Reflexiones argentinas en clave navideña

JUAN GUAHÁN| Aprovechando esta Navidad queremos reflexionar acerca de qué pasa con el delito y nuestras cárceles argentinas pobladas de jóvenes y pobres, muchos de ellos adictos. También cabe comentar los efectos de la “Crisis Griega”.
arg carcelesQuestion Latinoamérica

Podemos tomar un par de datos como una breve introducción a la cuestión delictiva y carcelaria y la particular situación de los jóvenes pobres.
Algunos comentarios de lo sucedido en Córdoba son interesantes. Estos son producidos por jóvenes que andan desparramando solidaridad por los barrios cordobeses. Según los mismos, más de la mitad de los que se adueñaron de la calle en las horas más dramáticas eran grupos de “autodefensa” cuyo principal componente eran fuerzas privadas de seguridad, dueños de negocios y vecinos,  todos ellos debidamente armados.

La otra, los llamados “saqueadores”, reconocía dos grupos mayoritarios: Uno conformado por quienes están relacionados con la policía y los narcos, apelando a grupos organizados, muchos de ellos vinculados con “barras” del fútbol y todos asociados con esa mafia que opera en la sociedad. El otro sector, posiblemente mayor numéricamente, eran espontáneos, de condición más que humilde y que procuraban recuperar algo de lo que la sociedad les ofrece pero a lo cual no pueden acceder.

También había un sector minoritario, de clase media, que con sus vehículos aportaba a esta anomia generalizada y se llevaban motos, electrodomésticos y otros enseres para la venta o su uso personal.
El otro dato interesante lo provee el Informe del Programa de Desarrollo de Naciones Unidas (PNUD), producido hace un par de semanas.

Allí se destaca que, en toda nuestra región y a pesar de los avances sociales y económicos, no hubo sensibles mejoras en el tema de la desigualdad y el delito ha crecido en una proporción muy superior al de otras regiones del mundo. Según dicho Informe el aumento de las expectativas de consumo y la relativa falta de movilidad social producen lo que denominan “delito aspiracional”.

Planteado de otra manera, todos somos bombardeados por una arg saqueos cordobapropaganda que nos incita a consumir. En la visión particular de cada uno, esa perspectiva de consumo está por encima de las posibilidades reales, generando angustia en algunos y exclusión en otros. Esta cultura consumista tiene dos caras. El que puede consumir y el que no. Este último queda fuera de la sociedad. De allí la vigencia de las palabras del Papa Francisco en su alocución navideña a una organización de “cartoneros” de nuestro país. Allí les dice “Vivimos en una cultura del descarte, donde fácilmente hacemos sobrar no solo cosas, sino personas”

Dicho esto, vamos a algunos datos concretos. En la Provincia de Buenos Aires, según La Comisión Provincial de la Memoria, hay cerca de 29 mil presos, de los cuales menos de 12 mil tienen condenas. Ambas cifras se duplicaron entre 1999 y 2012. Más del 50% de estos presos son personas entre 18 y 25 años, la inmensa mayoría de origen humilde y gran porcentaje de ellos adictos a las drogas. Datos muy parecidos se pueden extraer de informaciones provenientes del gobierno acerca de los cerca de 6 mil alojados en cárceles cordobesas. El 80% de esos presos no terminó estudios secundarios. Investigaciones periodísticas agregan que el 80% ha consumido drogas.
Estos son los emergentes de una situación social que, desatada por otros intereses, luego se manifiesta dolorosamente.

Crisis griega, enfermedad y locuras

Crisis es una palabra que nos viene -al igual que gran parte de nuestra cultura e instituciones- de los griegos, luego que pasara de éstos al Imperio Romano.

Toda crisis significa una coyuntura de cambios. Suele decirse que desde ese punto de vista la perspectiva de cambios es una oportunidad para que las cosas se modifiquen para bien. No es ese el caso de los griegos de carne y hueso que, en este siglo XXI, habitan en ese bellísimo país. Desde hace algunos años, Grecia vive en una profunda crisis. Son uno de los “parientes pobres” de la vieja Europa, ahora refundada bajo la forma de Unión Europea.

El estallido de aquella crisis, de características muy semejantes a la nuestra del 2001/2002, puso en alerta a toda Europa por los riesgos que ella arrastrara, en su caída, al euro, la nueva moneda del conjunto de esos países. Luego de muchas dudas el poder financiero que gobierna Europa: FMI, Banco Mundial y la Organización Mundial de Comercio, que tienen al Banco Central Europeo como su instrumento, decidieron “auxiliar” a Grecia. En realidad se estaban ayudando a sí mismos, pero todo fue presentado como “una salida a la crisis”, provocada por los populistas. Además las condiciones impuestas para esa “ayuda” debían servir como un “modelo de escarmiento” para los demás países pobres de Europa. El pueblo griego fue sometido a duras condiciones y sus efectos no tardaron en hacerse sentir.

argentina 2001El desempleo masivo (21%) es ahora crónico, más de la mitad de los jóvenes no tienen trabajo. Sobre una población que ronda los 11 millones, hay 500 mil personas que no tienen ningún tipo de ingresos. Una cifra igual se ha ido del país.

Pero en estos días, una noticia nos conmueve. Según esta información, los griegos se autoinfectan con sida para recibir un subsidio.

Según la Organización Mundial de la Salud (OMS), desde el inicio de la crisis se está detectando un notorio crecimiento de nuevos casos de HIV y del consumo de heroína. En el mismo Informe se dice que la mitad de los nuevos casos fueron autoinflingidos con el fin de recibir un subsidio mensual y un más rápido ingreso al Programa de sustitución de drogas.
Otros datos proporcionados por la OMS no resultan menos conmovedores.

Según los mismos el presupuesto hospitalario se redujo en un 40%. Prostitución,  suicidios y homicidios se duplicaron en estos últimos 3 años.
Estas son las denominadas políticas de ajuste. Según la OMS lo que está ocurriendo en Grecia podría extenderse a España, Italia, Portugal e Irlanda, si se consolidan las políticas que se están aplicando.