Macri es uno de los suyos/ El “volver al mundo” de Macri en España
Rafael Mayoral y Juan Carlos Monedero|
Desde los años treinta, cada vez que el capitalismo entra en crisis, el liberalismo se desprende de los ropajes democráticos y regresa a sus feudos. Engañan a los pueblos buscando a alguien que diga con palabras escogidas lo que los pueblos golpeados quieren escuchar. Cada ciclo histórico, como si fuera una condena, los pueblos vuelven a votar a sus verdugos. Pero no todos. Esa es la disputa en América Latina. A los poderosos, no les resulta tan sencillo regresar. Por eso, para asustar a los que no convencen, encarcelan a los que protestan. Especialmente a quienes tienen cabeza y corazón. Por ejemplo, a Milagro Sala. En esa pelea andamos a ambos lados del Atlántico. Los amigos y los adversarios cruzan océanos y se encuentran. Por eso, nosotros, aquí, en España, nos sentimos encarcelados con Milagro.
Macri visita España, y Madrid tiene que saludarle como Jefe del Estado de un país hermano. Conocemos las reglas del protocolo, pero duele. Sabemos que Macri está haciendo sufrir a nuestras hermanas y hermanos argentinos. Sabemos que Macri prometió en campaña no tocar los programas sociales, pero está sembrando la Argentina de pobres e indigentes. Sabemos que Macri vuelve a matar simbólicamente a las víctimas del terrorismo de Estado y sabemos que Macri desprecia los derechos humanos. Sabemos que Macri forma parte de esa internacional conservadora que apoya golpes de Estado parlamentarios y que defiende la esclavitud por deudas de los países de la periferia, incluida la Argentina.
Sabemos que Macri está con los jueces y no con la justicia, que está con las empresas multinacionales y no con las cooperativas, que está con los que contaminan y no con los contaminados. Sabemos que Macri está con el lenguaje del imperio y no con las lenguas indígenas, que está con los torturadores y no con los torturados, que está con Satanás aunque siempre ha tenido una cuenta en algún banco del viejo Vaticano. Sabemos que está con Juan Pablo II pero no puede estar con el papa Francisco. Sabemos que Macri está con los que desahucian y no con los desahuciados, que está con los financieros y no con los hipotecados, que está con las petroleras y no con la Madre Tierra.
Sabemos que Macri es un presidente manchado con el escándalo de los paraísos fiscales y sabemos que tiene el corazón donde descansa su cartera. Sabemos que Macri alza la voz defendiendo los derechos humanos en los países que intentan gobernar para las mayorías pero mantiene encarcelada injustamente a una mujer, Milagro Sala, porque no le tiene miedo a ese mundo dorado y podrido que representan los Macri de este mundo. Sabemos que Milagro está con el vaso de leche a los niños y Macri está con los fondos buitre. Sabemos que Milagro es la vida de la solidaridad y de los pobres y Macri un recuerdo torpe del Rey Midas al que nunca le enterraron con todo su oro. En España nos topamos con Macri pero nos acordamos de Milagro.
Y aquí, en Madrid, le recordamos al Presidente de la Argentina que los mandatarios pasan pero la solidaridad de los pueblos permanece, que él quedará en la historia como un triste momento de marcha atrás, mientras Milagro Sala vive en cada pueblo que no tiene miedo a los poderosos. Macri, como Rajoy, como Trump, como Temer son el fantasma lúgubre del neoliberalismo y Milagro es la respuesta que siempre los heraldos de la muerte van a encontrar cada vez que toquen la dignidad del pueblo. Por eso estamos con Milagro. Por eso sabemos que Macri no es uno de los nuestros porque es, con toda la evidencia, uno de los de ellos. Uno de los de siempre.
Uno de los que nos ponen en marcha para evitar que nos vuelvan a robar la democracia.
+Mayoral es Diputado de Podemos y Monedero, Profesor de Ciencia Política y cofundador de Podemos.
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El “volver al mundo” de Macri en España
Juan Manuel Karg|El firme discurso de Ínigo Errejón en el Congreso de España, replicado en redes sociales una y otra vez, habla a las claras sobre la percepción que se tiene en relación a nuestro país en el exterior. Errejón, conocedor cabal de la política argentina, desplegó un conjunto de contundentes argumentos para cuestionar al empresario devenido presidente: Panama Papers, tarifazos a los servicios públicos, recortes a programas sociales y educativos, y la detención arbitraria de Milagro Sala, cuestionada por ONU, Parlasur, Amnesty y hasta Human Rights Watch y la OEA.
“Es de los suyos” le dijo el jóven politólogo al gobernante Partido Popular, graficando una unidad que viene de larga data. Por esas críticas Podemos, el partido de Errejón, segundo en todas las encuestas conocidas en España detrás del propio PP, no participó de la gala que al Jefe de Estado se le ofreció, cuestionando la política de DDHH y la creciente pauperización social en nuestro país.
Pero la agenda de Macri en España va más allá de Rajoy y Felipe VI, hijo de Juan Carlos, receptor de la tristemente célebre frase “Deberían tener angustia de tomar la decisión, querido rey, de separarse de España”, que pronunciara Macri en 2016 en referencia a los líderes independentistas. Su encuentro con José María Aznar, que busca hace ya tiempo mostrarse como un articulador de las derechas iberoamericanas, demuestra su intención de convertirse en la referencia de la derecha sudamericana, en un momento donde Temer y Cartes afrontan una creciente impopularidad, incluso mayor que la del Jefe de Estado argentino.
Aznar fue fundador de FAES, un think tank que se vinculó tempranamente con la Fundación Pensar, ligada al PRO, y que nucleó a diversas ONG´s de América Latina frente al avance de los gobiernos progresistas, nacional-populares y de la izquierda continental. La estrategia inicial de FAES fue contra los gobiernos de Cuba y Venezuela, pero velozmente intentó expandirse en Ecuador, Bolivia y Argentina. “El padrinazgo ideológico de Aznar sobre Macri terminaría de sellarse con los congresos que la ONG española realizó en el 2013 y 2014 en Buenos Aires” recordaba sobre el tema Federico Vázquez en una nota de 2015, previa al ballotage argentino donde Cambiemos-PRO se impuso por escaso margen.
Es que Macri, a contrapelo de lo que dijo al iniciar su gobierno, tiene una profunda “ideologización” en su política exterior. Por ello buscó que Argentina ingrese a la Alianza del Pacífico, más no sea como observador, en vez de intentar fortalecer el Mercosur y Unasur tal como piden las circunstancias internacionales con el realineamiento provocado tras la llegada de Trump a la Casa Blanca.
Y esa ideologización de las RRII se vincula con su estrategia partidaria: el PRO se unió, en enero de este año, a la autodenominada Unión Demócrata Internacional (IDU), donde se congregan casi un centenar de partidos de derecha, entre los cuales se encuentran nada menos que el Partido Republicano de EEUU, la CDU alemana, el propio PP español y la UDI de Chile, entre otros. ¿Y quién fundó a la IDU en los 80? Nada menos que Margaret Thatcher, a quien Macri le tomó “prestado” aquello de que “no hay alternativa” frente a las políticas ortodoxas que, en términos económicos, despliega nuevamente la Argentina.
Tiene razón Errejón: aún cuando Macri “es de los suyos”, la historia –a contrapelo de los postulados de Thatcher e incluso de Francis Fukuyama– siempre demuestra que hay alternativas al desaguisado social que producen administraciones como las de Rajoy y MM. Por lo pronto, el tan magnificado “volver al mundo” se convirtió apenas en un paraguas de la derecha internacional ante la tormenta perfecta (inflación, despidos, enfriamiento económico, aumento de la brecha entre quienes más y menos tienen, cuestionamientos internacionales a la política de DDHH) que vive nuestro país.
* Politólogo de la Universidad de Buenos Aires / Analista Internacional.