Elías Jaua: La opción revolucionaria

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Elías Jaua Milano|

Corren horas difíciles para la vida de la República, para la vida de nuestro pueblo. Un movimiento telúrico sostenido en el tiempo ha descolocado las certezas, la cotidianidad del hacer y ser diario, los principios y las conductas de propios y extraños.

La magnitud de la agresión extranjera ha trastocado el tiempo histórico y nos ha colocado en situaciones inimaginables, tanto en lo personal como en lo colectivo. Es en estos momentos de incertidumbre histórica, donde toca anclarse en los principios personales y colectivos que uno ha profesado, que uno ha defendido, por los cuales uno ha luchado.

Para los revolucionarios y revolucionarias de Venezuela, en esta coyuntura, nuestra opción tiene que ser, hoy más que nunca, la de la  fidelidad con los fundamentos programáticos y a las causas que históricamente hemos defendidos, generación tras generación:

1. Luchar por la liberación nacional. En esta coyuntura, hacer respetar nuestra Independencia, dignidad y autodeterminación nacional frente al intento de imponernos un presidente de facto, desde el extranjero, bajo la amenaza y la intimidación del actual gobierno de los Estados Unidos y sus aliados, distinto al Presidente que resultó de las elecciones directas, secretas y universales del 20 de mayo de 2018, Nicolás Maduro Moros.

2. Defender, en cualquier circunstancia, nuestra soberanía nacional sobre los recursos petroleros, mineros, naturales en general y los activos nacionales que son de todo el pueblo venezolano.

3. Defender el derecho a vivir en paz con dignidad que tiene nuestro pueblo y todos los pueblos del mundo, frente a la escalada belicista promovida por el Presidente de los Estados Unidos, Donald Trump.

4. Acompañar, promover, participar de las luchas de los trabajadores y trabajadoras contra los patronos para hacer respetar sus derechos laborales; de los campesinos y las campesinas por el derecho a la tierra y a los insumos agrícolas; de los indios y la indias contra el atropello racista;  de los jóvenes en los barrios por sus derechos humanos; del pueblo en general contra el abuso de los especuladores y la indolencia de algunos funcionarios públicos, entre tantas otras luchas, que a diario, le toca librar a la familia venezolana.

5. Luchar por la democratización de la sociedad venezolana, bandera de la izquierda venezolana, bandera de Hugo Chávez, plasmada en la máxima norma del país, la vigente Constitución de la República Bolivariana de Venezuela de 1999. Nuestro compromiso es seguir luchando para que el pueblo tenga el poder y nunca más, a decir de Ezequiel Zamora, Venezuela sea patrimonio de ninguna familia, grupo o persona. ¡Todo el Poder para el Pueblo!

6. Defender y promover la producción nacional como garantía de plena soberanía nacional. Grandes, medianos y pequeños productores y empresarios deben tener las condiciones necesarias para producir de manera legal y transparente, regulados por el Estado para garantizar los derechos de los consumidores y consumidoras.  Los socialistas venezolanos, en la década de los 90 del siglo XX,  libramos la lucha contra la apertura neoliberal, que favoreció  la importación,  afectando negativa y estructuralmente al aparato productivo nacional.

De igual manera, son verificables los esfuerzos y logros del gobierno Bolivariano del Comandante Chávez por refundar un sistema de producción nacional. Esa es la verdad histórica, frente a la mentira, la omisión y la manipulación ideológica y de cifras.

7. Luchar por una nueva ética en el manejo de lo público, una sociedad basada en una cultura del trabajo digno; en los valores  de la honestidad, de la solidaridad, del reconocimiento a nuestra diversidad cultural, a nuestro patrimonio ambiental.

Por esos principios, por esas causas han caído en la lucha miles de jóvenes, estudiantes, campesinos, campesinas,  obreros, obreras, maestros, maestras, militares patriotas y el pueblo en general. Lo revolucionarios y revolucionarias de este tiempo no tenemos opción que seguir luchando por ese camino histórico, que es el camino del pueblo, el camino de Chávez.

No habrá chantaje, intimidación, calumnia o amenaza de propios o extraños que nos aparte del camino: ¡Luchar junto al pueblo, por la Revolución!