México: ¿Cuál es el móvil?
John Saxe-Fernández
Para la Red Mexicana de Líderes y Organizaciones Migrantes (RED) existe responsabilidad federal por omisión desde el momento en que el Ejército mexicano estuvo al tanto de los sucesos el día del ataque a los estudiantes en Iguala, mientras el Frente Indígena de Organizaciones Binacionales (FRENTE) exigió al gobierno de Estados Unidos asumir su responsabilidad, “por ser el mayor consumidor de drogas, por surtir armas a los criminales mexicanos y por sus políticas neoliberales…” (La Jornada –LJ– 9/11/14).
Los pronunciamientos del FRENTE y de la RED integrada por 40 organizaciones de Texas, California, Illinois, Carolina del Norte, Virginia, Georgia, Nueva York, Nuevo México e Indiana coinciden con los testimonios públicos de estudiantes sobrevivientes (oye, nos están baleando los policías aquí en Iguala) y los que le ofrecieron al director del albergue para migrantes Hermanos en el Camino, Alejandro Solalinde, testigos detallando los horrores. Solalinde, dijo que los muchachos fueron secuestrados por agentes del estado y de ninguna manera se trata de una acción del crimen organizado como se ha querido hacer creer, aun cuando la línea entre uno y otro bando… puede ser imperceptible (LJ, 18/10/14 p.5).
Agregó que otros testigos “vieron que algunos –estudiantes– estaban heridos… A los que cayeron se los llevaron agentes del estado, quienes los atacaron y se los llevaron. Los atacaron como si (los normalistas) fueran un ejército y no estudiantes de una normal rural” (ibidem). Esto debe colocar a la Iniciativa Mérida y al Comando Norte (CN) en México en lugar destacado de la lista de reclamos del FRENTE, de la RED y de la sociedad civil para que los gobiernos de México y de Estados Unidos asuman su responsabilidad en estos crímenes de Estado.
Los testigos hablan de presencia y monitoreo militar y de ataques contra los estudiantes por policías (fuerza civil) que desde 2013, según el Pentágono, son adiestradas por el CN a petición del gobierno de EPN: “El objetivo –del CN– sigue siendo fortalecer la relación con los militares mexicanos” (FAM). Trabajaremos con el liderazgo del Ejército mexicano y de la Marina a medida que se implementa la estrategia del presidente Peña Nieto e integraremos sus acciones con las de las fuerzas civiles (Doris Gómora, Ejército de EU Capacitará a Fuerzas Civiles, El Universal –U– 27/3/13).
En vísperas de la Ronda Uno en 2015 de la contrarreforma energética, cuando los privados esperan acceder a yacimientos de gas y petróleo en aguas someras y profundas, en el territorio, en las cuencas de gas y petróleo de lutitas (shale) y arranca el gran despojo de hidrocarburos, bosques, tierras y agua, ya está en marcha dicha estrategia en que militares, policías y gendarmería se equipan, adiestran y actúan ante el pueblo como ejércitos de ocupación frente un enemigo interno y no como garantes de la seguridad ciudadana. Sin mención al impacto en la conciencia nacional del trauma territorial formalizado en 1848, el CN indicó que la experiencia contrainsurgente de Estados Unidos en Afganistán e Irak transmite a los militares mexicanos la noción “…de que el enemigo vive entre civiles y no es un enemigo externo…, como por tradición se han formado”. (D. Gómora, Entrenan al Ejército en contrainsurgencia, U, 27/06/10).
En 2011 el CN informó que altos mandos de las FAM fueron instruidos en simulacros de operaciones de contrainsurgencia en Irak para aplicar ese conocimiento en adiestramientos del Ejército Mexicano. El énfasis en enlaces operativos de seguridad marítima y contrainsurgencia con las FAM es por los retos a la seguridad de firmas, grandes y pequeñas.
Los mayores pozos shale, según el Buró de Información del Departamento de Energía, están en Chihuahua, Coahuila, Nuevo León, Tamaulipas y Veracruz. La Cuenca de Burgos, dijo el embajador de Estados Unidos es uno de los proyectos más promisorios de gas natural.
Anticipando la resistencia frente al brutal despojo a la población, los enlaces en operaciones countrainsurgentes se realizarían ya que en las cuencas shale, como dijo a Expansión (10-23/10/14) Jorge Piñón, ex alto cargo de Amoco, los retos no son geológicos o técnicos, sino sobre “los derechos de vías, el que hay que negociar con un sinnúmero de pequeños dueños, de terrenos como los ejidos…el tema de la inseguridad…, problemas que va a haber con el agua” (p.73).
Como en Afganistán e Irak ¿negociazos a base de fuerza letal contra la población? ¡Regrésenlos vivos ya!