Primer contacto de alto nivel Brasil Venezuela

PRESIDENCIA DE VENEZUELA
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Marcos Salgado |

El jefe de la Asesoría Especial del presidente del Brasil Luiz Inácio Lula da Silva, el ex canciller Celso Amorim, visitó al presidente de Venezuela, Nicolás Maduro, en el Palacio de Miraflores, la sede del gobierno en Caracas. Es el primer contacto de alto nivel desde que el 1 de enero, apenas asumido en el cargo de presidente, Lula ordenó retomar las relaciones con Venezuela, clausuradas por Jair Bolsonaro en 2019.

Bolsonaro se sumó a la arremetida de Donald Trump contra Maduro, que incluyó la entronización de un “presidente encargado” sin territorio y sin Estado, Juan Guaidó, y varios intentos de lograr por la fuerza la caída del presidente venezolano.

Viejos conocidos. Celso Amorim, ex canciller y asesor especial de Lula, y el presidente venezolano Nicolás Maduro. (Presidencia de Venezuela)

Pero los tiempos cambiaron, ahora Guaidó fue apartado del cargo virtual por los propios opositores y se oficializó su candidatura en la primaria que el sector de la oposición hasta ahora virulento y disolvente planea para octubre de este año, para definir un candidato o candidata para las próximas presidenciales de 2024.

Un llamado al orden que simplifica el acercamiento de Venezuela con sus vecinos. Primero Colombia, con la histórica llegada de la izquierda de Gustavo Petro al gobierno el año pasado y ahora con Brasil, con el regreso de Lula.

El mismo primero de Enero, Lula ordenó restablecer relaciones con Venezuela y envió personal diplomático a reabrir la embajada en Caracas. La Asamblea Nacional de Venezuela aprobó la designación Manuel Vicente Vadell (había sido cónsul en San Pablo) como nuevo embajador en Brasilia.

Desde hace meses se especula en los pasillos en Caracas con una cumbre Lula-Petro-Maduro, tal vez en algún lugar de la Amazonía común. Petro visitó dos veces a Maduro en el Palacio de Miraflores y hubo un tercer encuentro en la línea fronteriza, en febrero último, que tuvo su costado resolutivo, la activación de un acuerdo de protección de inversiones, y también simbólico: un retome del control del complejo territorio donde hace cuatro años se escaló hasta tensiones extremas, con la amenaza de irrupción desde Colombia a Venezuela, como parte de la estrategia Trump para acabar con Maduro.

Petro y Maduro en la línea fronteriza. (Presidencia de Venezuela)

“Sostuve un grato encuentro con la Delegación de la República Federativa de Brasil, encabezada por Celso Amorim. Estamos comprometidos con renovar nuestros mecanismos de unión y solidaridad que garanticen el crecimiento y bienestar de Venezuela y Brasil”, dijo Maduro en Twitter, tras el encuentro en el Palacio de Miraflores.

La foto es auspiciosa para el gobierno de Nicolás Maduro, quien ya no debe temer por las acechanzas de los presidentes en las dos fronteras más importantes del país. Dos presidentes que, además, no tienen empacho en visitar Miraflores, como Petro, o en el caso de Lula, por ahora, enviar a un representante de altísimo nivel.

Es el mismo Palacio de Miraflores, y el mismo presidente, que durante el período álgido de la ofensiva Trump recibió visitas de alto nivel que se contaron con los dedos de una sola mano.

*Periodista argentino del equipo fundacional de Telesur. Corresponsal de HispanTV en Venezuela, editor de Questiondigital.com. Analista asociado al Centro Latinoamericano de Análisis Estratégico (CLAE, estrategia.la)