Milei es la motosierra de Macri

Marcos Salgado | 

Se acerca la segunda vuelta en Argentina y nadie sabe qué puede pasar. Las encuestas no logran determinar a ciencia cierta el comportamiento de un electorado en una elección que se, se sabe, será muy pareja.

El próximo domingo 12 se realizará el debate fijado por ley entre los dos candidatos y el domingo siguiente, 19 de noviembre, la elección que determinará si el próximo presidente de la Argentina será el actual ministro de Economía, Sergio Massa, o el outsider de ultraderecha Javier Milei.

Cualquier intento de definir a Milei en pocas palabras necesita enseguida de alguna aclaración, o de algún matiz. Si bien es verdad que puede considerarse a Milei como un outsider, alguien que viene desde afuera de la política, también es verdad que -de entrada- nunca tuvo una idea nueva.

(Xinhua/Martín Zabala)

Es más, hay algunos estudios reveladores que muestran como sus propuestas de campaña en lo económico son los mismos planes que ya desarrolló la dictadura militar y Carlos Menem: recorte fuerte del gasto público, flexibilización laboral, eliminación de aportes patronales, achicamiento de Estado, privatizaciones de empresas públicas, y más por estilo.

Milei copia y pega

En un revelador trabajo Guillermo Oglietti analizó el programa presentado por La Libertad Avanza a la justicia electoral de Argentina. Explica que el 90% de las propuestas de Milei repiten políticas neoliberales que se practicaron en al menos uno de los tres intentos anteriores, en referencia a la dictadura militar (1976-1983), la década Menem con la continuación conceptual durante el corto gobierno de la Alianza (1989-2001) y los cuatro años de Mauricio Macri (2015-2019).

“Milei se definirá como un austríaco o anarcocapitalista, pero su plan se parece en un 90 % a los programas neoliberales que acumularon 3 experiencias de fracasos en nuestro país”, explica Oglietti.

Macri, una aparición lógica

Así las cosas, la aparición de Macri apoyando a Milei aún a sabiendas de que dinamitaría su alianza de Juntos por el Cambio, es lógica, y confirma lo que aquí se postula: Milei no es outsider: la motosierra con la que infelizmente simboliza que llega para romperlo todo es en realidad la motosierra de Macri, para volver al gobierno sin que lo voten.

Es que para gobernar hay que tener apoyo popular, claro, en la elección y después, pero también hay que tener equipos, dirigentes con cierta experiencia y preparados en distintas áreas. También hay que tener algún tipo de estructura de base, en provincias y municipios. Propia, o prestada en algún tipo de acuerdo político. Milei no tiene nada de eso. Macri sí.

(Xinhua/Alejandro Santa Cruz/TELAM)

Por estas horas los diarios argentinos explican cómo sigue la avanzada de Macri sobre Milei, si es que se puede definir de esta manera lo que parece ser -incluso- la consecución de un acuerdo previo. El ex presidente ya ubicó en un eventual gabinete de ministro de Milei a varios de sus laderos, especialmente en áreas donde ¿casualidad? se maneja presupuesto, como Transporte y Obras Públicas; o poder de lobby político, como Justicia.

La Libertad Avanza, en crisis

La alianza de Milei con Macri fue y es resistida especialmente hacia adentro de la Libertad Avanza, el entramado sui generis de Milei, donde muchos ven que quedarán desplazados en un reparto de la estructura del Estado central que aparece a la vuelta de la esquina.

Una de las hipótesis posteriores a esta alianza de segunda vuelta era que Macri podía ser una especie de salvavidas de plomo para Milei. Pero esto no se estaría reflejando en las encuestas. Por el contrario, la causa común contra el kirchnerismo de Macri y Milei parece conformar a una parte del electorado de derecha antiperonista, que votará a Milei mirando para otro lado.

Para ellos, el hecho de que Massa sea cualquier cosa menos kirchnerista no es un elemento a valorar. Si dentro de quince días Milei gana, no hará otra cosa que entregar su gobierno de “cambio libertario” al macrismo, que volverá a la Casa Rosada informalmente, manejando los hilos de una marioneta que, de por sí, es más peligrosa que un mono con navaja, o en este caso, con motosierra.

Ideal para el trabajo sucio.