como parte de la respuesta represiva contra su actividad humanitaria. América Latina y el Caribe fue la región donde ocurrió la mayor cantidad de estos asesinatos. En ese mismo periodo, otros 123 activistas desaparecieron por la misma razón.

La niñez haitiana sufre el impacto de conflictos ininterrumpidos desde años

En 2024, cada 14 horas se registró el asesinato o la desaparición de un periodista, sindicalista o activista humanitario. El año pasado, OCHA contabilizó 82 muertes de comunicadores. Más del 60% de estos homicidios se produjeron en zonas de conflicto, la proporción más alta en más de una década.

Cifra, sin embargo, que se encuentra bastante por debajo de la que reconocen otras organizaciones fiables. La Federaciòn Internacional de Periodistas (FIP), por ejemplo, registró 122 homicidios entre sus colegas –más de la mitad en relación al conflicto en Palestina— y calificó el año 2024 como uno de los “más mortíferos” de las últimas décadas.

Conflictos bélicos al por mayor

En los últimos años han estallado nuevos conflictos armados que “han hecho descarrilar los esfuerzos mundiales hacia el desarrollo sostenible, el cual no puede prosperar sin paz y seguridad y sin la protección de los derechos humanos”, como señala el informe publicado por este organismo de las Naciones Unidas.

Si bien entre 2015 y 2022 la tendencia fue decreciente, a partir del 2022 se revirtió debido a un aumento significativo de confrontaciones armadas en diversas regiones del planeta. Entre 2015 y 2024, OCHA documentó muertes de civiles relacionadas con conflictos bélicos en 16 países: Afganistán, Etiopía, Filipinas, Iraq, Líbano, Libia, Malí, Myanmar, Palestina, República Árabe Siria, República Centroafricana, República Democrática del Congo, Somalia, Sudán del Sur, Ucrania y Yemen.

Mujeres víctimas de la guerra en Darfur, África. Foto ACNUR.

Las conclusiones de un reciente estudio del Instituto de Investigación para la Paz (PRIO), de Oslo, son todavía más preocupantes: en 2024 el mundo experimentó el mayor número de conflictos armados desde 1946, superando a 2023, de por sí un año récord. Nada menos que 61 conflictos en 36 países, algunos de los cuales se vieron afectados por múltiples confrontaciones simultáneas. Realidad que llevó a Siri Aas Rustad, autora principal de este estudio de análisis de tendencias desde 1946 a 2024, a afirmar que no se trata de un aumento repentino, sino de un cambio estructural. Su conclusión: “El mundo actual es mucho más violento y está mucho más fragmentado que hace una década”.

El estudio de PRIO además documenta que África sigue siendo el continente más afectado, con 28 conflictos nacionales, seguida de Asia (17), Oriente Medio (10), Europa (3) y América (2). Y que más de la mitad de los Estados afectados han padecido o padecen dos o más conflictos cada uno. Tan solo el año pasado se confirmaron unas 129.000 muertes ligadas a confrontaciones armadas, mayormente entre Rusia y Ucrania, en la Franja de Gaza y en la región etíope de Tigray.

Sobre un tonel de dinamita… nuclear

Los ataques de Israel y Estados Unidos contra Irán la segunda quincena de junio, con el pretexto de neutralizar una supuesta amenaza nuclear iraní, no hacen más que esconder la cara oculta del “juego” geopolítico en torno al verdadero poderío bélico en el mundo. Que se juega esencialmente en términos del poder nuclear, es decir la capacidad máxima de destrucción de la fuerza enemiga.

Inventario nuclear del mundo.

Según el reciente informe Anual 2025 del Instituto de Estudios para la Paz (SIPRI), de Estocolmo, un inventario de enero de este año estimó en 12.241 el número de ojivas nucleares en existencia, todas ellas propiedad de nueve naciones (entre las que no se encuentra Irán): Francia, Estados Unidos, Rusia, Reino Unido, China, India, Pakistán, República Popular Democrática de Corea (Corea del Norte) e Israel.

Notablemente, el 90% de esta cantidad pertenece a Rusia y a Estados Unidos, potencias embarcadas en extensos programas de modernización de sus respectivos arsenales nucleares con el propósito de incrementar el tamaño y la diversidad de los mismos. Según el SIPRI, los “arsenales nucleares mundiales se amplían y modernizan … y está emergiendo una nueva y peligrosa carrera armamentista nuclear en un momento en que los regímenes de control de armas se encuentran gravemente debilitados”.Cómo se lanza un misil nuclear? Así son los protocolos de Estados Unidos, Rusia y Reino Unido - BBC News Mundo

De este total de ojivas nucleares, 3.912 ya están desplegadas en misiles o en bases con fuerzas operativas listas para el uso y 5.702 almacenadas en reserva, lo que exigiría una cierta preparación, por ejemplo, instalación de componentes, transporte y carga en lanzadores antes de su despliegue. El resto, 2627 ojivas han sido retiradas de la reserva militar pero aún no han sido desmanteladas.

Como subraya el SIPRI, en caso de no lograrse un nuevo acuerdo para limitar estos arsenales, es probable que aumente el número de ojivas desplegadas en misiles estratégicos tras la expiración en febrero de 2026 del Tratado bilateral de 2010 sobre Medidas para la Nueva Reducción y Limitación de Armas Estratégicas Ofensivas (New START). Las tendencias armamentistas siguen consolidándose y por el momento no existen señales de negociaciones para renovar los frágiles acuerdos o bien para reemplazarlos. 

Tendencia preocupante e imprevisible

Inteligencia artificial en la guerra: desafíos y preocupacionesComo enfatiza el SIPRI en su Informe 2025, “todo apunta a que se está gestando una nueva carrera armamentista que conlleva mucho más riesgo e incertidumbre que la anterior”. En la misma influye “el desarrollo acelerado y aplicación de una amplia gama de tecnologías —por ejemplo, en los campos de la inteligencia artificial (IA), las capacidades cibernéticas, los activos espaciales, la defensa antimisiles y la tecnología cuántica— que está redefiniendo radicalmente las capacidades nucleares” y genera nuevos factores de inestabilidad.

Por otra parte, en la medida que la IA y otras tecnologías aceleran la toma de decisiones en contextos de crisis, “aumenta el riesgo de que un conflicto nuclear se desate como resultado de una mala comunicación, un malentendido o un accidente técnico”.

Los conflictos bélicos se multiplican cotidianamente, y los que han estallado apenas las últimas semanas están generando un ambiente apocalíptico que algunos analistas equiparan con el inicio de la Tercera Guerra Mundial. Aun si esta lectura puede ser extrema, cómo negar que los hechos son elocuentes y que todas las cifras certifican una escalada violenta en muchas regiones del planeta.

Planeta que ya duerme, cada noche, sobre un inmenso arsenal nuclear suficiente como para destruir buena parte de la civilización, incluso la civilización entera. Mientras tanto, cada doce minutos muere una persona no combatiente a causa de las estrategias y los conflictos bélicos. Civiles con apellidos propios, fundamentalmente, con nombres femeninos y de niños y niñas.

*Periodista, investigador y analista argentino, radicado en SuizaColaborador del Centro Latinoamericano de Análisis Estratégico (CLAE)