Los votantes italianos mandan un serio aviso a Europa/ Democracia a la italiana

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Stephanie Kirchgaessner – The Guardian| *

Los resultados muestran un Parlamento en el que ningún partido obtiene una mayoría absoluta, el rechazo a Bruselas y un repunte de poder para los partidos euroescépticos

Una mayoría de votantes italianos ha apoyado a candidatos euroescépticos en las elecciones generales de este domingo, después de décadas en las que Italia había defendido firmemente el proyecto europeo.

Los resultados dados a conocer por el Ministerio de Interior este lunes por la mañana, cuando todavía se está contando papeletas, apuntan a un Parlamento sin mayoría absoluta. Sin embargo, sigue existiendo la posibilidad de que la coalición de derecha y ultraderecha, con aproximadamente el 37% de los votos, pueda conseguir la mayoría una vez que se asignen los escaños.

Cualquier resultado representaría un repudio a Bruselas por parte de los votantes italianos, menos de dos años después de que Reino Unido eligiese en votación salir de la Unión Europea.Resultado de imagen para italia elecciones

Las elecciones también marcan el ascenso político de dos partidos relativamente nuevos, hasta hace poco, considerados fuera de la primera línea en el poder. El Movimiento 5 Estrellas (M5S), que se define por ser contrario a la élite, ha obtenido el 31% de los votos; y el partido euroescéptico y contra la inmigración de La Liga, ha conseguido un resultado mucho mejor del esperado.

Mientras que durante la campaña el exprimer ministro Silvio Berlusconi lideró la coalición derechista, los resultados muestran que ha sido superado por su joven rival, Matteo Salvini, durante una campaña en la que Salvini hizo énfasis en el apoyo a políticas radicales contra los inmigrantes. Entre estas propuestas se incluye las  deportaciones masivas de inmigrantes que residen sin papeles en Italia.

Salvini, conocido por su retórica exagerada y a veces racista, dijo el lunes que los Resultado de imagen para italia eleccionesvotantes han concedido a la derecha la misión de liderar el país, y restó importancia a la idea de que la coalición aún necesita un socio más para conseguir la mayoría.

“Soy alguien que cumple su palabra y nuestro compromiso es por una coalición de centroderecha que puede y debe gobernar”, dijo en referencia al “acuerdo de caballeros” al que llegó con Berlusconi para que el partido con más votos en la coalición fuera quien nombrara al próximo primer ministro.

También dijo que no formará una coalición con el M5S y declaró que el euro es una moneda condenada al fracaso, aunque descartó un referéndum sobre la pertenencia a la eurozona.

La coalición de centro izquierda liderada por el exprimer ministro Matteo Renzi lo hizo peor de lo esperado al obtener tan solo el 19% de los votos. Todo esto ha provocado que desde su partido se pida su dimisión como líder del Partido Democrático. Aunque que su colaboradora más directa Maria Elena Boschi ganó un escaño por Tirol del Sur, en el norte de Italia, otras importantes figuras del partido como el ministro de Interior, Marco Minniti, y el de Cultura, Dario Granceschini, fueron derrotados.

El fulgurante fracaso de Renzi

“Renzi ha sido aniquilado en lo que es, probablemente, el ciclo de ascenso y caída más corto de la historia de la política italiana”, asegura desde Roma el analista Francesco Galietti. “Los datos confirman que el PD ha obtenido menos de la mitad del porcentaje que obtuvo en las elecciones europeas del 2014, y no pasará mucho tiempo antes de que las fuerzas de la izquierda contrarias a Renzi vayan directas a la yugular”.

Los resultados han sido extraordinarios, en parte porque reflejan un rechazo a un Gobierno que la mayoría de los analistas han definido como competente bajo el liderazgo del PD, que ha sido testigo de una importante mejora en la economía y ha adoptado una política que ha limitado el número de migrantes que vienen a Europa.

El escaso éxito del M5S en los ayuntamientos de Roma y Turín, donde ocupa las alcaldías desde las últimas elecciones locales, no ha disuadido a los votantes, a pesar de que el PD insistió en el mensaje de que un voto a ese partido traería el caos.

El partido populista, que había apoyado hasta hace poco un referéndum sobre el euro, suavizó su retórica antieuropea en la recta final de la campaña. Quizá esto dio algo de seguridad a los italianos que no apoyan de manera mayoritaria salir de la zona euro aunque sí que son críticos con Bruselas.

Este lunes, los analistas no tenían claro todavía qué harán los partidos para tratar de obtener una mayoría en el caso de un parlamento sin mayoría absoluta. El presidente de Italia, Sergio Mattarella, será el encargado de dirigir las conversaciones.

Entre las posibilidades, se incluye un matrimonio de conveniencia entre el M5S y el PD o entre el M5S y La Liga.

Los resultados también indican que Sicilia, durante mucho tiempo bastión de la Forza Italia de Berlusconi, está finalmente en manos del M5S. Entre los candidatos ganadores  está Piera Aiello, que vive bajo protección policial por las amenazas de la mafia y tuvo que cubrir su rostro durante la campaña electoral.

* Artículo publicado por eldiario.es, traducido por Cristina Armunia Berges

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Anexo:

Democracia a la italiana

Resultado de imagen para italia eleccionesDavid Torres| Es muy posible que Italia sea un laboratorio donde experimentar las catástrofes antes de lanzarlas al mercado internacional. Allí inventaron a Mussolini antes que a Hitler, a Verdi antes que a Paquito el Chocolatero y a la Democracia Cristiana mucho antes que al PP (por eso mismo, porque todavía andaban en fase de pruebas, necesitaron la ayuda de la Mafia y de la Camorra). Allí descubrieron a Berlusconi mucho antes que a Trump aunque, en realidad, ambos prototipos descienden de un antecesor común: Jesús Gil, un señor que se reía de la justicia, se cagaba en la prensa y no llegó a presidente del gobierno sólo porque se adelantó demasiado a su época.

Las elecciones en Italia cumplen a la perfección aquella máxima de Winston Churchill, según la cual la democracia es el peor sistema de gobierno posible excepuando todos los demás, incluida la propia democracia. Elegir entre lo malo y lo peor siempre ha sido una especialidad de la política europea en general y de la italiana en particular, en cuya trattoria gubernamental se ofrece un montón de alternativas distintas al consumidor basadas en un solo plato: la pizza cuatro quesos. En Italia los pactos contra natura y las alianzas de poder se suceden con tal rapidez que da la impresión de que los ciudadanos podrían votar a voleo. Muy posiblemente, es lo que han hecho este año, ya que el nuevo sistema electoral resulta tan complicado que muchos votantes creían estar apostando a las carreras de caballos mientras otros jugaban a los chinos.

A la fragmentación habitual del panorama político hay que sumar una polarización hacia los extremos donde no faltan las referencias al pasado. Pierluigi Battista, en Il Corriere della Sera, comentaba que la campaña electoral “se está transformando peligrosamente en una parodia de los desencuentros entre fascistas y comunistas”. Probablemente el Movimiento 5 Estrellas (M5E) de Luigi Di Maio pueda ser visto como una parodia del PCI, sobre todo por la denominación hotelera, aunque resulta mucho más divertido llamar “centroderecha” a una coalición formada por Forza Italia, los xenófobos de la Liga Norte y los neofascistas de Hermanos de Italia. Entre agresiones y tiroteos, Matteo Salvini, racista pata negra, habla de una invasión de inmigrantes mientras que su candidato en Lombardía, Attilio Fontana, llamó a votar en defensa de la raza blanca. Como se ve, en Italia, igual que en España, el concepto de centroderecha se ha extendido mucho, hasta llegar a la pared.

A última hora de la noche todo apuntaba a que no habrá un ganador claro que pueda formar gobierno sin una de esas largas y complicadas negociaciones poselectorales que son como una Nochevieja en Nápoles o la boda de El Padrino: unos piden favores y otros traen regalos, unos comen tarta y otros engrasan la lupara. Cabe preguntarse si el Movimiento 5 Estrellas llegará a la antesala del poder sin errores ni balbuceos: el trabajo de la izquierda es dar miedo, como Luca Brasi, pero haciendo lo posible para no acabar hablando con los peces.Resultado de imagen para italia elecciones

Por lo demás, las anécdotas electorales de la jornada se resumieron en que fue a votar Il Cavaliere y una activista de Femen se levantó la camiseta para mostrarle un torso desnudo y pintarrajeado con el lema: “Berlusconi, sei scaduto“. No parece la mejor manera de desanimarlo, cuando enseñarle a este hombre un par de tetas es como intentar asustarme a mí con un cubata y un Montecristo. Precisamente a fuerza de tetas, Berlusconi levantó una televisión, después un partido político y por último una plantación de viagra. Si lo consideran la última esperanza conta el populismo, debe ser porque ya le da lo mismo comerse la catedral de Milán que un pezón ilustrado. Eso sí, para tener 81 castañas, muy acabado no parece. Marzo 5, 2018

*Escritor español. Columnista habitual del diario Público.es.