Notas de economía
Eleazar Díaz Rangel |
El gobierno, y todos sus voceros calificados, siguen atribuyendo a la “guerra económica” el factor fundamental de la grave situación económica que atraviesa Venezuela. Como lo recordarán mis lectores, escribí hasta dos comentarios sobre ese tema, apoyado en documentos de EEUU, desclasificados, sobre la experiencia chilena. No debieron quedar dudas de esa guerra, determinante en el derrocamiento del presidente Allende.
En nuestro caso debemos agregar otros factores. Uno ha sido la acción desarrollada con el contrabando de extracción, que significó millones de pérdidas con la salida de un enorme volumen de alimentos y otros productos a Colombia, sin sumar la extracción por mar; hubo inescrupulosos empresarios que encaletaron muchos productos y promovieron el alza desorbitada de precios, y, finalmente, la campaña contra nuestra moneda con el Dólar de Cúcuta Today. Otro factor fue la abrupta baja del precio de petróleo, que tuvo su ingrediente geopolítico contra Rusia, Irán y Venezuela, y el último: los errores en la política económica gubernamental que, con abundancia de dólares, prefirieron importar lo que se necesitaba, proceso que generó más corrupción, y se descuidó la producción agropecuaria e industrial.
El gobierno, sin embargo, pese a los análisis, reuniones y congresos que ha celebrado, donde -se supone- extrajeron conclusiones, no le ha terminado de hablar claro (crítica y autocríticamente) al país, a millones de venezolanos, la verdad de lo que ocurre y las perspectivas de este año. Todavía es tiempo.
¿No fueron posibles elementales concesiones de ambas partes para lograr la comparecencia de altos funcionarios de la economía a la Comisión respectiva de la Asamblea Nacional? ¿No era lógico, tal como podría ocurrir en una eventual interpelación al ministro de Defensa, o al ministro del Interior sobre planes de seguridad, que algunas preguntas no obtuvieran respuestas por elementales razones de seguridad de estado? Situaciones como esas ¿no podían entenderlas los diputados de la oposición? ¿Hubo los indispensables acercamientos para examinar estas probables situaciones que podrían presentarse? ¿Se agotaron los esfuerzos y las posibilidades de un necesario entendimiento?
¿La falta de acuerdo político en torno al decreto de emergencia económica no entorpece los encuentros y entendimientos del gobierno con los sectores empresariales? ¿Están conscientes unos y otros de los efectos que una situación como ésa traería para la economía y en especial, para incrementar la producción? ¿No escucharon que Henry Falcón dijo que no se trata de un problema de partidos, ni de ideologías, sino del país?
¿Esa posibilidad de encontrarse, está perdida inevitablemente? ¿Ninguna de las partes hará un gesto, o tomará una iniciativa para retomarla? ¿Saben el daño que causará al país la falta de acuerdos políticos, por elementales que sean?
Precios especulativos
No pretenderé pedirle al gobierno, y menos aún a la Asamblea Nacional que ayude, a acabar con las colas que hoy parecen ser más largas. Apareció una nueva función, “los cuiidadores de bolsas”, que cobran Bs 50 por servicio. Pero creo que el problema de los sobre precios escandalosos, especulativos, si puede ser un problema que deben enfrentar las autoridades, pues existen responsables de una situación que tiene estas expresiones: