La transformación socialista en Venezuela y los antivalores capitalistas

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IRAIDA VARGAS ARENAS| Recientemente hemos oído y visto que se ha intensificado el  mensaje sobre como los antivalores capitalistas pueden haber influido en las recientes elecciones presidenciales. Sin embargo, no se ha hecho un análisis de la situación ni se han ofecido soluciones a este gravísimo problema que enfrenta la revolución. socialismo1
Destruir los antivalores culturales capitalistas no es solo tarea de la voluntad individual, de que cada quien haga una suerte de examen de conciencia y así logre “limpiar su mente y su espíritu de los antivalores”. Por el contrario, supone la compleja, difícll y fundamental tarea de la construcción colectiva del sujeto revolucionario.

Muchos de los valores culturales que posee una sociedad no se incorporan a la vida social de manera volitiva, porque la gente lo quiere así, de forma espontánea, ingenua y ascéptica ideológicamente. Aunque, en términos históricos, existen en todas las sociedades procesos creativos autónomos para la gestación de valores culturales, esa autonomía tiende a debilitarse o desaparecer con el advenimiento de la sociedad capitalista.

En el  caso de la sociedad capitalista venezolana actual la mayoría de los valores existentes son en realidad antivalores, productos de la acción sostenida de los laboratorios de las transnacionales de la industrias culturales, las cuales aplicaron durante todo el siglo XX, especialmente a partir mediados de siglo, todos los mecanismos generadores de sentido para crear colectivos alienados y así impedir la creación del sujeto revolucionario que es quien puede y debe derrotar la aceptación y la popularización de ese conjunto de antivalores.

Ydebe hacerlo como se hace para eliminar una serpiente venenosa que nos ataca,  machacándole la cabeza, que en este caso está constituida por las relaciones económicas de explotación y también por las ideas y valores culturales que se han introyectado en la conciencia colectiva y que condicionan las conductas sociales; gran parte de los contenidos que existen en tales conciencias son los que le han permitido al sistema capitalista su reprodución siempre constante, siempre ampliada, cada vez más nociva, cada vez más inhumana, toda vez que son los seres humanos quienes elaboran el sistema económico de su sociedad y simultáneamente funcionan -en todos los órdenes de la vida- según un determinado sistema de valores.

Una sociedad como la venezolana bolivariana que intenta construir el socialismo, sistema donde debe prevalecer la justicia sobre la injusticia, la solidaridad sobre el egoísmo, la cooperación sobre el individualismo, la reciprocidad sobre la insensibilidad social y la igualitariedad social sobre las jerarquías como alternativa al sistema capitalista salvaje, necesita ciertamente transformar el actual sistema económico rentista, construyendo nuevos esquemas productivos y al mismo tiempo, necesita crear un sujeto revolucionario portador y creador de valores culturales socialistas.

Ese sujeto es quien no solo  hará posible las transformaciones económicas ven socialistasino también quien creará el sistema de valores de la mujer y el hombre nuevos; rescatará los valores pasados más puros que han caracterizado la vida de la sociedad venezolana, como el amor por la paz, el respeto a los mayores y a la familia, el amor por la patria, la honestidad, entre otros, así como los que se están creando, que servirán para sostener y ampliar las relaciones sociales  socialistas. Y lo debe hacer en simultaneidad, pues creemos que es un error pensar que primero hay que cambiar el sistema económico y luego el cultural ya que no es posible la misma transformación económica si no se construye simultáneamente una nueva hegemonía cultural.

Los antivalores del racismo, la discriminación y maltrato femeninos, la homofobia, la discriminación por clase, entre muchos otros que existen como resultado de la herencia cultural de la condición colonial y la neocolonial y que se han visto potenciados por los antivalores que sostiene la cultura del petróleo y la cultura de la muerte acuñadas por las industrias culturales son totalmente incompatibles con una sociedad socialista.  La desaparición de esos antivalores no se puede solventar solamente con buenos deseos individuales; debería existir un control férreo por parte del Estado bolivariano sobre los mecanismos que posee la sociedad venezolana en la actualidad para generar valores culturales. Esos mecanismos incluyen: sistema educativo, prensa escrita, cine, televisión, museos y similares.

En el extenso y complejo legado que nos dejase el Presidente Comandante Chávez, quedó expresado en lo que podríamos llamar su Última Proclama (Golpe de Timón,  20 de Octubre de 2012), su preocupación por los objetivos que la Revolución no ha cumplido todavía en el campo de la Cultura y particularmente en la construcción de la Cultura Comunal. Ello conforma un área estratégica para desmantelar el Estado liberal burgués y construir el Estado Comunal Popular, meta fundamental del proceso socialista bolivariano.

Cuando acudimos al Cuartel de la Montaña el 26 de Marzo pasado, en companía de  muchos otras y otros intelectuales y luchadoras y luchadores sociales venidos de diversas partes del mundo a presentar su testimonio de respeto  y veneración a la Memoria de Nuestro Comandante, fuimos impactadas por la dimensión de su extraordinario sacrificio humano en aras de la felicidad del pueblo venezolano. Nosotras, Gente de La Cultura Venezolana, no podemos fallarle, tenemos que ayudar a construir la arquitectónica del Estado Comunal Popular. Solos así Viviremos y venceremos.