Santos afirmó que se encaminan a un diálogo con las FARC

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KATALINA VÁZQUEZ GUZMÁN| Las FARC y el gobierno colombiano comenzarán diálogos de paz. Así lo confirmó el presidente Juan Manuel Santos en la noche, después de que a lo largo del día se rumoreó que en La Habana, ayer mismo, emisarios suyos y los rebeldes firmaron un pacto. La noticia agitó la agenda colombiana con respaldos a la búsqueda de la paz desde el Congreso, las ONG y la Fiscalía, pero con el rechazo del ya crítico Alvaro Uribe y el silencio de las fuerzas militares. En alocución televisada en vivo, Santos explicó que “desde el primer día de mi gobierno he cumplido con el mandato constitucional de buscar la paz. En esa dirección se han desarrollado exploratorias para buscar el fin del conflicto”.

Tres principios, según el mandatario, serán los que rijan estos acercamientos: Aprender de los errores del pasado es el primero; segundo, que cualquier proceso lleve al fin del conflicto y no a su prolongación; y tercero, que “se mantendrán las operaciones y la presencia militar sobre cada centímetro del territorio nacional”. El Ejército de Liberación Nacional (ELN), la otra guerrilla del país, advirtió a la agencia trasnacional de noticias Reuters que de darse los diálogos, ellos estarían dispuestos a ser parte de la mesa de diálogo. Dentro del marco de estos principios, ellos también podrían ser parte, según el presidente.

El pacto Santos-FARC lo habrían sellado en La Habana, Cuba, donde –según anunció Uribe– Santos andaba buscando los acuerdos con las FARC desde el mes de mayo. En julio, Santos aseguró respecto de un eventual proceso de paz que “Colombia lo necesita y se lo merece después de tanta sangre que se ha derramado. ¿Se imagina nuestro país en paz?”. De su gabinete, según reveló el diario El Espectador, los delegados serían del Alto Consejo para la Seguridad Nacional, Sergio Jaramillo, así como el ministro de Ambiente Frank Pearl. Por parte de la guerrilla serían alias El Médico o Mauricio Jaramillo, educado en Cuba.

El más reciente diálogo de paz FARC-gobierno fue entre 1997 y 2002, cuando el entonces presidente Andrés Pastrana entregó una amplia zona del país a la guerrilla, donde se fortaleció y se aprovechó para el aparato traficante de cocaína y armas, así como el secuestro, entre otros, de Ingrid Betancourt. Ahora la noticia se da al mismo tiempo que se realizan los funerales de siete civiles que resultaron víctimas de una bomba atribuida a esa guerrilla en la provincia de Meta (sur), entre ellos dos niños. Los últimos meses, los atentados de los rebeldes han aumentado, así como los ataques contra la industria petrolera, minera y energética. Santos, que sumó ya dos años de gobierno, es criticado por, supuestamente, permitir que la guerrilla recupere zonas retomadas por el ejército con apoyo de Estados Unidos. También, algunos sectores ven con malos ojos su voluntad de negociar con la guerrilla expresada desde el momento de su posesión de mando, en especial Uribe, quien continúa siendo líder de opinión y con quien Santos se distanció a pesar de haber heredado su gobierno. Vía Twitter, el ex mandatario expresó “qué dolor que negocien los temas del país con el terrorismo (las FARC), qué dirían si nuestro gobierno hubiera hecho lo mismo con narcoparamilitares”.

El diálogo incluiría temas como la no extradición de los guerrilleros a Estados Unidos, así como su firme aporte a la reparación de las víctimas y la verdad. Otros temas vitales en la agenda serían la restitución de tierras (las que la guerrilla quitó a los campesinos hoy desterrados), el status político de los rebeldes, los beneficios judiciales y, el más importante para algunos, que la guerrilla cese los actos violentos.

La noticia del proceso de paz generó respaldos en partidos políticos, incluso uribistas como el partido de la U. Roy Barreras, presidente del Congreso, afirmó que celebra el anuncio y aconseja prudencia. Para el fiscal general de la Nación, Eduardo Montealegre, “la salida al conflicto no está por la vía de las armas”. También temores por un posible deterioro de la seguridad y un nuevo fracaso en los diálogos de paz se generaron entre los ciudadanos. “Pueden confiar plenamente en que este gobierno está obrando con prudencia, seriedad y firmeza, anteponiendo siempre el bienestar de todos los habitantes de nuestro país”, dijo Santos al final del día.