Los cinco de la embajada negociaron su salida de Venezuela
Marcos Salgado
Dos altas fuentes del gobierno de Venezuela confirmaron a Question que los cinco integrantes de Vente Venezuela que estaban asilados desde hace poco más de un año en la residencia de la embajada Argentina en Caracas abandonaron el lugar tras negociaciones.
Se trata de Claudia Macero, Pedro Urruchurtu, Magallí Meda, Humberto Villalobos y Omar González. Una de las fuentes indicó que todos estaban negociando su salida de la embajada desde hace semanas. Remarcó además que Meda viajaba en la noche del martes hacia Madrid, donde la esperaba su hija. También aseguró que Macero salió hace más de una semana de Venezuela y está en Buenos Aires.
La otra fuente fue tajante ante la pregunta de este medio: “no huyeron, negociaron”. Desmintió así la versión que cobró forma en la tarde del martes, luego de un posteo en X del secretario de Estado de los Estados Unidos, Marco Rubio. “Estados Unidos celebra el exitosos rescate de todos los rehenes retenidos por el régimen de Maduro en la Embajada de Argentina en Caracas”, escribió.
“Tras una precisa operación, todos los rehenes se encuentran ahora a salvo en territorio estadounidense”, aseguró Rubio. Bastó ese posteo para que voceros en redes de la ultraderecha venezolana se alinearan en un solo discurso, para abonar la versión épica de un rescate. Esto aunque los mismos voceros -hay varios ejemplos verificables- habían hablado minutos antes de una negociación y hasta del otorgamiento de “salvoconductos”.
Milei, alineado
Alineado también con la versión de Rubio, el gobierno de Javier Milei en Argentina difundió un comunicado en los mismos términos, saludando la “operación que permitió que los cinco venezolanos refugiados en la sede de la Embajada Argentina en Venezuela fueran extraídos exitosamente de Caracas y trasladados a suelo estadounidense”.
En tanto, sincronizados, cuatro de los “extraídos” (según la narrativa de Rubio y Milei) solo se limitaron a repostear al secretario de Estado, sin dar ellos mismos una “fe de vida” para reforzar el caso.
Mientras tanto, en redes florecían con una velocidad digna de mejores causas relatos que aseguraban hasta temerarias “operaciones comando” de militares estadounidenses en la “extracción”. La imaginación es libre.
Negociar no es nuevo
Otra fuente comentó en la noche del martes un dato no menor: la negociación es una constante en el gobierno de Nicolás Maduro. “Hubo una negociación para liberar a Álex Saab, hubo una negociación para que Edmundo González viajara a España”, recordó. El mismo presidente Maduro ha dicho varias veces que dialogaría hasta con el diablo para proteger intereses nacionales.
Lo que falta saber para completar el rompecabezas es qué se negoció. Las fuentes aseguran que eso se sabrá pronto. En rigor, desde hace semanas circulan versiones extraoficiales de la voluntad de los cinco de la embajada de dialogar directamente y a alto nivel con el gobierno venezolano para lograr la salida de la casona de Lomas de las Mercedes.
Dice el manual que para tratar de entender qué o quién está detrás de determinado hecho, hay que precisar primero quién se beneficia. Según la narrativa de Rubio, la “extracción” mostraría a un Maduro débil, que no puede controlar lo que pasa puertas adentro. Según la narrativa.
Pero lo cierto es que con la salida de los cinco de Vente Venezuela se desactiva un potencial foco de conflicto, pasible de la ejecución de “falsos positivos” en plena Caracas, a días de las elecciones legislativas y regionales donde más sectores de la oposición participarán (incluso algunos hasta hace nada orgánicos de maniobras disolventes).
En ese marco, la salida negociada de la residencia argentina parece más un buen negocio para el gobierno venezolano y no lo que EE.UU. asegura. Marcaría la cancelación de un foco de conflicto que deja cada vez más afuera de la escena a la ultraderecha de Machado, que sigue -como canta el tango- “cuesta abajo en la rodada”.