El terrorismo de EU no mató aún el diálogo en Venezuela, que no encuentra salidas a su economía

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Álvaro Verzi Rangel | 

La decisión del régimen de Donald Trump de imponer un bloqueo total a Venezuela y bombardear las negociaciones entre el gobierno constitucional y la oposición, tuvo la capacidad de reunir el rechazo de naciones, dirigentes, las Naciones Unidas, y animar las protestas que llegaron hasta la entrada de la Casa Blanca, en Washington.

Gritos de ¡Manos fuera de Venezuela! se escucharon el sábado 10 frente a la Casa Blanca, donde activistas estadounidenses demandaron el fin del bloqueo. Miembros de organizaciones como la Coalición Answer y Code Pink hicieron escuchar sus voces frente a la mansión ejecutiva con ese llamado –en inglés Hands off Venezuela– y con otros como Trump, unblock Venezuela (Trump, desbloquea Venezuela).

Asimismo, se escucharon consignas en español como “Chávez vive, la lucha sigue”, en referencia al fallecido líder de la Revolución Bolivariana, mientras los participantes portaron carteles con mensajes como No al golpe, no a la guerra, no a las sanciones.

Tras estas protestas, la vocera de la Casa Blanca, Morgan Ortagus, dijo que las medidas tomadas el pasado 5 de agosto no establece un embargo, pero si constituye un golpe económico en contra de las empresas “secuestradas” por el gobierno de Nicolás Maduro, confirmando la polpitica de pirateo de los fondos y recursos venezolanos. “Como todas la sanciones de los EE UU, estás sanciones permiten obtener alimentos, medicinas y artículos de primera necesidad para Venezuela”, trató de explicar Ortagus.

El presidente Nicolás Maduro destacó este sábado que Venezuela está preparada para ejercer su independencia absoluta y combatir el bloqueo económico. Durante la multitudinaria movilización “No More Trump” en rechazo al bloqueo financiero, aseguró que Venezuela se ha venido preparando política y militarmente para garantizar la paz en la nación, combatir el bloqueo y hacerse respetar ante el imperialismo.

Maduro afirmó que EU se ha encargado de violar los principios del derecho internacional utilizando el poder económico del dólar y de los bancos estadounidenses para chantajear al mundo e imponer una dictadura mundial.

El ministro de la Defensa, Vladimir Padrino López, llamó a “la unión nacional” para enfrentar “la agresión más brutal”, como denominó al bloqueo de bienes estatales venezolanos en EU, y dijo que las sanciones están haciendo mucho daño a todos los venezolanos e “irrespetan al mundo entero”. Tras llamar a la unión nacional, el militar dijo que “es tiempo de ir mucho más allá de los pensamientos partidistas”, pues se trata de “un asunto de defensa de Venezuela”.

Malestar mundial con el bloqueo

La ONU alertó sobre impacto de sanciones, la Unión Europea, Rusia, Turquía y China seguirán actividades económicas en Venezuela y la negociación en Barbados quedó en receso, aunque voceros de ambas partes aseguran que las conversaciones continúan. Desde la ONU, la comisionada Michelle Bachelet, autora de un polémico informe sobre al, situacipon humanitaria en Vsnezuela, cuestionó las s sanciones e indicó que la población será la afectada.

La agencia financiera estadounidense Bloomberg señaló que las sanciones a Venezuela ya aplastan las importaciones de alimentos y medicamentos, y habló de la posibilidad de que éstas pongan fin a casi todo el comercio con el país, dada la prevalencia de las entidades estatales. Si se cierran completamente los ingresos por el flujo petrolero, Venezuela no tendría divisas para importaciones, ya que el sector privado representa una parte muy pequeña de la generación de divisas.

The Financial Times señaló que la empresa petrolera rusa Rosneft proporcionó las importaciones totales de petróleo de Venezuela en junio, enviando ocho cargamentos por un total de alrededor de 1,7 millones de barriles, mientras el presidente Nicolás Maduro informó que una empresa conjunta petrolera venezolano-china comenzó un proyecto de expansión para aumentar la producción a 165,000 barriles por día.

Diálogo silente

Y cuando todos creían que el proceso de diálogo avanzaba, gracias al mutismo impuesto por los noruegos para evitar la habitual guerra de micrófonos, cambió radicalmente el contexto cuando Donald. Trump firmó una orden ejecutiva que congeló todos los activos del Gobierno y prohibió transacciones, una “acción radical” orientada hacia la imposición de “un embargo económico total”.

Y abrió otra brecha en la fracturada oposición al gobierno, que se debate entre el apoyo a tales medidas trumpianas, como el autoproclamado presidente interno Juan Guaidó (¡faltaba más!) y el rechazo directo a veces, sutil otras, al bloqueo estadounidense cuyo fin primario y final era bombardear las conversaciones de Barbados, en las que participaba sólo con sus financiados y guionados dirigentes opositores.

Ipso facto, el gobierno suspendió su participación en el diálogo de Barbados, en  “razón de la grave y brutal agresión perpetrada de manera continuada y artera por parte de la administración Trump contra Venezuela”.

El gobernador del estado Miranda, Héctor Rodríguez , declaró que la delegación del Gobierno y la oposición se mantienen en constante comunicación  luego de las recientes sanciones. Bajo la mesa y lejos de la prédica que practican los voceros de ambas partes en cada discurso, las conversaciones seguirían en pie, en consultas sobre la propuestas de realizar elecciones parlamentarias (primero) y presidenciales (luego) en un plazo de uno o dos años.

Los representantes designados por Guaidó parecen dispuestos a hablar, mientras que Estados Unidos, luego de ver la negativa repercusión de una medida tomada en busca de votos para la campaña de reelección de Trump,  parece no estar dispuesto a provocar un colapso total de las negociaciones, a pesar de que el asesor de seguridad, John Bolton, dijese que el tiempo del diálogo acabó. El representante especial de EU para Venezuela, Elliott Abrams, dijo que no criticaría la participación de Guaidó en la negociación, ni la mediación de Noruega.

Los noruegos trabajan como si el diálogo se fuera a retomar en breve, y el jefe de sus mediadores, Dag Nylander, habla de reprogramar la reunión suspendida el 8 de agosto. En tono diplomático señaló que su trabajo continúa bajo el principio de qué les gustaría a las partes, y mostró su optimismo en cuanto a “las perspectivas realistas de una solución negociada que pueda beneficiar al pueblo venezolano”.

¿Y la economía?

El portal 15yUltimo, se pregunta si con este nuevo bloqueo, la política económica venezolana seguirá siendo la misma. Recuerda que en el caso de Irán, su apuesta desde el comienzo del bloqueo estadounidense fue desarrollar a lo interno sus fuerzas productivas, pensando en el mercado interno y apalancada por su exportación petrolera.

Señala que Irán dejó de lado los prejuicios posrentistas y de apuestas inútiles a la llegada de unas inversiones extranjeras que por diversas razones geopolíticas y geoeconómicas no iban a llegar, pero que menos lo iban a hacer en el contexto de asfixia a la cual los EU sometió al país hace ya cuarenta años.

Es todo lo contrario a lo que está haciendo Venezuela en este momento, cuya política económica se ha empeñado en contraer más aún el mercado interno contrayendo los salarios a su mínima expresión, queriendo “seducir” unas inversiones que nunca han llegado y nunca llegarán, a no ser como migajas y buscando comprar a precio de remate pues son conscientes del grado de desesperación, añade.

Se ha dejado deteriorar a niveles inconcebibles la industria petrolera, fuente única y segura de ingresos en divisas, por no hablar del sistema eléctrico, cuyo estado actual es una limitación gigante a cualquier intento de recuperación y más aún desarrollo, señala el portal chavista.

“Dado el cuadro que nos depara este segundo semestre 2019, la pregunta que hay que hacerse no es que más hará EU o si en algún momento levantará las medidas que le pedimos por tuiter, comunicados y marchas que levanten. La pregunta que hay que hacerse es qué hará de aquí en adelante el gobierno venezolano: ¿seguirá apostando a la misma receta devaluadora y contractiva que no solo no le da los resultados esperados si no que refuerza la asfixia externa asfixiando aún más a lo interno?”, señala 15yÚltimo.

La postura en general del gobierno venezolano con respecto al bloqueo debe cambiar radicalmente: hasta ahora consiste en asegurar desafiante en la mañana que “nada de lo que haga el imperio detendrá la marcha de la revolución”, solo para lamentarse en la tarde que no puede hacer nada porque el bloqueo del imperio no lo permite. Y esto aplica en todos los frentes, pero en especial en lo económico, destaca.

Según el Banco Central venezolano la contracción hasta el tercer trimestre de 2018 fue de 52% del PIB. El FMI proyecta un 35% para 2019 y la CEPAL un 23%, cifra más realistas, sin contar el endurecimiento del bloqueo. Se estaría hablando de cerca de un 70% del PIB perdido en seis años. Eso no ha pasado ni siquiera en Siria, país sometido a una bestial guerra terrorista que, tras haberlos derrotado ya comenzó a crecer, poquito y todavía en conflicto pero se ha comenzado a recuperar. ¿Y Venezuela, qué?

 

*Sociólogo venezolano, Codirector del Observatorio en Comunicación y Democracia y del Centro Latinoamericano de Análisis Estratégico (CLAE, www.estrategia.la)