Más militares de EEUU a la frontera con México
Mirko C. Trudeau
El gobierno de Estados Unidos sumará mil 115 militares a las fuerzas desplegadas en su frontera con México, para brindar apoyo logístico, en otro movimiento del gobierno de Donald Trump para utilizar a las fuerzas armadas en su política migratoria. Así, el número de soldados en la zona se eleva a cerca de 10 mil, informó ayer el Comando Norte de ese país
EEUU designó zonas de defensa nacional en la frontera con México, áreas consideradas como extensiones de bases militares: quien ingrese sin autorización será “objeto de multa, arresto, enjuiciamiento y encarcelamiento”. De acuerdo con un comunicado, los elementos estarán en diferentes áreas como ingeniería, medicina y operaciones, con el propósito de “obtener el control operativo completo de la frontera sur”.
Según el anuncio, —difundido en inglés y español— el Departamento de Defensa hace la declaración como área restringida y se advierte que todas las personas o vehículos que ingresen serán detenidos. Además, advierte que está prohibido tomar fotografías, hacer anotaciones, dibujos, mapas o representaciones gráficas del área sin autorización del comandante. “No entres. Arriesgas tu libertad en un viaje destinado al fracaso”, concluye el aviso dirigido a quienes quieran ingresar a territorio estadounidense.
El pasado 1 de mayo el Comando Norte de Estados Unidos informó sobre la creación de una segunda zona militarrestringida en la frontera con México. El Departamento de Defensa tomó control de una zona con una extensión de más de 100 kilómetros, la cual pasó a formar parte de la base de militar Fort Bliss, cerca a El Paso.
El objetivo, indicó el Comando Norte, es controlar la “actividad ilegal” en la frontera. El gobierno d ha incrementado la presencia militar en la frontera, desplegando a cientos de soldados, para impedir la entrada de migrantes y solicitantes de asilo al país.
En una orden presidencial, Trump pidió a los secretarios de Defensa, Seguridad Nacional, Interior y Agricultura que faciliten el traspaso de los terrenos públicos en mención para permitir “actividades militares” en unas instalaciones que pasan a la jurisdicción del Pentágono. Mencionó en ese entonces solamente a la llamada “Reserva Roosevelt”, una estrecha porción de tierra —de 20 metros de ancho— que se extiende paralela a la frontera con México por unos mil kilómetros desde Nuevo México a California.
La toma de control del terreno por parte del Ejército se suma a la cada vez mayor presencia del Pentágono en la gestión de los organismos de migración. Desde la llegada de Trump al poder, el Pentágono ha desplegado miles de soldados en la frontera sur y el gobierno ha usado aviones militares para trasladar a migrantes venezolanos a la base naval de Guantánamo en Cuba.
El número de personas detenidas cruzando de manera irregular la frontera sur de Estados Unidos se ha desplomado desde que el republicano llegó a la Casa Blanca, con menos de 30 mil arrestos en el mes de febrero, en comparación con los 124 mil que se registraron en diciembre, mientras el expresidente Joe Biden seguía en el poder.
A su vez, la embajada estadunidense en México advirtió sobre ciertas restricciones en áreas de la frontera sur estadounidense y anunció que el gobierno del presidente Donald Trump ha designado algunas zonas en su línea divisoria sur como áreas de defensa nacional, lo que implica que ahora son consideradas extensiones de sus bases militares.
“Cualquier persona no autorizada que ingrese en esas zonas será objeto de multa, arresto, enjuiciamiento y encarcelamiento”, advirtió la representación diplomática encabezada por Ronald Johnson. “No entres. Arriesgas tu libertad en un viaje destinado al fracaso”, publicó la embajada, en clara referencia a quienes intenten cruzar la
frontera de forma irregular, aunque no precisó las ubicaciones exactas de las zonas.
Estas nuevas designaciones son el resultado de una directiva del presidente Donald Trump, quien ordenó la creación de estas áreas de defensa nacional “como una forma de fortalecer la autoridad de los miembros del servicio que ya participan en los esfuerzos de control fronterizo”, de acuerdo con información del Departamento de
Defensa estadunidense.
En su portal de Internet, el organismo indica que si bien desde enero –cuando comenzó la administración Trump– las tropas han estado colaborando con la Oficina de Aduanas y Protección Fronteriza (CBP) para sellar la frontera, sus facultades para detener directamente a los migrantes eran limitadas.
Sin embargo, el panorama ha cambiado. Un comunicado del Departamento de Defensa, fechado el 25 de abril, detalla la creación del “área de defensa nacional de Nuevo México” el pasado 18 de abril, que abarca alrededor de 440 kilómetros cuadrados de tierra federal. En este documento se subraya que “ahora las tropas federales que
operan en el área pueden detener temporalmente a los intrusos hasta que una entidad policial apropiada
pueda asumir la custodia”.
Además de Nuevo México, se ha establecido un “área de defensa nacional deTexas” en una franja de alrededor
de 101 kilómetros al este de la frontera entre Texas y Nuevo México, en El Paso.
El secretario de Defensa, Pete Hegseth, visitó el 25 de abril el área de defensa nacional de Nuevo México para reunirse con los miembros de la Fuerza de Tarea Conjunta Frontera Sur. Ahí enfatizó la nueva realidad de estas zonas: “ésta espropiedad del Departamento de Defensa. Cualquier intento ilegal de ingresar a esa zona es entrar en
una base militar, un área protegida federalmente. Serán detenidos. Serán interceptados por las tropas
estadunidenses y la Patrulla Fronteriza trabajando juntas”.
En esa ocasión, según información oficial, se mostraron carteles en inglés y español que indican el estatus de protección de la propiedad, y se señaló que “hay letreros como este por todo el muro fronterizo”.
* Economista, politólogo y analista estadounidense, asociado al Centro Latinoamericano de Análisis Estratégico (CLAE).