Reformatear el diálogo

Maryclen Stelling

Recientemente Jorge Rodríguez, presidente de la Asamblea Nacional, informó que, por solicitud del Presidente Maduro, el diálogo nacional entraba en una nueva fase, que denominó el reformateo.

A tal fin, destacó algunas variables y condiciones contextuales favorables que impulsaron la decisión. Lo que en mi opinión demuestra una lectura acertada y actualizada del cambiante contexto geopolítico, político, económico y psicosocial que impera actualmente en Venezuela; destacando la dinámica y recientes cambios del cuadro electoral, más allá de las preferencias electorales. En ese sentido, se reconoce y destaca que el mapa electoral, “como en todas circunstancias históricas va cambiando”.

El presidente de la Asamblea Nacional venezolana, Jorge Rodríguez, muestra una foto de Juan Guaidó con integrantes del grupo paramilitar colombiano “Los Rastrojos”. (Foto: Prensa Asamblea Nacional)

En tanto marco fundamental, resalta un país en paz, condición que permitiría dar inicio a la nueva fase del diálogo y la inclusión. Proceso que a su vez comienza por reconocer y aceptar la diversidad y las diferencias, con miras a promover la integración de la ciudadanía. En ruta hacia un dialogo inclusivo, donde sus actores y protagonistas provendrán de diversos sectores de la sociedad. Un camino difícil que supone deslastrarse de la carga histórica viciada; reconocer las debilidades, disfunciones, conflictos internos y, en especial, una nueva lectura del mapa político, sin que sea obligante borrar la información alojada en el disco.

Escenario que demanda un formateo y requiere reiniciarse políticamente. Un obligante proceso multidimensional de negociaciones políticas de integración, abierto y transparente, que no necesariamente tendrían como criterio único el espectro político y la polarización. En ese sentido, demanda que todos los sectores se incorporen activamente al diálogo que, muy probablemente cambiará de formato. Aun cuando parezca contradictorio, vamos hacia un dialogo inclusivo, donde sus actores y protagonistas provendrán de diversos sectores de la sociedad.

Propuesta de un formateo multidimensional, que no solo incluye el aspecto político sino también dimensiones psicosociales. ¿Se trata de borrar los archivos? ¿Alterar el peso de los factores? No, se trata de iniciar un camino hacia el dialogo inclusivo y multidimensional.