Tras el éxito en Caracas, ELN y gobierno colombiano mudan el diálogo a México

Marcos Salgado | 

El Gobierno de Colombia y el insurgente Ejército de Liberación Nacional (ELN), tras un exitoso diálogo de paz en Caracas, acordaron seguir negociando a inicios del próximo año en México. Las delegaciones cerraron este lunes el primer ciclo de negociaciones con el anuncio de un acuerdo parcial sobre “acciones y dinámicas humanitarias” en dos regiones puntuales a partir de enero de 2023.

Estas regiones son el Bajo Calima, en el departamento del Valle del Cauca, y el Medio San Juan, en el Chocó, ambas sobre el corredor del Pacífico, en el occidente del país.

Las partes también reconocieron la grave situación que se vive en las cárceles y acordaron la “atención de emergencia humanitaria a un grupo de presos políticos” del ELN y destacaron que la guerrilla ya ha dejado en libertad a 20 personas, entre civiles e integrantes de la fuerza pública, desde el pasado 7 de agosto, cuando asumió la presidencia Gustavo Petro,”en manifestación clara de su compromiso con la paz de Colombia”.

Al cerrar oficialmente la primera ronda de negociaciones, que no preveía concretar el esperado alto al fuego bilateral,  Otty Patiño, jefe negociador de la delegación del Gobierno, expresó que la idea con los alivios humanitarios acordados para el próximo año es que generen procesos que “reversen la tragedia humanitaria en términos concretos”.

Pablo Beltrán, jefe de la delegación del ELN, indicó que el objetivo de este primer acuerdo sobre las acciones humanitarias es realizar un prototipo y ver cómo funciona en el Valle del Cauca y el Chocó. “Es un primer espacio de intervención humanitaria y se quiere después poderlo replicar en otras partes. Esperamos que en el inicio de 2023 pueda darse los primeros pasos y desarrollar esta experiencia en otras regiones”.

No obstante, por ahora los jefes negociadores no ahondaron a cuáles acciones u alivios humanitarios se refieren, si a corredores para la población que vive la violencia día a día, si al cese al fuego o entrega de secuestrados, entre otras cosas. “Vamos a trabajar por un cese bilateral. Tenemos una idea parecida y esperamos que este tema sea abordado en un siguiente ciclo”, agregó Beltrán.

Los acuerdos

ELN y el Gobierno nacional llegaron a cuatro acuerdos después de 21 días de negociación. (Presidencia de Colombia)Durante este primer ciclo de diálogos caraqueños, las delegaciones expresaron que entre los logros consolidados estuvo retomar la agenda construida en 2016 y sus ejes esenciales y tomaron dicho documento como una guía susceptible de cambios, teniendo en cuenta que el contexto político y social ha cambiado con respecto a hace seis años.

“Los ajustes fueron discutidos, aprobados y están en proceso de redacción”, puntualizaron durante la rueda de prensa. Pablo Beltrán aseguró que “Este proceso de paz estuvo interrumpido durante cuatro años. Estas semanas que hemos trabajo en Caracas las hemos dedicado a volver a hacer las reglas del juego para la mesa. También examinamos la agenda, que es una firmada en Caracas el 30 de marzo de 2016. Hicimos un trabajo de ampliación y enriquecimiento”, añadió.

La Mesa retomó el proceso truncando en agosto 2018 y ratificó su decisión de “construir sobre lo construido”, destaca en su arranque el comunicado con el que las delegaciones concluyeron el primer ciclo de trabajos. “Así mismo reitera el compromiso de respetar el papel de los países garantes, evitando que vuelva a presentarse una situación contraria al derecho internacional, tal como aconteció en el pasado Gobierno (de Iván Duque), cuando se desconocieron los protocolos acordados y se agredió a los países garantes, especialmente a Cuba”, añade.

“Había por ejemplo un faltante: no se hablaba de la casa común, es decir, del medio ambiente, tampoco de sectores tradicionalmente excluidos como mujeres y pueblos étnicos”, manifestó el jefe guerrillero, agregando que la invitación a países y actores garantes permanentes, como la ONU y la Iglesia Católica, también hizo parte de este punto.Negociadores del Gobierno del presidente Gustavo Petro en Caracas (Venezuela).

Las partes subrayaron la importancia de hacer pedagogía y difundir el proceso de paz con miras a que desde el principio sea un éxito la participación de toda la sociedad y de la comunidad internacional, un punto fundamental para la guerrilla y que ha manifestado en distintas ocasiones.

Como muestra de ese compromiso, desde el pasado 7 de agosto hasta la fecha, el Eln ha dejado en libertad a 20 personas, entre civiles y miembros de la Fuerza Pública, que estaban en su poder.

En enero, el diálogo sigue en México

En los diálogos con el gobierno de Juan Manuel Santos (2010-2018), que los negociadores siempre han querido retomar en el punto donde quedaron suspendidos, ya se contemplaba la figura de una sede rotativa entre varios países latinoamericanos. En los dos casos, el proceso ha contado con un amplio respaldo de la comunidad internacional, y más aún en momentos que las fuerzas progresistas avanzan posiciones en la región.

Desde la propia campaña que lo llevó al poder, Petro se ha propuesto retomar el proceso que había puesto en marcha Santos, suspendido durante el período del ultraderechista Iván Duque (2018-2022), y su equipo de paz ha insistido en que el diálogo actual es una continuación de esa negociación.

Aureliano Carbonell y Pablo Beltrán, negociadores de paz del ELN.En ese entonces, la fase pública de conversaciones se inició a comienzos de 2017 en Quito, Ecuador, con la premisa de que las sesiones de trabajo también podían tener lugar en Brasil, Venezuela, Chile o Cuba. Después se trasladaron a La Habana, que ya había albergado la negociación que llevó al acuerdo de paz con la extinta guerrilla de las FARC. No se descarta que una tercera ronda se realice en Brasil, una vez que Lula da Silva asuma el gobierno.

Cuba y Noruega son los países garantes del diálogo y sus acuerdos. Entre sus primeros acuerdos, la mesa de diálogos invitó a Brasil, Chile y México para sumarse con ese estatus. El embajador mexicano en Caracas, Leopoldo de Gyves, destacó que “la paz no solo es una política exterior, sino también una política de Estado. México otorga a los procesos de paz la más alta importancia” al confirmar que será la próxima sede en la clausura del ciclo que tuvo lugar en el Hotel Humboldt de la capital venezolana.

El siguiente tendrá lugar en enero de 2023 en México (no necesariamente en la capital)  y en este momento el  gobierno de Andrés Manuel López Obrador y ambas partes  están analizando las fechas propuestas y los aspectos logísticos.

*Periodista argentino del equipo fundacional de Telesur. Corresponsal de HispanTv en Venezuel, editor de Questiondigital.com. Analista asociado al Centro Latinoamericano de Análisis Estratégico (CLAE, estrategia.la)