“Volveremos a Malvinas de la mano de América Latina”

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LOIS PÉREZ LEIRA | Miguel Ángel Trinidad, ex combatiente de Malvinas, fundador y ex Secretario del Centro de Ex Soldados Combatientes en Malvinas de Bs.As entre 1982 y 1987. Con larga trayectoria como diplomático actualmente es representante de un organismo internacional en Venezuela. Mirá esta larga entrevista sobre Malvinas a 30 años de la guerra.

Lois Perez Leira – La Paco Urondo

¿Cuál es el balance que haces después de casi 30 años de la recuperación de Malvinas?

A tres décadas, aun esta en discusión Malvinas y persiste una falsa dicotomía: y es que para algunos Malvinas fue un hecho demencial de la dictadura cuya derrota en el campo de batalla sirvió para recuperar la democracia, y  para otros  que la recuperación transitoria de  Malvinas se transforma en una suerte de ofrenda de  expiación de los pecados de la dictadura y lo eleva a una categoría fundacional inmaculada de la nacionalidad.  No creo en esas dos visiones. Malvinas fue una acción oportunista de un régimen ilegal e ilegitimo, pero cuyas raíces reinvindicativas provienen del fondo de nuestra historia con un componente fundamental de patriotismo, de rechazo hacia el colonialismo y por ende con un profundo sentir anti imperialista. Malvinas se les fue de las manos a la dictadura, y el pueblo argentino le dio el único sentir que podía tener. En el aspecto endógeno Malvinas sigue como una asignatura pendiente en la dinámica estado-políticas publicas hacia los ex combatientes o veteranos; aunque es necesario resaltar que el actual gobierno nacional es el primero y el único que ha tomado Malvinas desde una perspectiva nacional, popular y anti imperialista, e intentando dar una respuesta complementaria (ya que el gobierno de Menem –nobleza obliga- tuvo mucho de reparador en lo económico) a todo lo pendiente en materia de reconocimiento moral y social a los ex combatientes. No recuerdo ningún gobierno mas Malvinero que el de Cristina, y por las dudas para aquel que piense que soy un funcionario o beneficiario de la actual administración nacional gubernamental, hace 20 años que me fui de Argentina y no mantengo lazos orgánicos con el Estado Nacional.

¿Cómo viviste aquellos acontecimientos cuando fuiste trasladado al campo de batalla?

Recuerdo diamantinamente el amanecer del 2 de abril. Mi regimiento era el 3 de Infantería de La Tablada, era soldado de la Plana Mayor, a primera hora realizábamos la limpieza de nuestros espacios de oficina en el cuartel, nos faltaba poco menos de 2 meses para la baja definitiva, la clase 63 ya había sido incorporada y se hallaba en instrucción en los bosques de Ezeiza. Habíamos reunido una vaquita para festejar en La Boca la baja, pero esa mañana un soldado que oficiaba de tesorero ante la noticia empezó a devolver los magros pesos reunidos en la convicción de que la baja tendría que esperar. Partimos la noche del sábado 10 de abril desde el aeropuerto de El Palomar rumbo a las Islas. La ultima imagen que lleve fue un colage de la plaza de Mayo colmada con Galtieri enrostrándole a Alexander Haig el apoyo popular que tenia en la recuperación de Malvinas, los rostros de mi vieja y mi novia, hoy mi esposa, y los centenares de anónimos argentinos que a lo largo de la ruta desde Tablada hasta El Palomar, nos acompañaban con sus autos, bocinas, gente que nos despedida desde sus casas, otros que nos alcanzaban cigarrillos, sándwiches, etc. Tenía la sensación de estar viviendo un hecho al que solo había identificado hasta ese entonces en los Films bélicos. No puedo decir que iba feliz a la guerra, no, nadie va contento ante la perspectiva de la muerte. Pero tampoco iba triste y abatido. Era conciente de que estábamos cumpliendo con la Patria, y no con la Junta Militar, eso es algo que considero importante resaltar.

¿Se pudo ganar la guerra?

Después de 30 años y con mucha más información y la calma y la perspectiva que da el paso del tiempo, es una buena pregunta.  Si se toma a la guerra como un hecho bélico solamente, y máxime con el principal punto de que la Junta Militar jamás quiso llegar a una guerra, sino simplemente realizar una operación militar y diplomática especulando con el apoyo de USA, la respuesta es: no.  Ahora bien, si conflicto hubiera sido encarado como bien lo expresa la máxima que dice que la guerra es la continuación de la política por otros medios, y por ende se hubiera enfrentado al Reino Unido con una política integral, tal vez la respuesta no seria que se pudo haber ganado, pero seguramente el resultado no hubiera sido el que tuvimos. A ver, la Guerra de Malvinas fue fundamentalmente un hecho que mas allá de la voluntad o intencionalidad del régimen militar, provoco un terremoto político en hemisferio americano. Por vez primera puso en jaque el sistema interamericano con el estrepitoso fracaso del TIAR con el que se desnudo el rol que tenia dicho tratado, y fue el primer intento de sustitución del sistema interamericano cuando los cancilleres de Venezuela y Panamá plantearon la alternativa de la creación de la OELA (organización de estados latinoamericanos).

Cuál era el espíritu de los soldados?

Diverso. En general había un espíritu de patriotismo, las posiciones críticas en términos “pacifistas” generalmente provenían del sector clase media-universitario, urbanos y no rurales. Los soldados de origen popular  y humilde tenían la grandeza del pueblo: entrega total, aun padeciendo muchas veces los lastres de no tener buenos ejemplos en sus mandos. Hay algo fundamental que recalcar cuando se habla del espíritu de la tropa: en la vida militar todo es por el ejemplo, ya lo decía el Grl Perón el ejemplo arrastra. Si tenias jefes, a nivel táctico me refiero, es decir tu instancia superior inmediata, con espíritu de combate acompañado de conductas morales correctas, (y aquí la diferencia es fundamental en lo moral y ético, ya que un oficial muy “aguerrido” pero que aplicaba practicas de vejación o estaque amientos a sus soldados, no podía insuflar valor alguno en ellos), el espíritu de la tropa era bueno, con las lógicas y comprensibles vulnerabilidades que como ser humano se pueden tener.

¿Cómo viviste la rendición?

Esta pregunta esta enlazada con la anterior. El alto mando, y esto se reflejaba a través de los niveles de mando inmediatos, enviaba señales confusas al inicio del conflicto, tales como: “aquí no va a pasar nada, a lo sumo un par de cañonazos, y luego se meten las NN.UU. y todo se arregla”  etc. Eso tuvo su impacto en la moral, y por supuesto, los acontecimientos posteriores fueron configurando el imaginario del desenlace final, por lo cual la rendición no solo no fue una sorpresa, sino que desde la perspectiva humana plena el final era deseado porque significaba el pasaporte a casa. Sin embargo, este sentimiento humano, y por ende individualista, al momento de escenificarse, y por consiguiente vivenciar la rendición, dio lugar a un sentimiento profundo de frustración y tristeza. Recuerdo aun hoy como si fuera ayer cuando íbamos encolumnados por el camino que une Puerto Argentino con el aeropuerto (lugar donde nos iban a concentrar) marchando con la tristeza y el fusil al hombro para entregarlos a las tropas británicas en un punto intermedio, recuerdo que nos sobrevolaron varios helicópteros en formación. En ese instante en mi mente empezaron a sonar los compases del tema instrumental que fue la canción oficial del Mundial del 78.  Por que ese recuerdo en ese instante? Porque fue la confrontación de dos eventos simbólicos referidos a la Patria: uno el recuerdo del falso patriotismo insuflado por la dictadura que manipulo el Mundial donde nos creímos que por ganar un partido de futbol o la Copa sacábamos chapa de gran nación y que por agitar banderas en el festejo cumplíamos con la patria; el otro, la entrega del fusil que te acompaño en todo momento, simbolizaba la patria herida en todos los sentidos, el dolor por los compañeros que no volvían con vos,  la patria aprendida en toda su dimensión humana e histórica, aprendida en 74 días en la turba malvinera. La primera no era la Patria, la segunda si.

¿Luego de la derrota como se fundó el movimiento de los Ex combatientes?

Las dos primeras organizaciones que agruparon a los excombatientes, o veteranos como nos dicen ahora, fueron dos: el Centro de Ex Soldados Combatientes en Malvinas de Capital Federal, del cual fui parte,  y el Centro de Ex Combatientes de Malvinas de La Plata, ambos nacieron de manera simultanea en el segundo semestre de 1982 pero de manera independiente sin conocimiento inicial uno de otro ni  coordinación alguna.

En el Centro de Capital Federal empezamos un puñado que tuvo un grupo que fue rotando, no todos los primeros continuaron.  Algunos del núcleo básico estuvieron hasta finales de 1984, otros nos fuimos en 1987. Lo mas importante fue que luego del puntapié fundacional se dio vida a la Coordinadora Nacional de Centro de Ex Combatientes que llego a nuclear a la totalidad de los Centros del país, teniendo como sus columnas fundacionales y torales a los Centros de Capital, Chaco, Corrientes  y La Plata. La Coordinadora era amplia, contenía diversas expresiones de lo que podríamos llamar la “interna de los excombatientes”, pero aun con matices y diferencias, se avanzaba en conjunto. El movimiento de excombatientes convivió paralelamente hasta 1987 con un espacio pequeño y acotado de ex combatientes que dieron vida a organizaciones efímeras impulsadas desde el ámbito militar, que competían con nosotros. El escenario donde morían esas expresiones eran las movilizaciones y el logro de la sanción de la Ley 23109: el hito marcado con la Marcha del 2 de Abril desde el Obelisco a La Torre de los Ingleses en 1984, nunca fue superado: reunimos 25 mil personas que para el contexto argentino de ese entonces donde se asistía a un reflujo en las movilizaciones populares producto de la pausa emocional que significo el inicio de la era democrática, era una barbaridad. Reunimos a todo el arco político nacional de ese entonces: desde la derecha a la izquierda, salvo la izquierda Light que siempre fue anti malvinera, y la derecha antipatriótica como lo era la UCEDE, juntamos a todos, teniendo al peronismo en todas sus expresiones y matices presentes. Y por supuesto, lo más importante: una presencia masiva de excombatientes y de gente común y corriente no adscrita a corriente alguna. Clarín decía 15mil, La Voz 30mil, Tiempo Argentino 25 mil, la Policía Federal 10 mil. Además logramos romper el cerco mediático que por segunda vez se nos levantaba: primero fue durante la dictadura, luego el alfonsinato nos había silenciado a través del cerco mediático de la prensa del establishment.

Éramos pibes que no traíamos experiencia militante detrás. Aprendimos la política como autodidactas, solos, muy solos, y de inmediato tuvimos que aprender a sentarnos a conversar con los sectores políticos que lógicamente intentaban influirnos, y de hecho, el movimiento de excombatientes no fue impermeable a esas influencias, éramos al fin de cuentas parte de la realidad nacional.  Desde el conservadurismo y desde el Ejército se nos acusaba de ser politizados, creo que con 30 años a cuestas de historia uno se vuelve mas tolerante, autocrítico y analítico, pues 3 décadas de distancia te da la calma para ver el bosque sin árboles que te obnubilaban cuando joven. Y si, tal vez nos politizamos muy rápido, pero cumplimos la misión: 1. organizarnos, 2. mantener el tema Malvinas vivo, y 3. dimos el puntapié inicial con la aprobación de la Ley 23109 en 1984, a lo que posteriormente otras “generaciones “de excombatientes continuaron y profundizaron con logros superiores en materia de respuesta a las reivindicaciones.  Finalmente, y como producto de errores en el liderazgo fuimos perdiendo terreno y la interna de los excombatientes tomo cuerpo en el marco de otras agendas, me refiero concretamente a la agenda del movimiento carapintada que tuvo un importante efecto en los excombatientes.  De hecho ganaron la partida y desde ese entonces, entroncando con el menemismo, el sector vinculado a los carapintadas coparon la parada, y sabes una cosa? Les reconozco la habilidad ante esa partida que nos ganaron inicialmente, porque como decía el General Perón en política el espacio que uno no ocupa lo ocupa tu adversario. También lograron montarse en el aparato del estado, como lo fue durante el menemismo, pero este montarse en los aparatos del Estado de todos los gobiernos es algo anti ético. Es lamentable que entre los excombatientes se hable de adversarios, pero no éramos una isla inmaculada de la realidad nacional. Así de simple. No profundizo en el tema porque a las diferencias políticas se le deben sumar cuestiones de diferencias éticas, pero eso no le interesa al lector, es parte como le decía a mi amigo el Grl Martín Balza, de nuestra historia interna, el debe y el haber nuestro. Lo importante es que los excombatientes no fuimos palomitas de adorno de los actos oficiales en esos tiempos. Teníamos una posición, y la hacíamos valer, así lo hicimos, primero frente a la última etapa de la dictadura, y luego frente al alfonsinismo desmalvinizante. Luego vinieron otras generaciones de excombatientes a quienes respeto, pero que surgieron mucho después de nosotros que nacimos al calor de la lucha antidictatorial y con el ninguneo y actitud francamente adversa de la gestión de Alfonsin en el primer periodo democrático.

¿Malvinas y la lucha de los ex combatientes te marcaron para toda la vida?

Por supuesto, hay un antes y un después de Malvinas para mi. 1982 es una bisagra en mi vida, como creo que en la mayoria de nosotros los que estuvimos en las islas. El periodo de la lucha de excombatientes fue importante, pero cumplió una etapa. Cada 2 de abril, y especialmente en los últimos 20 años que vivo fuera de la patria, toque donde me toque estar el 2 de abril, y me ha tocado en los lugares mas remotos y raros, es un ritual muy mío cuasi religioso de recuerdo y emoción.
Pero, la vida siguió y sigue. Yo no desayuno, almuerzo y ceno Malvinas. Le doy su sitial de honor e importancia cuando corresponde y como corresponde.

¿Los gobiernos de la democracia asumieron la reivindicación de Malvinas y los reclamos de los ex combatientes?

Esto esta íntimamente ligado al proceso conocido como “desmalvinizacion”. Y el primero en aplicar la desmalvinizacion, aunque en ese momento no se la conocía a esta definición, fue la dictadura militar que nos oculto al regreso al continente, que nos intento silenciar, tanto a los ex soldados como a los cuadros que continuaron en las fuerzas armadas. La continuo y profundizo el alfonsinismo, como te decía, ninguneándonos, aunque debo admitir, nobleza obliga, que a la luz de lo que vino después con el menemato y su política de relaciones carnales, el alfonsinismo en materia de reinvindicaion de Malvinas en el escenario internacional y en el accionar diplomático, fue correcto.

De la Alianza no te sabría decir mucho, recordá que llevo 20 años fuera, y que mi recontacto con la Patria –comunicación, viajes frecuentes, etc.- data desde los últimos 8 años.

Lo que no tengo dudas es que el gobierno de Néstor Kirchner, y muy especialmente de la Presidenta Cristina, constituye lejos el periodo en que una gestión de gobierno más se ha interesado, asumido y ejecutado políticas por Malvinas, para los excombatientes y con una decidida, eficiente e impecable ofensiva diplomática por Malvinas en el escenario internacional.

¿La lucha de Malvinas sigue vigente?

Sigue en tanto y en cuenta es un tema aglutinante de la voluntad nacional, el sentimiento nacional, y la conciencia de nacion dependiente que fuimos y estamos en via de dejar de serlo. Sigue vigente porque alli descansan los que dieron con 19 años lo mejor y unico que tenian. Su vida, por la Patria y por lo que esa batalla, independientemente del juego de la dictadura, significo en cada argentino.

¿La nueva situación de América latina favorece la reivindicación colectiva de nuestra soberanía?

Las numerosas resoluciones y declaraciones de organismos internacionales a favor de Argentina, o llamando al dialogo a los dos países, las Cumbres, y muy especialmente los acuerdos del MERCOSUR para impedir el anclaje de barcos con banderas ilegales (de Malvinas) en sus puertos, es la mejor muestra de esta situación favorable. Incluso no tenemos que olvidar que recientemente se logro algo simbolico pero importante: y es que ex colonias británicas del Caribe, como por ejemplo Belice, se sumaran en el llamado al dialogo a los dos países como se hizo en el marco de la CELAC, Cumbre del Grupo de Río, etc.

¿Como valoras la decisión de Presidente de Uruguay Pepe Mujica de prohibirá la entrada de un  barco de guerra que se trasladaba a Malvinas?

Es el resultado de 2 ejes fundamentales: la mejor tradición  artigüista y sanmartiniana de solidaridad y una eficaz, coordinada y contundente acción diplomática regional.  A esto es lo que teme el Reino Unido: a la respuesta conjunta, organizada en el marco del derecho internacional. No tengo presente ahora todos los ítems del Convención  de los Derechos del Mar, pero si mal no recuerdo, los pabellones que pueden exhibir los buques deben ser los correspondientes a Estados reconocidos.

¿Recientemente fuiste invitado en tu condición de funcionario un organismo internacional a la inauguración de la Celac. En el acto pudiste intercambiar un saludo con la presidenta. Por que no nos contas como fue el encuentro?

A la inauguración de la CELAC fuimos invitados todos los del Cuerpo Diplomático y organismos internacionales junto con las autoridades de los 3 poderes e invitados especiales. Estábamos sentados en la platea, desde donde podía ver a la Presidenta. Al finalizar los actos protocolares y los discursos de instalación, se anuncio la función de la Sinfónica Juvenil con el Maestro Dudamel y se invito a los Presidentes (30 Presidentes y Primeros Ministros, 1 Vice y 2 cancilleres) a pasar a un sector especial reservado en la plata atrás. Yo estaba sentado en la segunda fila de la platea a la izquierda del escenario (todo un privilegio también); abandone el sitio para ir a otear donde si iba a ubicar Cristina. Se pueden imaginar la seguridad para 33 jefes de Estado! pues aunque solo había ministros, legisladores, el Cuerpo Diplomático e invitados especiales, no era fácil acercarse a ellos. Observe y observe, tratando de adivinar por donde iban a salir los mandatarios luego del concierto. Había tres corredores, de la elección correcta dependería poder saludar a Cristina. Note que tres tipos de con pinta de ser los capos de la seguridad, iban y venían por uno de los de los corredores, aposte: elegí ese corredor. A los minutos ya estaba llenos de los tipos de seguridad haciendo el cordón. Al rato la primera en encarar fue Cristina. Pensé: si le digo: Presidenta, Cristina, o algo por el estilo, tal vez con mucha suerte, me mirara o agitara las mano con una sonrisa. Pensé a velocidad de rayo: es necesario decir una palabra clave que capte su atención y axial romper el cordón y poder saludarla, aunque sea brevemente. Pensé en la palabra clave y comencé a calcular los segundos que faltaban para que justo pasara Ella por donde yo estaba. Midiendo los metros que faltaban, al pasar le dije como llamándola, sin gritar pero en voz alta y clara: “Presidenta Malvinera!”, y abruptamente clavo sus pasos, giro media vuelta, me miro a los ojos, ahí se abrieron los de la seguridad, y le di la mano tomando con mi mano izquierda también la suya, y le dije: soy argentino, Veterano de Malvinas y es un orgullo saludarla, a Ud. la Presidente mas malvinera que hemos tenido. Justo en ese momento como una tromba venia el Presidente Chávez, y le dice a Cristina, mientras se la llevaba afuera: “El es tu compatriota, Veterano de las Malvinas y además paracaidista”, y Cristina en voz alta y levantando el dedo, le respondió: “…..si, y yo soy Malvinera”. Una emoción total, me quebré. Solo falto…la foto.

Una aclaración, por si lo lee algún viejo compañero: en la colimba no fui paracaidista, me hice paracaidista a los 45 años .

¿A pesar de que vivís desde hace varios años en el exterior como valoras esta etapa política que inició Néstor y que Cristina dio continuidad?

Cuando deje la Patria hace 20 años, lo hice por que sentía que esa Argentina me era ajena, distinta a la que soñé, no era la patria por la que habíamos peleado contra la dictadura. Hasta 1998 prácticamente no había viajado ni para fin de año a Argentina. Los viajes frecuentes curiosamente empezaron a partir del 2003. Recuerdo que estaba en Honduras y leí algo sobre un tal Néstor Kirchner (absolutamente desconocido para mi) y Cristina Fernández.  Desde entonces sigo de cerca en todo lo que me es posible, los acontecimientos del país. Creo que – y decir esto hoy es una perogrullada- se volvió a revalorar la política con mayúscula, el sentido de la militancia con sueños y no por el carguito. Creo que en materia internacional, que es al fin de cuentas el área donde me desenvuelvo cotidianamente, la Argentina ha ganado un lugar fundamental, aunque sienta que hay cosas que aun faltan. Argentina se ha reinstalado en un sitial no solo de dignidad nacional sino que al contribuir a los espacios de integración regional bajo nuevos paradigmas , además lo ha hecho recogiendo lo mejor de la tradición argentina de paz y contribución de nuestra Nacion a la construcción del derecho internacional y los usos y costumbres en las relaciones internacionales que vienen desde épocas que aun siendo de gobiernos oligárquicos y conservadores, marcaron nuestra mejor tradición de no intervención (la Doctrina Drago), neutralidad (con los gobiernos de Yrigoyen y los gobiernos en cuyo contexto nación el peronismo) en las dos guerras mundiales,  la contribución a la paz en la Región y al esbozo de los primeros sistemas ad hoc de resolución de conflictos entre estados que planteo Saavedra Lamas (ex canciller y Premio Nobel de la Paz que hizo posible la paz entre Paraguay Bolivia en la guerra de 1936) , la no participación en la guerra de Corea, no participación en la intervención en Santo Domingo, el aporte al Movimiento de No Alineados.  Con la salvedad de la vergonzosa participación simbolica en la Guerra del Golfo durante el menemismo. Nuestra constancia y perseverancia en los reclamos por Malvinas en todos los foros y ámbitos de organismos internacionales con eficacia y tino, con el kircherismo ha sido ejemplar.

Creo que hay compañeros con mayor elementos de juicio y conocimiento para valorar todos los avances en materia social y de derechos humanos que ha alcanzado esta gestión. Pero si puedo decir que a los 50 años de edad, esta es la única etapa  de vigencia de la  justicia, inclusión social y orgullo de sentirse argentino que tengo memoria.

¿Cómo te gustaría que la Argentina conmemoraran los 30 años de la recuperación de nuestras islas?

Difícil respuesta. Se por compañeros que están en funciones de gobierno que la Presidenta esta pensando algo en grande, en recuerdo de nuestros caídos, y entroncando con una seria, firme y agresiva ofensiva diplomática, como ya lo anuncio muy bien  nuestra Presidenta. Pero sea lo que fuera, voy a estar viajando a la Patria para esa fecha fundamental en lo individual para mi, y vital para esta nueva era que se inauguró donde Malvinas es parte fundamental de la política exterior argentina. Lo que me llama la atención y mirando en el tiempo enorgullece, es que la acertada ofensiva diplomática nacional esta encarada en el latinoamericanismo y la acción coordinada de naciones y los instrumentos internacionales vigentes: cuando hace 30 años nos organizamos como ex combatientes habíamos acuñado una consigna que hoy esta dejando de ser tal para dar visos de materialización concreta: decíamos en ese entonces “Volveremos a Malvinas de la mano de America Latina”.