Represión deja 76 mineros heridos y 7 detenidos en Madrid
Mineros del norte de España que realizaron hoy una manifestación frente a la sede del Ministerio de Industriafueron salvajemente reprimidos por agentes antidisturbios, con un saldo de 76 heridos y siete detenidos.
La llamada “Marcha negra” se movilizó este miércoles en Madrid tras llegar a partir del lunes a esta ciudad, para trasladar sus protestas ante el gobierno central por el recorte en las ayudas al sector del carbón, en más de un 60 por ciento, lo que paraliza parte de la actividad.
La manifestación que salió de la Plaza de Colón hacia al Ministerio fue organizado por las centrales Unión General de Trabajadores (UGT) y Comisiones Obreras (CCOO), la que se realizó por casi dos horas sin incidentes algunos.
La sede ministerial estaba fuertemente custodiada por coches de la policía y vallas que aguardaban la zona y una vez allí varios mineros y otros manifestantes que apoyan su causa comenzaron a lanzar piedras y petardos (cohetones) hacia los agentes, lo que llevó al enfrentamiento.
Varios grupos de agentes cargaron contra un sector de los manifestantes usando macanas y lanzando pelotas de goma para disolver a quienes les lanzaron piedras, aunque también alcanzaron a otros mineros que no estaban haciendo nada.
El Servicio de Asistencia Municipal de Urgencia y Rescate (Samur) reportó que atendió en la zona a unas 23 personas, de ellos 12 mineros, seis policías y cinco personas que observaban la manifestación.
Al momento de irse disolviendo, fueron muchos los mineros que se encararon, en algunos momentos los insultaron, pero no volvieron a enfrentarse.
Según fuentes del Ministerio del Interior, entre los manifestantes habría grupos antisistema que fueron quienes lanzaron piedras contra los policías que custodiaban la sede ministerial.
Se espera que a lo largo de este miércoles, la policía difunda imágenes de esas personas y un reporte sobre la situación creada.
En el lugar de la manifestación, los dirigentes de UGT, Cándido Méndez, y de CCOO, Ignacio Fernández Toxo, descalificaron la actuación policial, a la vez que anunciaron que se realizarán más movilizaciones.
Con camisetas negras con consignas como “Apoyamos la lucha minera” o “SOS mineros en peligro de extinción”, mineros, familiares, miembros de sindicatos y de otros movimientos sociales se unieron a la manifestación que se dirigía al ministerio de Industria español. “Es la muerte de la minería, de las cuencas y de todos los pueblos que hay alrededor”, explicó Rafael Blanco.
Los mineros consideran que la decisión del gobierno de recortar un 63 por ciento las ayudas públicas al sector este año, pasando de 301 millones de euros en 2011 a 111 millones este año, supondrá en la práctica el fin del sector, por lo que reclaman que sigan las ayudas, aunque también denuncian el uso que se ha hecho de las subvenciones durante estos años. “El dinero no se empleó en crear puestos de trabajo”, considera Rafael.
“Se le han dado miles de millones a la minería, pero lo único que yo me llevo es el sueldo, que me lo he ganado. ¿Es mi trabajo mirar dónde lo metían? ¿No lo deben hacer ellos (las autoridades, ndlr)?”, se pregunta indignado Luis Eusebio Méndez, de 48 años.
Junto a Luis Eusebio opina también Jesús Díaz, de 37 años, ambos llegados este miércoles a Madrid para la manifestación ataviados con la camiseta negra y el casco blanco que emplean en la mina de Santa Cruz, donde trabajan desde hace varios años.
“Hay dos centrales eólicas en El Bierzo (en la provincia de León) que están paradas”, dice Jesús, denunciando las críticas que se hacen a las subvenciones al sector de la minería y comparándolo con otros sectores que también reciben ayudas públicas.
En restructuración desde hace 20 años, las minas de carbón españolas han ido cerrando poco a poco. Unas cuarenta están aún activas, principalmente en el norte del país, y emplean alrededor de 8.000 personas.
Pero el carbón español, más caro que el importado, depende de las subvenciones del Estado, que deberán terminar de aquí a 2018 por decisión de Bruselas.
“Sí hay subvenciones para otras empresas, pero no para la minería”, opina por su parte Ángel Triguero, de 68 años, y miembro del sindicato UGT, antes de añadir: “creo que una minería bien organizada debería ser productiva”.
El martes, cientos de mineros iluminaron la noche madrileña con sus cascos al cruzar el centro de la capital en un desfile de la “marcha negra” que había llegado a Madrid en dos columnas, una desde Castilla León y Asturias y otra desde de Aragón (noreste).
Los miembros de esta “marcha negra”, que recorrieron unos 400 kilómetros en 20 días, también participan en la manifestación de este miércoles.
“Los recortes que nos aplicó (el Gobierno) no tienen sentido, había un plan firmado hasta el 2012 y no lo cumplen. Y eso es lo que estamos pidiendo, simplemente eso”, solicita Iván Collazo, de 30 años.
Con esta manifestación, tras varias semanas de movilizaciones, incluyendo cortes de carreteras, huelgas y encierros, los mineros esperan que el Gobierno retroceda y no reduzca las ayudas al sector, en el marco de sus medidas de ajuste para reducir el déficit público del 8,9% de 2011 al 6,3% este año.
“Estamos aquí preparándonos para que nos dejen nuestros puestos de trabajo donde estabamos trabajando”, explica Andrés Fernández, otro de los mineros de la “marcha negra”, de 35 años.
Pero el optimismo en torno a los frutos que puedan dar estas movilizaciones es limitado entre los asistentes.
“Lo veo difícil por el tema de la crisis, pero algo se conseguirá con todas las acciones”, valoró Verónica Fernández, hija de minero de 32 años llegada a Madrid para la protesta desde Mieres, en Asturias (norte).
Rafael Blanco, por su parte, espera que, “aunque quiten algo, que siga funcionando la minería y que se creen puestos de trabajo”.