Narrativas pandémicas
Maryclen Stelling|
La pandemia del coronavirus conduce a una crisis multidimensional de profundas y graves consecuencias a nivel mundial. Las pandemias generan transformaciones en los procesos históricos, constituyéndose en crisis históricas sociales. En un dramático panorama, la pandemia del covid-19 arrastra en cadena otras crisis: sanitaria, demográfica, económica, política, social y mediática.
El área comunicacional e informativa desempeña papel central en la construcción de la pandemia como fenómeno social, en el tratamiento, efectos colaterales y consecuencias. Igualmente en la conceptualización del otro y en los valores morales…
De vital importancia la comunicación oficial en la gestión de la comunicación de crisis. Central el rol del Estado como rector máximo, quien, desde una vocería coordinada, debe ordenar y dirigir la comunicación en combinación con una estrategia de cuentas rectoras digitales. Hay que evitar la crisis de credibilidad y de confianza en las instituciones sanitarias.
Las narrativas y representaciones del coronavirus proveen a la sociedad de herramientas para interpretar la crisis vírica. Los medios enmarcan, organizan y le dan sentido a la situación; suministran herramientas para la interpretación y evaluación del mundo y acontecimientos como la actual pandemia. Generan procesos de socialización política, de toma de decisiones y acciones colectivas, más cuando Venezuela se encuentra bajo una guerra comunicacional manejada por las transnacionales de la información.
En el plano interno avasallan dos marcos interpretativos dominantes -gobierno y oposición- que, al informarnos, nos indican cómo interpretar la pandemia, sus causas y consecuencias. Desde la polarización radical, se elabora a conveniencia un relato y la construcción simbólica de la crisis; se realiza una interpretación causal y atribución de responsabilidades y se lleva a cabo una evaluación político-moral.
Así, ante la pandemia del covid-19, se refuerzan las barreras político-mediáticas, se invisibiliza el país en tanto totalidad y se aleja la posibilidad de enfrentar colectivamente la situación. Desde la polarización maliciosamente se politiza la crisis vírica. La convocatoria es a trabajar por una narrativa que promueva la solidaridad y el compromiso con el país.