Eduardo Galeano: Los hijos de los días

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Ofrecemos a nuestros lectores, a manera de primicia, un adelanto de Los hijos de los días, el nuevo libro de Eduardo Galeano,quien mañana leerá fragmentos de este volumen en un acto histórico en Montevideo. El lanzamiento oficial ocurrirá el 17 de abril, de manera simultánea en España, Argentina y México
Y los días se echaron a caminar.
Y ellos, los días, nos hicieron.
Y así fuimos nacidos nosotros,
los hijos de los días,
los averiguadores,
los buscadores de la vida.
(El Génesis, según los mayas)

 
Enero 7/ La nieta

Soledad, la nieta de Rafael Barrett, solía recordar una frase del abuelo:

–Si el Bien no existe, hay que inventarlo.

Rafael, paraguayo por elección, revolucionario por vocación, pasó más tiempo en la cárcel que en la casa, y murió en el exilio.

La nieta fue acribillada a balazos en Brasil, en el día de hoy de 1973.

El cabo Anselmo, marinero insurgente, jefe revolucionario, fue quien la entregó.

Harto de ser un perdedor, arrepentido de todo lo que creía y quería, él delató, uno por uno, a sus compañeros de lucha contra la dictadura militar brasileña, y los envió al suplicio o al matadero.

A Soledad, que era su mujer, la dejó para el final. El cabo Anselmo señaló el lugar donde ella se escondía, y se alejó.

Ya estaba en el aeropuerto cuando sonaron los primeros tiros.

Enero 9/ Elogio de la brevedad

Hoy se publicó, en Filadelfia, en 1776, la primera edición de Sentido común.

Thomas Paine, el autor, sostenía que la independencia era un asunto de sentido común contra la humillación colonial y la ridícula monarquía hereditaria, que tanto podía coronar a un león como a un burro.

Este libro de cuarenta y ocho páginas se difundió más que el agua y el aire, y fue uno de los papás de la independencia de los Estados Unidos.

En 1848, Karl Marx y Friedrich Engels escribieron las veintitrés páginas del Manifiesto comunista, que empezaba advirtiendo: Un fantasma recorre Europa… Y ésta resultó ser la obra que más influyó sobre las revoluciones del siglo veinte.

Y veintiséis páginas sumaba la exhortación a la indignación que Stéphane Hessel difundió en el año 2011.

Esas pocas palabras ayudaron a desatar terremotos de protesta en varias ciudades. Miles de indignados invadieron las calles y las plazas, durante muchos días y noches, contra la dictadura universal de los banqueros y los guerreros.

Enero 10/ Distancias

Tosiendo marchaba el coche. Y a los tumbos, apilados dentro del coche, viajaban unos músicos. Ellos iban a alegrar una reunión de campesinos, pero ya llevaban un largo rato perdidos en los hirvientes caminos de Santiago del Estero.

Los despistados no tenían a quién preguntar. Nadie había, nadie quedaba, en aquellos desiertos que habían sido bosques.

Y de pronto apareció, en una nube de polvo, una niña en bicicleta.

–¿Cuánto falta? –preguntaron.

Y ella dijo:

–Falta menos.

Y en el polvo se fue.

Enero 11/El placer de ir

En 1887 nació, en Salta, el hombre que fue Salta:

Juan Carlos Dávalos, fundador de una dinastía de músicos y poetas.

Según dicen los decires, él fue el primer tripulante de un Ford T, el Ford a bigote, en aquellas comarcas del norte argentino.

Por los caminos venía su Ford T, roncando y humeando. Lento, venía. Las tortugas se sentaban a esperarlo.

Algún vecino se acercó. Preocupado saludó, comentó:

–Pero don Dávalos… A este paso, no va a llegar nunca.

Y él aclaró:

–Yo no viajo por llegar. Viajo por ir.

Enero 12/La urgencia de llegar

En esta mañana del año 2007, un violinista ofreció un concierto en una estación de metro de la ciudad de Washington.

Apoyado contra la pared, junto a un tacho de basura, el músico, que más parecía un muchacho de barrio, tocó obras de Schubert y otros clásicos, durante tres cuartos de hora.

Mil cien personas pasaron sin detener su apurado camino. Siete se detuvieron durante algo más que un instante. Nadie aplaudió. Hubo niños que quisieron quedarse, pero fueron arrastrados por sus madres.

Nadie sabía que él era Joshua Bell, uno de los virtuosos más cotizados y admirados del mundo.

El diario The Washington Post había organizado este concierto. Fue su manera de preguntar:

—¿Tiene usted tiempo para la belleza?

Enero 17/El hombre que fusiló a Dios

En 1918, en Moscú, en plena efervescencia revolucionaria, Anatoli Lunacharski encabezó el tribunal que juzgó a Dios.

Una Biblia fue sentada en el banquillo de los acusados. Según el fiscal, Dios había cometido, a lo largo de la historia, numerosos crímenes contra la humanidad.El abogado de oficio alegó que Dios era inimputable, porque padecía demencia grave; pero el tribunal lo condenó a muerte.

Al amanecer del día de hoy, cinco ráfagas de ametralladora fueron disparadas al cielo.

Enero 27/Para que escuches el mundo

Hoy nació, en 1756, Wolfgang Amadeus Mozart.

Siglos después, hasta los bebés aman la música que nos dejó.

Está comprobado, muchas veces y en muchos lugares, que el recién nacido llora menos y duerme mejor cuando escucha la música de Mozart.

Es la mejor bienvenida al mundo, la manera mejor de decirle:

–Ésta es tu nueva casa. Y así suena.

Marzo 6/ La florista

Georgia O’Keeffe vivió pintando, durante casi un siglo, y pintando murió.

Sus cuadros alzaron un jardín en la soledad del desierto. Las flores de Georgia, clítoris, vulvas, vaginas, pezones, ombligos, eran los cálices de una misa de acción de gracias por la alegría de haber nacido mujer.

Abril 3/ Buenos muchachos

En 1882, una bala entró en la nuca de Jesse James. La disparó su mejor amigo, para cobrar la recompensa. Antes de convertirse en el más famoso bandolero, Jesse había combatido contra el presidente Lincoln, en las filas del ejército esclavista del sur. Cuando los suyos perdieron la guerra, no tuvo más remedio que cambiar de trabajo. Así nació la banda de Jesse James.

La banda, que usaba máscaras del Ku Klux Klan, inició sus actividades asaltando un tren por primera vez en la historia de los Estados Unidos; y tras desplumar a todos los pasajeros, se dedicó a desvalijar bancos y diligencias.

La leyenda cuenta que Jesse fue algo así como un Robin Hood del Salvaje Oeste, que robaba a los ricos para ayudar a los pobres, pero nunca nadie conoció a un pobre que hubiera recibido una moneda de sus manos.

En cambio, sí está probado que él ayudó mucho a Hollywood. La industria del cine le debe cuarenta películas, casi todas exitosas, donde los más famosos astros, desde Tyrone Power hasta Brad Pitt, han empuñado su revólver humeante.

*Tomado de La Jornada de México